En el dinámico mundo del desarrollo de software, la seguridad y precisión en el manejo de tipos juegan un papel clave para evitar errores y mejorar la calidad del código. Biome, un linter moderno desarrollado en Rust, ha anunciado una colaboración con Vercel para avanzar en la inferencia de tipos, un componente esencial que permitirá implementar reglas avanzadas como noFloatingPromises y noMisusedPromises. Este desarrollo representa un salto cualitativo en la manera en la que los desarrolladores pueden detectar errores relacionados con promesas en JavaScript y TypeScript, aun cuando el proyecto se mantenga enfocado en la calidad y no en la compilación completa del código. Para comprender la importancia y los desafíos de la inferencia de tipos en Biome, es fundamental aclarar qué significa realmente tener tipos en un lenguaje como TypeScript versus JavaScript. Aunque JavaScript posee tipos y un operador typeof para descubrirlos en tiempo de ejecución, carece de la herramienta esencial que ofrece TypeScript: la posibilidad de anotar tipos y validar que las variables y funciones cumplan con dichas expectativas antes de que el código sea ejecutado.
Esa verificación anticipada ahorra tiempo y esfuerzo a los desarrolladores, evitando errores que se traducirían en bugs difíciles de rastrear. La inferencia de tipos se encarga de deducir automáticamente el tipo con base en el contexto y contenido del código. Desde los casos más sencillos, como inferir que una cadena literal es de tipo string, hasta situaciones mucho más complejas que involucran operaciones con diferentes tipos, funciones genéricas, y combinaciones de tipos avanzadas, esta tarea pone a prueba la capacidad de la herramienta para entender y representar el comportamiento esperado del código. La dificultad crece exponencialmente cuando se consideran características sofisticadas del sistema de tipos de TypeScript, como las plantillas de literales, tipos condicionados, herencia y sobrecargas de métodos, todas ellas sin una especificación formal estricta, haciendo que la interpretación dependa exclusivamente de lo que el compilador oficial determina como correcto. Biome ha optado por desarrollar internamente su motor de inferencia de tipos, evitando integrar directamente el compilador TypeScript (tsc).
Esta decisión se debe principalmente a dos factores: la lentitud y complejidad que implica usar tsc en procesos de linting, especialmente cuando se ejecuta desde Rust, el lenguaje en el cual está construido Biome. Además, el uso de un proceso externo incrementa la dificultad para ofrecer una experiencia de desarrollo cómoda y sin fricciones, un aspecto clave para quienes dependen de diagnósticos inmediatos dentro de su editor o entorno de integración continua. El núcleo de la arquitectura de Biome en relación con la inferencia de tipos gira en torno a un grafo de módulos, que representa cada archivo JavaScript o TypeScript con su correspondiente información sobre importaciones, exportaciones, símbolos y finalmente los tipos inferidos. Este grafo ha sido diseñado con un enfoque radical hacia la simplicidad y la robustez para la experiencia en IDEs, priorizando que las actualizaciones en un módulo se propaguen eficientemente sin mantener copias redundantes o dependencias implícitas complicadas entre módulos. Esto permite una actualización y recalculación de errores o advertencias casi en tiempo real, una característica esencial para el flujo moderno de desarrollo.
Los tipos en Biome se representan mediante una enumeración extensa llamada TypeData, que agrupa tipos primitivos como booleanos, números o cadenas, así como estructuras más complejas como funciones, clases y objetos. Es interesante destacar que se utilizan referencias de tipo (TypeReference) para evitar que las estructuras se conviertan en recursivas o circulares, una situación que complicaría la actualización eficiente del grafo cuando un archivo cambia. Estas referencias permiten mantener una alta localidad de los datos y facilitan operaciones de resolución y transformación sobre los tipos. La resolución de tipos, es decir, el proceso de traducir una referencia a su definición concreta dentro del contexto global, local o de otro módulo, se lleva a cabo en varias fases en Biome. Primero se realiza la inferencia local, que analiza expresiones aisladas sin contexto adicional.
Luego sigue la inferencia a nivel de módulo, donde se consideran los símbolos declarados localmente e importados. Finalmente, la inferencia completa utiliza el grafo de módulos para resolver referencias que cruzan límites entre módulos, haciendo posible identificar correctamente tipos importados y exportados en toda la base de código. Esta arquitectura modular también implica la existencia de varios resolutores de tipos, cada uno con su especialidad. Algunos están encargados de resolver símbolos globales predefinidos como Promise o Array, otros gestionan la información del módulo y su alcance, y otros tantos manejan el ámbito más amplio para resolver tipos en contextos arbitrarios. La flexibilidad que ofrecen estas abstracciones abre la posibilidad de introducir en el futuro mecanismos de cacheo que optimicen aún más el rendimiento, especialmente en usos donde el código no cambia frecuentemente, como el análisis en la línea de comandos fuera del entorno de desarrollo.
Un aspecto complementario crítico es el de la “aplanación” o flattening de tipos, que consiste en evaluar expresiones cuyo tipo dependa de operaciones entre otros tipos. Por ejemplo, en una operación de suma entre dos números inferidos, este proceso puede deducir que el resultado final es también un número, simplificando el análisis que realizará Biome al ser capaz de trabajar con tipos concretos en lugar de referencias arraigadas. A pesar de que este proyecto lleva apenas seis semanas en desarrollo desde su concepción inicial, las pruebas preliminares realizadas en bases de código de Vercel ya demuestran que Biome puede detectar aproximadamente el 40% de los casos susceptibles de ser reportados por la regla noFloatingPromises, sin generar falsos positivos. Esta métrica inicial, aunque modesta, indica un progreso sustancial y señala claramente que las limitaciones actuales se encuentran principalmente en la resolución de importaciones que solo funciona con rutas relativas, descartando alias y dependencias externas que son comunes en los proyectos modernos. El futuro de Biome en este ámbito es prometedor.
Además de continuar mejorando esta funcionalidad de inferencia — especialmente su capacidad para resolver rutas y tipos en bibliotecas externas — el equipo está desarrollando nuevas reglas que aprovechan la información inferida para detectar patrones de código erróneos desde un enfoque lógico y seguro. Todo ello sin perder de vista la experiencia del usuario final, que puede beneficiarse de una integración fluida y diagnósticos oportunos en el proceso de desarrollo. Finalmente, surge una pregunta natural sobre si Biome llegará a convertirse en un chequeador de tipos al estilo de TypeScript. Aunque la respuesta definitiva es incierta y depende de numerosos factores, la evolución de la inferencia de tipos y la posibilidad de incorporar condiciones para validar asignaciones sugiere que el camino hacia características de verificación avanzada está abierto. No obstante, según los propios desarrolladores, la compatibilidad completa con el compilador TypeScript sigue siendo un objetivo muy complejo y lejano para cualquier herramienta alternativa.
En resumen, la iniciativa de Biome en la inferencia de tipos representa un esfuerzo notable por ofrecer a los desarrolladores una herramienta eficiente, integrada y con buena experiencia de usuario para análisis estático en JavaScript y TypeScript. Con un diseño arquitectónico que prioriza la simplicidad, rendimiento y actualizaciones instantáneas, y con una visión de mejora continua, Biome promete convertirse en un aliado importante para mantener la calidad y seguridad de proyectos modernos. Aunque el camino es todavía largo, los avances ya realizados muestran el enorme potencial de esta innovación.