La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) ha tomado una decisión crucial que promete revolucionar el panorama de las telecomunicaciones en Estados Unidos. El 28 de abril de 2025, la FCC adoptó un nuevo conjunto de reglas para la banda de frecuencia baja de 37 GHz (específicamente 37-37.6 GHz), una medida que permitirá el desarrollo e implementación de tecnologías inalámbricas innovadoras. Esta banda, que por mucho tiempo ha sido compartida entre entidades gubernamentales y comerciales sin reglas claras de uso, ahora cuenta con un marco de regulación definido que facilitará su explotación comercial y tecnológica. Este cambio representa un avance significativo en la gestión del espectro radioeléctrico, un recurso clave para el crecimiento de servicios como la banda ancha inalámbrica, el Internet de las cosas (IoT), conexiones de retroceso (backhaul) para redes de internet y la expansión en general de la capacidad de los sistemas móviles.
La poca claridad en torno a las reglas de uso había sido hasta ahora un freno para las compañías interesadas en desplegar servicios y redes en esta porción de espectro, pero con la nueva normativa se abren posibilidades para numerosos actores comerciales. La banda baja de 37 GHz comprende 600 megahercios de espectro, espacio significativo en términos radioeléctricos, que hasta ahora había estado limitado principalmente por la falta de un esquema de licencia claro y estable. La FCC ha decidido establecer un régimen de licencias no exclusivas a nivel nacional, lo que implica que múltiples usuarios pueden acceder a la banda siempre que cumplan con ciertas condiciones y coordinen el uso de frecuencias y puntos de transmisión. Además, se exige que los usuarios registren los sitios de operación y que las estaciones comiencen a funcionar en un plazo máximo de un año desde la inscripción, buscando así un uso eficiente y activo de la banda. Un aspecto fundamental de la decisión es la prioridad concedida a usos militares en la porción superior del rango, entre 37 y 37.
2 GHz, lo que refleja la importancia estratégica del espectro para la defensa nacional. Para el resto del espectro, la FCC implementa mecanismos de coordinación y regulación de emisiones que buscan equilibrar los derechos y necesidades tanto del sector público como privado. Asimismo, se contempla la posibilidad de adoptar en el futuro sistemas de gestión dinámica del espectro, que permitirán un uso aún más eficiente y flexible, facilitando la coexistencia de múltiples servicios inalámbricos. Este nuevo marco no solo abre la puerta a servicios de banda ancha inalámbrica más robustos y de alta capacidad, sino que también constituye una base sólida para el despliegue masivo de dispositivos IoT. La variedad y amplitud de aplicaciones que el Internet de las cosas promete en ámbitos tan diversos como la agricultura, la salud, las ciudades inteligentes y la industria requieren de espectro con características específicas, incluyendo baja latencia y alta disponibilidad, características posibles en bandas milimétricas como la de 37 GHz.
Además, la capacidad para establecer conexiones de backhaul inalámbricas mejora la infraestructura de redes de telecomunicaciones, permitiendo que datos transportados desde nodos móviles o fijos a la red central lo hagan de forma eficiente sin depender exclusivamente de infraestructura cableada, que puede ser costosa o difícil de instalar en ciertas áreas. Esto es especialmente relevante para acelerar la conectividad en zonas rurales o menos desarrolladas, acercando la conectividad de alta velocidad a más personas. La decisión de la FCC refleja también un compromiso con la innovación tecnológica y el dinamismo del mercado. Al proponer y establecer esta regulación, se busca incentivar el desarrollo de nuevas soluciones comerciales y técnicas que optimicen la utilización del espectro, fomentando la competencia y generando beneficios tanto para consumidores como empresas del sector. Estas acciones son esenciales para mantener a Estados Unidos en la vanguardia de la revolución digital global.
La adopción por parte de la FCC incluye un proceso abierto para recibir más comentarios públicos sobre temas como los límites de emisión y detalles operativos del mecanismo de coordinación, evidenciando un enfoque transparente y colaborativo que permite ajustar y perfeccionar la política conforme avanza la implementación. Esta flexibilidad también permitirá incorporar avances tecnológicos y nuevas necesidades que puedan surgir en un entorno tan dinámico como el de las comunicaciones inalámbricas. Para las empresas, estas nuevas reglas abren la oportunidad de desarrollar productos y servicios que exploten la banda de 37 GHz, desde proveedores de servicios de internet inalámbrico hasta fabricantes de dispositivos IoT que requieran alta capacidad y baja interferencia. La coexistencia coordinada y regulada permitirá minimizar conflictos entre distintos usuarios del espectro, maximizando su uso sin sacrificar calidad o estabilidad. En resumen, las reglas adoptadas por la FCC para la banda baja de 37 GHz representan un avance fundamental para la conectividad en Estados Unidos.
Este espectro, ahora claramente regulado y disposición para usos comerciales, potenciará la capacidad y calidad de servicios inalámbricos, favoreciendo la expansión del Internet de las cosas, la mejora de la infraestructura de telecomunicaciones y el avance tecnológico del país en sectores clave. La medida sienta una base sólida para la innovación y el desarrollo económico en la era digital, alineándose con la creciente demanda global por conectividad más rápida, eficiente y ubicua.