El panorama financiero global está experimentando una transformación profunda y acelerada impulsada por las tecnologías digitales y las criptomonedas. En este contexto, las stablecoins, y en particular el Tether (USDT), se están posicionando como actores fundamentales que desafían a las gigantescas empresas tradicionales de pagos como Visa y PayPal. A medida que el suministro de USDT sobrepasa los 150 mil millones de dólares, se hace evidente que el uso y la adopción de stablecoins están alcanzando un nivel sin precedentes en la historia de las finanzas digitales. Tether, lanzada en 2014, ha sido pionera en la creación de una criptomoneda estable respaldada por activos en dólares estadounidenses. Esta característica ha permitido construir una confianza sólida entre millones de usuarios, que ahora superan los 400 millones a nivel global, y ha facilitado la integración de una forma eficiente y confiable para transferir valor en la economía digital.
El crecimiento acelerado de USDT refleja no solo la demanda por alternativas seguras y rápidas de transferencia de dinero, sino también la evolución de los mercados financieros hacia un ecosistema tokenizado. Las cifras hablan por sí mismas: el suministro circulante de USDT supera ya los 150 mil millones de dólares, representando aproximadamente el 63% del total del mercado de stablecoins, que asciende a cerca de 238 mil millones de dólares. Estos números resaltan cómo Tether ha consolidado su liderazgo, respondiendo a las necesidades de usuarios, inversores y empresas que buscan estabilidad, liquidez y rapidez en sus transacciones. Además, las stablecoins en conjunto están moviendo valores semanales que superan los 521 mil millones de dólares, muy por encima de las transacciones combinadas de Visa y PayPal, que durante el primer trimestre de 2025 promediaron cerca de 351 mil millones de dólares. Este despliegue sugiere un creciente cambio de preferencia hacia medios digitales descentralizados, que ofrecen flexibilidad y menores costos frente a las redes tradicionales.
El impulso en el uso de stablecoins se ha visto potenciado por un ambiente regulatorio más favorable y la innovación tecnológica que ha facilitado su integración en diversas plataformas y servicios financieros. Por ejemplo, empresas tradicionales de pagos han comenzado a adaptar sus modelos de negocio para incorporar soluciones basadas en stablecoins. Visa anunció en octubre de 2024 una plataforma destinada a ayudar a bancos a tokenizar monedas fiduciarias, lo cual ha resultado en un aumento significativo de stablecoins respaldadas por dinero fiat. Asimismo, Mastercard no solo ha tokenizado el 30% de sus transacciones en 2024, sino que también ha introducido una tarjeta de pagos con stablecoins, acercando esta tecnología a un público más amplio. PayPal, una de las plataformas de pagos más reconocidas a nivel mundial, lanzó su stablecoin PYUSD en agosto de 2023.
Aunque inicialmente PYUSD mostró un crecimiento estable, superando los mil millones de dólares en suministro circulante durante 2024, su capitalización bajó a menos de 450 millones para diciembre del mismo año. Sin embargo, en los primeros meses de 2025, PYUSD ha experimentado una recuperación significativa, incrementando su adopción y acercándose nuevamente a los 930 millones de dólares en suministro. Este dinamismo y la competencia entre distintas stablecoins evidencian una tendencia clara: los usuarios globales demandan cada vez más soluciones que brinden estabilidad, transparencia y rapidez en las transacciones digitales. Las stablecoins respaldadas por activos confiables proporcionan una herramienta eficaz para mitigar la volatilidad que tradicionalmente afecta a las criptomonedas, facilitando su uso en actividades diarias y comerciales. El fenómeno de las stablecoins también refleja un cambio cultural y económico paulatino hacia sistemas financieros más inclusivos y accesibles.
Las personas que antes carecían de acceso a servicios bancarios tradicionales pueden ahora hacer uso de estas monedas digitales a través de teléfonos inteligentes y plataformas en línea, accediendo a transferencias globales con costos reducidos y sin intermediarios burocráticos. En el contexto económico global, la convergencia entre las tecnologías blockchain, la regulación emergente y la innovación financiera está reinventando la forma en que se conciben y realizan las transacciones. Las stablecoins, al ser puentes entre el mundo fiat y el universo cripto, juegan un rol fundamental en esta transformación. Su capacidad para mantener paridad con monedas fiduciarias, unida a la eficiencia de las redes descentralizadas, abre la puerta a un futuro donde los pagos serán más rápidos, seguros y menos costosos. A medida que el ecosistema de stablecoins continúa expandiéndose, surgen desafíos importantes que deben ser abordados para asegurar su sostenibilidad y confianza permanente.
La regulación es uno de los aspectos críticos; las autoridades globales trabajan en establecer marcos legales claros que permitan proteger a los usuarios sin sofocar la innovación. La transparencia y las auditorías periódicas de reservas detrás de las stablecoins son también elementos esenciales para mantener la credibilidad frente a una base creciente de usuarios e inversores. Por otro lado, la competencia entre grandes emisores de stablecoins y las instituciones financieras tradicionales está incentivando la mejora continua de los productos y servicios ofertados, lo que beneficia al consumidor final. La innovación en soluciones de integración, desde tarjetas de pagos respaldadas por stablecoins hasta plataformas de tokenización de activos reales como bienes raíces o energía, muestran cómo estas tecnologías se están arraigando en múltiples sectores. En conclusión, el hito alcanzado por Tether al superar los 150 mil millones de dólares en suministro es un reflejo claro del protagonismo de las stablecoins en la nueva era financiera.
Su capacidad para desplazar y superar en volumen de transferencias a gigantes consolidados como Visa y PayPal marca un antes y un después en la forma en que entendemos y utilizamos el dinero digital. El impulso que están teniendo estas monedas estables brinda grandes oportunidades para la inclusión financiera, la eficiencia en pagos internacionales y la innovación en productos y servicios financieros. Este crecimiento, sin embargo, también conlleva la responsabilidad compartida entre emisores, reguladores y usuarios para construir un ecosistema robusto, transparente y confiable. Solo así las stablecoins podrán consolidar su posición como pilares fundamentales en el futuro de las finanzas globales, ofreciendo una alternativa viable y atractiva ante los sistemas tradicionales mientras abren paso hacia un mundo más conectado y digitalizado.