El diseño tradicional de los urinarios ha permanecido casi inalterado durante más de un siglo, incluso desde que Marcel Duchamp los inmortalizó en su obra de arte de 1917, "Fuente". Sin embargo, uno de los problemas más persistentes y molestos en el uso cotidiano de estas instalaciones es la salpicadura de la orina, que no solo resulta incómoda para los usuarios, sino que también genera condiciones antihigiénicas que afectan a los espacios públicos. Recientemente, un equipo de científicos ha desarrollado un urinal innovador que reduce de forma significativa el salpicado, revolucionando la higiene y la experiencia del usuario en baños públicos. El problema del salpicado en los urinarios no es solo una cuestión de molestia visual o incomodidad. Las gotas de orina que se dispersan fuera del urinal pueden caer sobre el usuario o en el suelo, creando un entorno insalubre donde proliferan bacterias y microorganismos, y aumentando la probabilidad de transmisión de enfermedades.
Además, este fenómeno genera mayores costes de limpieza y mantenimiento para las instituciones y empresas que albergan estos espacios. La clave del nuevo desarrollo radica en la física que describe cómo el flujo de la orina impacta sobre la superficie del urinal. El equipo liderado por Zhao Pan y Kaveeshan Thurairajah realizó estudios con cámaras de alta velocidad que mostraban cómo la salpicadura está directamente relacionada con el ángulo en el que la orina golpea la superficie cerámica. Cuando ese ángulo es mayor de 30 grados, las gotas se dispersan más fácilmente; en cambio, con ángulos de 30 grados o menos, el impacto y el rebote son mínimos, lo que se traduce en una reducción significativa del salpicado. Con esta información, los investigadores diseñaron dos nuevos modelos de urinarios llamados Cornucopia y Nautilus.
Ambos están construidos con formas que mantienen el ángulo de impacto por debajo de los 30 grados en toda su superficie, utilizando para ello cálculos avanzados y ecuaciones diferenciales que optimizan sus superficies internas. Además de mejorar la higiene, el diseño Nautilus ofrece una ventaja adicional importante: su forma es adaptable para un rango más amplio de alturas de usuarios, facilitando su uso tanto a niños como a personas con movilidad reducida o que utilizan silla de ruedas. El impacto potencial de estos modelos es enorme. En Estados Unidos, donde se estima que hay alrededor de 56 millones de urinarios en baños públicos, la sustitución por los nuevos modelos podría evitar que un millón de litros de orina salpiquen el piso cada día. Esto no solo mejoraría de manera drástica la higiene en estos espacios sino que, a su vez, permitiría una reducción notable en los costes de mantenimiento y limpieza, ofreciendo beneficios económicos y ambientales significativos.
Además, el diseño basado en principios de dinámica de fluidos y geometría avanzada abre la puerta a una nueva era de innovación en elementos cotidianos que, por muchos años, han sido considerados poco susceptibles a transformaciones radicales. El ejemplo del urinal demuestra que intervenciones científicas bien enfocadas pueden solucionar problemas prácticos y mejorar la calidad de vida cotidiana. Si bien el urinal es un dispositivo sencillo, su importancia en la higiene pública y la experiencia del usuario es incuestionable. La incorporación de nuevas tecnologías como la modelación matemática y el análisis del flujo de fluidos aplicados a su diseño representa un ejemplo claro de cómo la ciencia y la ingeniería pueden intervenir en aspectos aparentemente comunes para generar cambios sustanciales y duraderos. Sin embargo, más allá de la innovación tecnológica, el éxito de estos nuevos urinarios dependerá también de factores como la aceptación social, la inversión en infraestructura y la adopción en espacios públicos y privados a nivel global.
La educación y concientización sobre la importancia de mantener los baños limpios y saludables serán cruciales para maximizar los beneficios de esta innovación. En resumen, el desarrollo de urinarios que eliminan el problema del salpicado representa un avance significativo en la higiene pública mundial. Desde la aplicación de estudios científicos rigurosos hasta la implementación de soluciones prácticas y accesibles, esta innovación promete transformar una experiencia cotidiana para hacerlo más cómoda, saludable y sostenible. Los modelos Cornucopia y Nautilus podrían ser solo el comienzo de una serie de avances en el diseño de equipos sanitarios y dispositivos públicos, donde la combinación de ciencia, tecnología y diseño centrado en el usuario marquen la pauta hacia un futuro más limpio y accesible para todos.