GXO Logistics nació con una gran expectativa en el mercado cuando se escindió de XPO en agosto de 2021. En ese momento, el sector tecnológico y logístico disfrutaba de un impulso significativo, motivado por la transformación acelerada generada durante la pandemia. La empresa, que se posiciona como el mayor especialista en logística contratada a nivel mundial, prometía revolucionar la industria mediante innovaciones estratégicas y una fuerte apuesta por fusiones y adquisiciones. Sin embargo, desde ese pico inicial, la acción ha experimentado una pronunciada caída del 61%, despertando inquietudes sobre su viabilidad y atractivo como opción de inversión en 2025. Una mirada detallada a la evolución de GXO revela que, tras un inicio brillante en bolsa, la compañía debió enfrentar varios desafíos que afectaron su cotización.
La incertidumbre global, tensiones comerciales y señales de desaceleración económica afectaron su desempeño bursátil. Aunque hubo un repunte momentáneo tras rumores de posibles adquisiciones, estos fueron descartados por el propio equipo directivo, haciendo que las acciones retomaran su tendencia a la baja. No obstante, recientemente GXO logró reportar resultados trimestrales que superaron las expectativas del mercado, lo cual ha replanteado la conversación acerca de su estabilidad y capacidad para capear las tormentas económicas. En el primer trimestre de 2025, GXO mostró un crecimiento orgánico del 3% en ingresos, alcanzando un total de 2.980 millones de dólares.
Esta cifra no solo superó ligeramente las estimaciones, sino que también incluyó la contribución del reciente acuerdo para adquirir Wincanton, una importante empresa británica del sector logístico. Aunque la integración completa de esta adquisición está condicionada a la aprobación regulatoria en el Reino Unido, el movimiento refuerza la ambición de GXO por expandir su presencia internacional y optimizar su red de almacenes, que ya suma cerca de 1.000 instalaciones en todo el mundo. Un aspecto destacado en estos resultados es el aumento del EBITDA ajustado, que pasó de 154 a 163 millones de dólares, evidenciando mejoras en la eficiencia operativa. Pese a que las ganancias por acción ajustadas disminuyeron de 0,45 a 0,29 dólares, superaron las estimaciones de consenso de 0,25, indicando que la empresa mantiene una rentabilidad aceptable en un entorno económico desafiante.
Este desempeño fue acompañado por la firma de 228 millones de dólares en nuevos contratos y la consecución de un acuerdo histórico a diez años con el Sistema Nacional de Salud de Inglaterra (NHS), uno de los mayores clientes institucionales jamás firmados por GXO. La estrategia corporativa de GXO enfatiza la búsqueda constante de crecimiento mediante adquisiciones y contratos a largo plazo que aseguren flujo de ingresos recurrentes. La compra de Clipper Logistics, que facilitó el contrato con el NHS, es un ejemplo claro de cómo las adquisiciones están integradas en su modelo de expansión. Esta jugada validaría, según analistas, la capacidad de la empresa para aprovechar oportunidades aún en medio de incertidumbres macroeconómicas, como tensiones comerciales y la posibilidad de una recesión global. En cuanto a la percepción de riesgo, muchos inversores temían que como proveedor global de servicios logísticos, GXO fuera vulnerable a los impactos de una guerra comercial o una desaceleración económica marcada.
Sin embargo, los datos y declaraciones recientes de la dirección apuntan a una realidad diferente. El director financiero, Baris Oran, señaló que los inventarios de clientes permanecen saludables y elevados en distintas regiones y categorías. Esta fortaleza del inventario indica que, por el momento, la demanda no ha sufrido una notable contracción y que GXO puede mantener operaciones y contratos estables a pesar del contexto económico adverso. Otro factor relevante es la valoración actual del título. Tras la caída del precio de las acciones, GXO cotiza a un ratio precio-beneficio adelante (forward P/E) de menos de 16, lo cual supone un atractivo desde la perspectiva de valoración para inversores que busquen empresas con fundamentos sólidos a precios razonables.
Esta valoración relativamentebaja en comparación con sus competidores y con el sector en general abre la puerta a considerarla como una inversión con potencial de recuperación a medio plazo. No obstante, no todo es optimismo. El entorno económico continúa siendo incierto, con riesgos asociados a la inflación, política monetaria y tensiones geopolíticas que pueden impactar tanto en la demanda logística como en los costos operativos de GXO. Además, la complejidad de integrar nuevas adquisiciones y la dependencia de la aprobación regulatoria pueden retrasar el pleno aprovechamiento de sus sinergias y afectarán la generación de valor esperado. Para los inversores, la decisión de comprar acciones de GXO en este momento debe basarse en un análisis cuidadoso de su perfil de riesgo y horizonte de inversión.
La compañía parece estar bien posicionada para resistir las fluctuaciones económicas y continuar creciendo mediante contratos significativos y adquisición de activos estratégicos. Su diversificación global y modelo de negocio centrado en la logística contratada representan ventajas competitivas en un mercado cada vez más demandante y tecnológico. En conclusión, GXO Logistics ha recorrido un camino complejo desde su oferta pública inicial, con una caída substancial en el precio de sus acciones que ha generado dudas, pero también ha creado una oportunidad para inversores que apuesten por una recuperación fundamentada. Sus recientes resultados muestran resiliencia y crecimiento sostenible, mientras que su valuación sugiere que el mercado actualmente lo considera infravalorado. La empresa combina capacidades de innovación, expansión internacional y contratos de largo plazo que pueden servir como palancas para un repunte futuro en bolsa.
Por tanto, para quienes buscan una compañía disruptora en el sector logístico con potencial de valorización a largo plazo, GXO podría representar una opción atractiva, siempre tomando en cuenta las condiciones macroeconómicas y las dinámicas propias del sector.