La industria del entretenimiento se encuentra en un momento de transformación profunda, donde los resultados financieros trimestrales y las políticas internacionales juegan un papel decisivo en el rumbo de gigantes como Disney. El primer trimestre del año ha sido testigo de informes bursátiles y de suscriptores que contrastan las estrategias y el desempeño de los principales actores del sector, en particular Disney y Warner Bros. Discovery. Al mismo tiempo, el anuncio del expresidente Donald Trump sobre la intención de imponer aranceles del 100% a las películas producidas en el extranjero ha generado incertidumbre y debates sobre las implicaciones para la industria audiovisual estadounidense en su conjunto. Este análisis explora cómo estas dinámicas están influyendo en el valor e innovación de Disney, y examina si la empresa está posicionada para ganar o perder bajo estos nuevos escenarios regulatorios.
Disney continúa siendo un titán en el mundo del entretenimiento, con su portafolio diversificado que abarca desde servicios de streaming hasta parques temáticos y licencias de productos. En sus resultados del primer trimestre, la compañía reportó un aumento del 20% en sus ganancias ajustadas, alcanzando 1.45 dólares por acción, superando así las expectativas de los analistas que proyectaban 1.19 dólares. Los ingresos crecieron un 7% hasta casi 23.
6 mil millones de dólares, impulsados especialmente por el segmento de entretenimiento, que mostró un incremento del 9%, superando nuevamente las proyecciones. Sin embargo, los ingresos de las redes lineales declinaron un 13%, mientras que el ingreso por servicios directos al consumidor creció un 8%, un indicador clave en la era digital actual. En lo que respecta al número de suscriptores, Disney+ aumentó a 126 millones durante el trimestre, por encima de la expectativa de 123.5 millones. Hulu también mostró un crecimiento de usuarios, sumando 54.
7 millones, mientras que ESPN tuvo una leve caída en suscriptores. Paralelamente, los ingresos derivados de experiencias como parques temáticos y cruceros presentaron un crecimiento saludable del 6%, reflejando un aumento en la asistencia y el gasto de los visitantes, lo que denota una recuperación sólida después de los efectos de la pandemia. En contraste, Warner Bros. Discovery reportó una disminución en ingresos, con un descenso de aproximadamente el 10%, totalizando cerca de 8.97 mil millones de dólares, aunque la pérdida por acción mejoró a 18 centavos en comparación con los 40 centavos del año anterior.
La compañía sumó 5.3 millones de nuevos suscriptores en el periodo, alcanzando un total de 122.3 millones, superando el número de suscriptores de Disney+. A pesar de esto, Warner Bros. tuvo un desempeño mixto en sus diferentes segmentos, con ingresos de estudios y redes que no alcanzaron las expectativas de los analistas.
Este escenario competitivo se enmarca en un contexto político y económico complejo. Los recientes anuncios del expresidente Donald Trump sobre la imposición de aranceles a películas importadas generaron una oleada de reacciones que oscilaron entre la preocupación y el escepticismo. Trump argumenta que la producción audiovisual en Estados Unidos está ‘‘muriendo’’ debido a que otros países atraen con incentivos fiscales y otros beneficios a cineastas y estudios, lo cual ha impulsado la producción fuera de suelo estadounidense. La propuesta contempla la instauración de un arancel del 100% para cualquier película producida en el extranjero que ingrese al mercado estadounidense. Esta medida inesperada ha generado inquietudes, ya que la industria actual está profundamente globalizada.
Muchas producciones involucran procesos divididos entre varios países, incluyendo escritura, producción, edición y postproducción, lo que hace complejo determinar el impacto real y la aplicación práctica de dichos impuestos. Además, el riesgo de represalias internacionales que podrían afectar la exportación de contenido estadounidense y servicios de streaming añade una capa de incertidumbre. Analistas de firmas como TD Cowen y Barclays han señalado que esta propuesta presenta pocas probabilidades de concretarse debido a la falta de detalles concretos y la potencial afectación negativa para una industria estadounidense que actualmente genera superávit comercial de 15 mil millones de dólares en contenidos audiovisuales. Morgan Stanley incluso advierte que un escenario pesimista podría reducir la rentabilidad de todas las compañías dentro de la cadena de valor y limitar el número de filmes realizados, además de encarecer los costos para los consumidores y los creadores. Para Disney, una compañía que ha apostado fuertemente por la producción local y los servicios de streaming con un crecimiento constante, esta política representa un doble filo.
Por un lado, podría favorecer la producción nacional y cerrar el paso a competidores extranjeros, pero por otro, dada su propia expansión global, la imposición de aranceles podría encarecer la realización de proyectos y crear obstáculos adicionales. Por ejemplo, su más reciente filme de Marvel, «Thunderbolts», aunque tuvo filmaciones principales en Georgia, Estados Unidos, también incluyó escenas grabadas en Malasia, complementando la complejidad de la cadena productiva en diferentes territorios. Si estas piezas entran en el ámbito de aranceles, el costo y la logística podrían verse seriamente afectados. Por otro lado, la competencia directa con Warner Bros. destaca la importancia de la innovación y la expansión global para mantener y aumentar la base de suscriptores.
Disney anunció recientemente una ambiciosa expansión en la región de Medio Oriente, con la apertura de un parque temático en Yas Island, Abu Dhabi. Este proyecto, el primero de Disney en los Emiratos Árabes Unidos, promete combinar arquitectura contemporánea y tecnología avanzada para ofrecer experiencias inmersivas y atraer a una vasta región turística con acceso aéreo estratégico. La diversificación en este tipo de negocios, junto con el crecimiento en experiencias y productos licenciados, fortalece el ecosistema financiero de Disney y muestra su capacidad para avanzar a pesar de las incertidumbres regulatorias. Desde el punto de vista bursátil, Disney experimentó un repunte significativo en sus acciones tras la publicación de resultados trimestrales sólidos, con una subida del 10.8% en un solo día y ganancias adicionales los días siguientes.
A pesar de esto, el valor de las acciones aún muestra una pérdida anual que supera el 8%, posicionándose entre los peores desempeños en el índice Dow Jones en 2025, por detrás de otras compañías relevantes como Apple y Salesforce. Esta situación refleja un mercado sensible a las tensiones geopolíticas y económicas que rodean el sector. Las proyecciones para el resto del año mantienen un tono optimista para Disney. Se espera un crecimiento modesto en suscriptores de Disney+ para el tercer trimestre y un incremento anual del 16% en las ganancias ajustadas, lo que supera las predicciones de los expertos. La empresa anticipa un crecimiento sólido en ingresos operativos tanto en el segmento de entretenimiento como en experiencias y deportes, con un auge especial en la unidad de ESPN, gracias en parte a ajustes en precios y una base de clientes aún significativa.