En un movimiento clave para la regulación del sector de las criptomonedas en Estados Unidos, los principales comités de la Cámara de Representantes han dado un paso decisivo con la presentación de un borrador que redefine la estructura del mercado cripto. Esta propuesta legislativa, liberada en mayo de 2025, marca un hito en la búsqueda de un marco regulatorio claro y eficaz para la rápida evolución del ecosistema digital. Este nuevo borrador, elaborado conjuntamente por el Comité de Servicios Financieros y el Comité de Agricultura de la Cámara, pretende establecer reglas definidas y fomentar la transparencia en las operaciones y regulaciones sobre activos digitales, contribuyendo a un mercado más ordenado y predecible tanto para desarrolladores como para inversores. Una de las grandes innovaciones del proyecto es la clara delimitación de facultades entre dos entes reguladores americanos clave: la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC). Según la propuesta, la SEC mantendría su responsabilidad sobre los activos digitales que se consideren contratos de inversión.
Por otro lado, la CFTC asumiría un rol predominante como supervisor principal de las materias primas digitales y sus mercados al contado. Este enfoque busca evitar las superposiciones regulatorias que han marcado debates anteriores y confieren a la CFTC un papel más central en el ámbito cripto. El aspecto de la descentralización recibe también una atención especial a través de pruebas específicas definidas en el borrador. Para que un proyecto no quede bajo supervisión directa de la SEC, debe demostrar que no existe un control unilateral significativo, estipulando que ningún partido puede mantener más del 10% del suministro total de tokens sin que esto sea informado. Esta medida quiere clarificar en qué momentos una red blockchain puede pasar de ser considerada un valor bajo la ley de valores a ser regulada como una mercancía digital, según su grado de madurez y autonomía.
Por otra parte, el texto del borrador introduce definiciones para conceptos clave como la madurez de una red blockchain. Se establece como madura aquella que cuente con utilidad real, esté completamente desarrollada, opere bajo reglas transparentes, sea abierta y no se encuentre bajo control centralizado. Estas definiciones son fundamentales para que inversores, reguladores y desarrolladores puedan medir con mayor certeza cuándo una plataforma está lista para integrarse bajo las disposiciones de comercio de bienes digitales. En cuanto a los inversores minoristas, la propuesta representa un cambio significativo. El borrador elimina las restricciones basadas en el patrimonio o el ingreso que limitaban el acceso a los mercados digitales.
Esto implica la eliminación de las verificaciones para inversores acreditados y los estándares de idoneidad, abriendo de esta forma el mercado a una base mucho más amplia de participantes. La intención es democratizar el acceso a los activos digitales, fomentando la inclusión financiera y permitiendo que más personas puedan beneficiarse de las oportunidades que ofrece la economía digital. El proyecto también contempla la regulación de intercambios de mercancías digitales, estableciendo un proceso claro para que estos puedan registrarse ante la CFTC. Asimismo, propone una opción de registro anticipado para los emisores, buscando promover la transparencia desde etapas tempranas y facilitar la colaboración entre la SEC y la CFTC, especialmente bajo la nueva dirección del presidente Paul Atkins en la SEC. Otra área innovadora abordada en el borrador es la regulación de las finanzas descentralizadas (DeFi).
El texto sugiere exenciones para los protocolos que no custodien ni tengan control discrecional sobre los fondos de los usuarios, reconociendo así la particularidad de este modelo donde la ausencia de intermediarios es fundamental. El tema de las stablecoins, que ha generado intenso debate en el Congreso, recibe una definición específica en el documento sin clasificarlas como valores. Sin embargo, la aprobación de una legislación independiente sobre stablecoins enfrenta desafiante resistencia en el Senado. Esto se debe a las preocupaciones expresadas por algunos legisladores, incluyendo al líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, quien ha manifestado inquietudes acerca de algunos actores importantes en este espacio, como Tether. El marco presentado por el borrador se considera un primer paso para lograr la claridad regulatoria que el sector digital demanda desde hace años.
Representantes clave han insistido en la urgencia de avanzar para proteger a los inversores, disminuir riesgos y fortalecer la innovación tecnológica en territorio estadounidense. Paralelamente a este avance en la regulación del mercado, la discusión pública sobre el tratamiento fiscal de las criptomonedas también ha escalado. Expertos e integrantes de la industria han abogado por reformar la manera en que se gravan las transacciones cripto, proponiendo eliminar el impuesto sobre las ganancias de capital en operaciones cotidianas, especialmente en Bitcoin, para facilitar su uso como moneda corriente. Esta idea gana fuerza junto con iniciativas legislativas, como la propuesta de una exención de importe mínimo en transacciones cripto, incluida en el conocido proyecto Lummis-Gillibrand, que permitiría no tributar operaciones pequeñas y fomentaría una adopción más amplia de estas tecnologías. El debate sobre estas reformas fiscales se ha intensificado mientras se acerca una nueva ronda de diálogos liderados por la SEC, enfocándose en un uso más efectivo y justo de las criptomonedas en la economía real.
En conclusión, el borrador presentado por ambas comisiones de la Cámara de Representantes representa un avance crucial y esperado en la construcción de un entorno normativo para los activos digitales en Estados Unidos. Establecer roles regulatorios claros, definir mecanismos objetivos para evaluar la descentralización, potenciar el acceso democrático al mercado y reconocer las particularidades del ecosistema DeFi son pasos esenciales para consolidar la posición de EE.UU. como líder en innovación financiera sin sacrificar la seguridad ni la protección del inversor. El futuro inmediato de esta legislación dependerá de las discusiones que se lleven a cabo en audiencias públicas, encuentros con expertos del sector y la respuesta en el Senado, donde aún persisten desafíos para lograr un consenso total, en especial en aquellos temas sensibles como las stablecoins.
No obstante, la intención de aportar un marco regulatorio integral, que permita tanto la innovación como la supervisión adecuada, señaliza una voluntad clara del Congreso por encauzar el crecimiento disruptivo de la tecnología blockchain hacia un futuro sostenible y seguro para todos los actores involucrados.