Los mercados bursátiles estadounidenses vivieron una jornada marcada por la volatilidad y la incertidumbre debido a la publicación de datos económicos preocupantes que afectaron la confianza de los inversores. Al inicio del día, los futuros del Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq mostraron una importante caída, producto de un informe del Producto Interno Bruto (PIB) que reveló una contracción económica en el primer trimestre, así como datos de empleo que sugirieron una desaceleración en la creación de puestos de trabajo. Sin embargo, el cierre reflejó una recuperación parcial, impulsada por las expectativas y resultados preliminares de las principales empresas tecnológicas, que ofrecen una luz de esperanza en medio de un panorama complicado. La economía de Estados Unidos registró una contracción del 0,3% anual en el primer trimestre del año, la primera caída en tres años, según el informe avanzado del Buró de Análisis Económico (BEA). Esta disminución superó las expectativas de los analistas, que habían pronosticado una baja menor del 0,1%.
Las causas principales de esta caída incluyen un aumento significativo en las importaciones, motivado en parte por las tensiones comerciales y las nuevas políticas arancelarias impulsadas por la administración Trump. La incertidumbre generada por estas medidas ha llevado a las empresas a tomar decisiones precautorias, como la acumulación de inventarios, que afectan la dinámica habitual del comercio y el consumo interno. Además, el desglose del informe mostró una desaceleración en el gasto del consumidor y en el gasto gubernamental, factores que desempeñan un papel crucial en el impulso de la actividad económica. Aunque hubo una leve recuperación en la inversión empresarial y las exportaciones, no fue suficiente para compensar las caídas en otros indicadores clave. El contexto internacional y las disputas comerciales continúan generando un ambiente de cautela entre los actores del mercado, quienes observan con atención las negociaciones en curso y sus potenciales implicaciones.
Simultáneamente, el informe sobre el empleo privado – divulgado por ADP – confirmó un enfriamiento en la contratación, con un aumento neto de solo 62.000 puestos en abril, cifra que quedó por debajo de las expectativas de los economistas. Este dato refuerza la percepción de que el mercado laboral enfrenta dificultades en medio de la incertidumbre económica y política. La palabra “inquietud” ha sido utilizada por expertos para describir el ambiente empresarial, que se muestra indeciso sobre las perspectivas inmediatas debido a la combinación de factores internos y externos. En cuanto a la inflación, el índice preferido por la Reserva Federal, el Índice de Precios al Consumo Personal (PCE, por sus siglas en inglés), registró una moderación en el mes de marzo, mostrando un leve descenso que resultó favorable para los mercados, aunque el dato de inflación del primer trimestre fue más alto de lo previsto.
El núcleo del PCE, que excluye alimentos y energía, aumentó un 3,5% interanual, por encima de las expectativas y en comparación con el 2,6% del trimestre anterior. Este endurecimiento en las presiones inflacionarias complica el panorama para la Fed, que deberá balancear cuidadosamente su política monetaria en los próximos meses para evitar frenar la economía. Las reacciones en el mercado no se hicieron esperar y la caída inicial de los índices fue significativa, con el S&P 500 perdiendo más del 2% al comienzo de la sesión. No obstante, el panorama cambió durante el transcurso del día, cuando algunas señales positivas comenzaron a surgir, principalmente asociadas a los resultados trimestrales de las grandes firmas del sector tecnológico. Microsoft sorprendió positivamente con reportes de ingresos sólidos impulsados por su división en la nube, lo que alentó a los inversores a reevaluar la percepción de riesgo en este sector.
Meta, la gigante de las redes sociales, también superó las expectativas, presentando un sólido pronóstico para el siguiente trimestre a pesar del temor a una desaceleración en los ingresos por publicidad en un contexto de tensiones comerciales. El desempeño positivo de estas compañías no solo contribuyó a frenar las pérdidas, sino que permitió al S&P 500 y al Dow Jones cerrar la jornada en terreno positivo, extendiendo además sus rachas de ganancias más largas del año. Por otro lado, el Nasdaq Composite, más enfocado en tecnología, logró capear la tormenta para cerrar cerca de la línea de equilibrio tras una caída intra-session pronunciada. Sin embargo, estos episodios de recuperación no disipan las preocupaciones que los datos económicos han planteado. Los expertos alertan que el impacto de los aranceles y la guerra comercial podría manifestarse con mayor fuerza en la segunda mitad del año, lo que podría traducirse en una desaceleración económica más profunda, afectando directamente a sectores clave y condicionando la trayectoria de los mercados financieros.
Empresas como Caterpillar han puesto sobre la mesa escenarios con y sin la influencia de los aranceles, dejando claro que los costos adicionales derivados de estos impuestos representan un desafío significativo para el sector industrial y de la manufactura. Además, compañías como Stellantis han recortado sus perspectivas anuales, citando la incertidumbre relacionada con los aranceles como un factor importante en la revisión de sus proyecciones. El efecto dominó también ha afectado a los precios del petróleo, que experimentan su mayor caída mensual desde 2021, reflejando las inquietudes sobre la demanda futura en un contexto de ralentización económica global y la turbulencia arancelaria que afecta el comercio internacional. Los principales productores, como Arabia Saudita, parecen estar preparados para enfrentar un periodo prolongado de precios bajos, lo que añade una capa más de volatilidad en el mercado energético. Por otro lado, compañías como Nvidia han visto su valor desplomarse debido a señales de una demanda más débil en el sector de tecnología y la posible implementación de restricciones más estrictas en las exportaciones de chips, en una línea que busca controlar los avances tecnológicos en inteligencia artificial a nivel global.
Estas noticias generan incertidumbre y dificultan la recuperación sostenida del sector tecnológico. En el ámbito del consumo, Starbucks reportó una caída significativa en sus ventas comparables, la quinta consecutiva, destacando un cambio en los hábitos de los consumidores que buscan alternativas más baratas. Este comportamiento subraya la sensibilidad del mercado a la inflación y a las tensiones económicas que inciden en el poder adquisitivo de los hogares. A pesar de estos desafíos, la empresa continúa adaptando su estrategia para revertir la tendencia negativa. A nivel macroeconómico, la disputa política también influye en la narrativa del mercado.
El expresidente Trump ha atribuido la responsabilidad de la caída del PIB a la administración anterior, mientras que miembros actuales del gobierno destacan inversiones domésticas importantes, como la construcción de nuevas fábricas de semiconductores, que podrían fortalecer la economía a largo plazo. Este contraste refleja la profundidad del debate entorno a las políticas económicas y su impacto en el crecimiento. En resumen, el panorama actual de los mercados bursátiles refleja un equilibrio delicado entre factores económicos adversos y la resiliencia de ciertos sectores estratégicos, especialmente las grandes tecnológicas que continúan mostrando fortaleza a pesar de la incertidumbre. Los inversores se encuentran atentos a la evolución de las negociaciones comerciales, las decisiones de política monetaria y los próximos reportes corporativos que marcarán el tono de las jornadas venideras. La clave para navegar este escenario será la capacidad de interpretar correctamente las señales de crecimiento, inflación y empleo, así como el seguimiento cercano a las decisiones gubernamentales que podrían modificar el rumbo de la economía.
Mientras tanto, los mercados experimentan una mezcla de nerviosismo y esperanza, tratando de encontrar estabilidad en medio de una tormenta de datos contradictorios y acontecimientos políticos impredecibles.