Primark, la reconocida cadena británica de moda asequible, continúa consolidando su presencia en el competitivo mercado estadounidense a pesar de la creciente incertidumbre generada por las políticas arancelarias impulsadas por la administración de Donald Trump. Esta determinación fue reafirmada por George Weston, director ejecutivo de Associated British Foods (AB Foods), la compañía matriz de Primark, quien enfatizó que la empresa está decidida a expandir su red de tiendas en Estados Unidos y alcanzar un total de 60 establecimientos para el año 2026. Actualmente, Primark opera 29 tiendas en suelo estadounidense, y ya ha firmando contratos para abrir 18 locales adicionales. Este plan ambicioso se desarrolla en un contexto económico caracterizado por una volatilidad significativa en el sistema de tarifas y exenciones aplicadas a la importación de productos, especialmente aquellas relacionadas con el sector textil y de la moda. El panorama arancelario estadounidense ha sido fuente de dudas y reservas para muchas empresas que contemplan inversiones o expansiones en el país.
La administración Trump implementó numerosas medidas que incluyen incrementos tarifarios, suspensiones temporales y exenciones puntuales, afectando directamente el costo y la dinámica de los productos importados. Sin embargo, George Weston aseguró que Primark está preparada para absorber los impactos económicos derivados de estas decisiones y que adoptarán una estrategia de evaluación continua antes de hacer ajustes sustanciales. Primark ha identificado una oportunidad dentro de esta incertidumbre gracias a la decisión de la administración estadounidense de eliminar la exención llamada "de minimis". Esta exención permitía que las importaciones con un valor menor a 800 dólares ingresaran al país sin estar sujetas al pago de aranceles, favoreciendo la competitividad de minoristas en línea, como Shein, que se han popularizado por ofrecer productos a precios muy bajos. La desaparición de esta exención abre la puerta para que retailers con presencia física y un modelo de negocios basado en el valor, como Primark, ganen terreno al atraer consumidores que buscan productos accesibles, pero con la experiencia de compra tradicional, presencial y con disponibilidad inmediata.
El ejecutivo de AB Foods argumentó que la eliminación de "de minimis" podría motivar a muchos estadounidenses a regresar a los centros comerciales y tiendas físicas en busca de mejores precios y valor, una oportunidad clara para Primark, cuyo modelo de ventas ha sido reconocido por combinar calidad razonable y precios competitivos. La estrategia de expansión en Estados Unidos representa un reto importante para Primark, dado que otras grandes cadenas británicas de retail, como Marks & Spencer y Tesco, han sufrido fracasos previos en ese mercado. Sin embargo, la empresa confía en que su propuesta de valor, sumada a su capacidad de adaptación frente a un entorno arancelario volátil, les permitirá construir una base sólida de clientes y expandirse con éxito. Desde el punto de vista financiero, AB Foods ha presentado resultados positivos que respaldan la visión de Weston y su equipo para enfrascarse en este proyecto. La confianza en la viabilidad y rentabilidad de la expansión se basa no solo en los aspectos económicos sino también en la comprensión profunda del mercado local y de las tendencias de consumo estadounidense, que actualmente valoran las opciones asequibles sin sacrificar estilo y calidad.
Además, Primark está aprovechando su experiencia global para diseñar una oferta comercial adaptada a las necesidades específicas de los consumidores de Estados Unidos. Esto incluye ajustes en los surtidos de productos, atención al cliente, estrategias de marketing y localización de sus tiendas en zonas estratégicas. La marca entiende que el éxito en este mercado requiere más que replicar el modelo europeo, demandando una comprensión detallada de las dinámicas culturales y comportamentales del consumidor norteamericano. El panorama actual, aunque complicado por las fluctuaciones políticas y económicas, presenta también una oportunidad para que retailers capaces de innovar y ser resilientes se destaquen y capturen el interés de un público que busca valor real. La apuesta de Primark por mantener su hoja de ruta en Estados Unidos a pesar de los riesgos asociados a la política arancelaria demuestra un compromiso a largo plazo que puede traducirse en un crecimiento sostenido y un posicionamiento preferente en una de las economías más grandes del mundo.
En conclusión, Primark está navegando con cautela pero con determinación frente a la incertidumbre arancelaria estadounidense. Su visión estratégica, enfocada en absorber impactos temporales y aprovechar cambios en las políticas de importación, le da una ventaja competitiva frente a otros actores. La marca confía en que su propuesta asequible y su experiencia retail en el mercado físico serán claves para atraer a nuevos clientes y consolidar una presencia robusta que impulse su crecimiento futuro en Estados Unidos, superando así las dificultades que han enfrentado otros competidores británicos en el mismo territorio.