El 7 de mayo de 2024, Ethereum vivió un momento decisivo con la activación oficial de la actualización Pectra, considerada la mayor bifurcación desde The Merge, la trascendental transición que llevó a Ethereum de un consenso de prueba de trabajo (PoW) a prueba de participación (PoS). Esta actualización supone un paquete integrado de 11 Propuestas de Mejora de Ethereum (EIPs, por sus siglas en inglés) que prometen transformar tanto la experiencia del usuario como la infraestructura técnica de la red. Pectra es un juego de palabras originado de la combinación de dos propuestas de actualización: Prague y Electra, que se aplican simultáneamente en las capas de ejecución y consenso de Ethereum, respectivamente. Su lanzamiento, inicialmente programado para 2024, experimentó varios retrasos debido a su complejidad y a pruebas fallidas en redes de testnet, pero finalmente llegó en el primer trimestre de 2025 para satisfacer las altas expectativas de la comunidad. Uno de los pilares fundamentales de Pectra es la abstracción de cuentas, facilitada principalmente a través de la implementación de EIP-7702.
Esta iniciativa dota a las carteras Ethereum de capacidades de contratos inteligentes que permiten funciones avanzadas como las transacciones patrocinadas. Es decir, un tercero, generalmente una aplicación descentralizada (dApp), puede cubrir los costos de gas del usuario, sin que este tenga que intervenir directamente en el pago. Esta mejora busca aportarle a la red una mayor accesibilidad y atractivo para nuevos usuarios, además de emular características vistas en otras cadenas como Solana. Además, la actualización introduce tecnologías para autenticación mediante passkeys, una solución que incrementa la seguridad y simplifica el acceso a las carteras. También se incluye la agrupación o “bundling” de transacciones, que elimina la necesidad de aprobaciones manuales repetidas para el intercambio o depósito de tokens en diferentes aplicaciones, ganando así en fluidez y usabilidad.
Otro aspecto innovador es la inclusión de mecanismos para limitar el gasto de tokens autorizados por dApps y establecer límites diarios de salida de fondos desde una cartera, fortaleciendo así el control y la protección de los usuarios frente a eventuales vulnerabilidades. En cuanto a los validadores, un grupo clave para la seguridad y operación de la red, Pectra aporta mejoras sustantivas en su experiencia y rendimiento. La EIP-7251 eleva el balance efectivo máximo de staking de 32 ETH a 2048 ETH, lo que permite a los validadores consolidar múltiples nodos en una sola entidad. Este cambio puede reducir costes de hardware y complejidad operativa, facilitando que grandes validadores administren sus operaciones con mayor eficiencia y potencialmente con mayores ganancias. Dado que la red Ethereum cuenta ya con más de un millón de validadores, la consolidación de nodos ayuda a reducir la latencia que puede congestionar la cadena, mejorando el rendimiento global.
Por otro lado, la introducción de las retiradas desencadenables a nivel de la capa de ejecución (EIP-7002) trae novedades relevantes: ahora los validadores pueden utilizar direcciones Ethereum para retirar sus fondos sin necesidad de una clave activa para firmar, permitiendo así la creación y funcionamiento de pools de staking sin intermediarios que gestionen salidas y pagos, reforzando la confianza y transparencia en el ecosistema. Asimismo, la reducción del retraso en la incorporación de depósitos a la cola de validadores, de nueve horas a aproximadamente trece minutos (EIP-6110), optimiza la eficiencia, haciendo que el proceso sea mucho más ágil y atractivo para quienes deseen participar en la red. Uno de los campos donde Pectra promete un impacto notable es en la escalabilidad mediante la mejora y ampliación de los blobs, unidades temporales de almacenamiento de datos en la cadena base. Con EIP-7691 se duplica la capacidad de blobs disponibles, pasando de tres con un máximo de seis en picos de demanda a seis con un máximo de nueve. Esta evolución es crucial para las soluciones de capa 2 (L2), que utilizan los blobs para almacenar información de manera económica en la blockchain principal, lo que puede reducir los costos de gas entre diez y cien veces.
Este aumento permitirá que la red procese más rápidamente un mayor volumen de datos, aliviando la congestión que históricamente ha afectado a Ethereum en momentos de alta actividad. Además, otras propuestas, como la EIP-7623, han ajustado las tarifas de datos llamados calldata para incentivar que los rollups y otras soluciones de escalado utilicen blobs en lugar de métodos tradicionales, haciendo el sistema más eficiente y económico. La normalización en la programación de blobs (EIP-7840) prepara el terreno para futuras expansiones de esta tecnología, asegurando que la red pueda escalar de forma continua sin complicaciones añadidas, facilitando el desarrollo presente y venidero. Además, aunque más aplicadas a aspectos técnicos internos, otras mejoras incluidas en Pectra no son menos importantes. EIP-7685 crea formatos estandarizados para la comunicación entre la capa de ejecución y la de consenso, un paso esencial para la compatibilidad y estabilidad de futuros upgrades.
La EIP-7549 reduce la cantidad de datos innecesarios en los mensajes de consenso, disminuyendo requerimientos de almacenamiento y ancho de banda para los validadores, lo que se traduce en una red más ágil y sostenible. En el ámbito de la criptografía, EIP-2537 acelera y hace menos costoso el proceso de verificación de firmas BLS, fundamentales para operaciones de staking y puentes intercadena, optimizando recursos y seguridad. Finalmente, la EIP-2935 permite a los contratos inteligentes acceder a hashes de bloques antiguos, extendiendo su almacenamiento y posibilitando nuevas funcionalidades para desarrolladores, como pruebas de aleatoriedad, sistemas de oráculos descentralizados y mecanismos de confianza mejorados. El impacto de Pectra, aunque refleja solo un aumento moderado en el precio de ETH, con un alza cercana al 2% y un valor aproximado de 1840 dólares al momento de su lanzamiento, es mucho más profundo en términos tecnológicos y estratégicos para Ethereum. La Fundación Ethereum, bajo una nueva dirección y presionada por el bajo rendimiento y el sentimiento negativo en el ecosistema, ha encontrado en este upgrade una oportunidad para mostrar avances concretos y renovar la confianza de sus usuarios y desarrolladores.