En abril de 2025, las acciones de Starbucks experimentaron una caída significativa del 18%, un descenso que llamó la atención tanto de inversionistas como de analistas del mercado. Este fenómeno no solo refleja cambios en el desempeño interno de la empresa, sino también el impacto de factores externos como las tensiones comerciales internacionales. Comprender las causas detrás de esta caída es fundamental para evaluar el futuro de una de las marcas más reconocidas a nivel global en la industria del café y la restauración. Uno de los eventos clave que afectó el valor de las acciones de Starbucks fue el anuncio de los llamados aranceles de "Liberación", impuestos inicialmente por la administración del expresidente Donald Trump. Aunque en un primer momento estos aranceles generaron incertidumbre en varios sectores económicos, el impacto sobre Starbucks fue particularmente relevante debido a su presencia significativa en dos mercados principales: Estados Unidos y China.
Ambos países representan los mayores volúmenes de ventas y crecimiento para la compañía, y cualquier conflicto comercial entre ellos repercute directamente en las expectativas de inversión y rendimiento. Además, el sector en el que opera Starbucks es particularmente sensible a las condiciones económicas generales, dado que los gastos en restaurantes y consumo fuera del hogar suelen ser considerados discrecionales. En tiempos en que la economía global enfrenta riesgos de recesión, los consumidores tienden a reducir gastos en áreas no esenciales, lo que afecta el volumen de ventas en establecimientos como Starbucks. En la misma línea, aunque los costos derivados de la importación de granos de café no parecen ser un problema mayor debido a estrategias de cobertura de precios, el aumento general de costos de operación, incluido el incremento en la inversión de mano de obra, ha impactado las finanzas de la empresa. Starbucks ha reforzado su estrategia "Back to Starbucks", que implica una mayor dedicación de recursos para mejorar la experiencia del cliente y fomentar la lealtad.
Esta inversión, aunque positiva a mediano y largo plazo, tuvo un efecto inmediato en los márgenes operativos y en la rentabilidad ajustada. Los resultados del segundo trimestre fiscal presentados a finales de abril confirmaron algunas de estas preocupaciones. Starbucks reportó que las ventas comparables disminuyeron un 1% y los ingresos totales cayeron un 2%. Más alarmante fue el descenso del 40% en las ganancias por acción ajustadas, que se situaron en 0.41 dólares, y la reducción de 460 puntos base en el margen operativo ajustado, bajando al 8.
2%. Estos números no cumplieron con las expectativas del mercado, lo que llevó a una caída inmediata en el precio de las acciones. El CEO Brian Niccol, que asumió el liderazgo tras su exitoso paso por Chipotle, ha subrayado en declaraciones públicas que, a pesar de los desafíos actuales, la recuperación y la transformación de Starbucks están en marcha. Su enfoque se centra en reposicionar a la empresa mediante la innovación en productos, la mejora en la experiencia del cliente y la expansión en mercados estratégicos. Sin embargo, la paciencia de los inversionistas será crucial para que esta estrategia pueda materializarse completamente.
Adicionalmente, el contexto macroeconómico y geopolítico sigue siendo una fuente de incertidumbre. La vigilia de posibles guerras comerciales entre Estados Unidos y China genera volatilidad en los mercados bursátiles y afecta de forma directa a multinacionales con exposición en ambos países como Starbucks. Aunque se anunció una pausa de 90 días en algunos aranceles, la percepción entre los inversionistas no fue del todo positiva, manteniendo el sentimiento de riesgo sobre el sector. La comparación con el comportamiento del índice S&P 500 durante el mes de abril revela un patrón interesante. Mientras que el mercado general experimentó una ligera baja, Starbucks cayó con más fuerza al inicio del período y no logró recuperarse en la misma medida hacia finales del mes.
Esto indica que los problemas enfrentados por la cadena de café no solo obedecen a factores de mercado amplios, sino también a cuestiones específicas de la empresa y el sector. Por otro lado, la expectativa de una recesión global ha impulsado a los consumidores a ser más cautos en sus gastos, lo que implica un desafío adicional para compañías que dependen del consumo discrecional. Starbucks, con su modelo de negocio basado en la venta de bebidas y alimentos premium, se encuentra en una posición vulnerable ante esta realidad. Las perspectivas a futuro apuntan a que Starbucks tendrá que mantener un equilibrio entre la inversión en su transformación operativa y la conservación de la rentabilidad para sus accionistas. La mejora en la eficiencia, el control de costos y la innovación continua serán aspectos fundamentales para revertir la caída de las acciones y retomar la senda de crecimiento sostenible.