El presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), Gary Gensler, se ha convertido en el centro de una controversia política sobre el enfoque regulatorio que ha adoptado su administración, especialmente en el ámbito de las criptomonedas. Durante una reciente audiencia ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, varios legisladores no escatimaron en críticas y acusaciones, señalando que Gensler ha transformado la SEC en una agencia "rogue" y que su liderazgo ha sido "históricamente destructivo". La audiencia, llevada a cabo el 24 de septiembre, fue un foro tenso en el que los legisladores expresaron su frustración con la política de "enforcement" de la SEC en relación con el sector de criptomonedas. El representante Pete Sessions fue uno de los más fervientes críticos, acusando a Gensler de "enforcement selectivo" y de actuar de manera arbitraria. Estas acusaciones resonaron entre muchos en la sala, reflejando un creciente descontento con cómo la SEC ha manejado la regulación de las criptomonedas, un sector que ha crecido exponencialmente en los últimos años.
Uno de los puntos más destacados de la sesión fue el intercambio áspero entre Gensler y el representante Patrick McHenry, quien afirmó que Gensler había llevado a la SEC por un camino peligroso: “Te has convertido en el presidente de una agencia fuera de control”, enfatizó McHenry. La naturaleza intensa del monitoreo regulatorio de la SEC ha sido un tema recurrente en el discurso político, especialmente a medida que las criptomonedas continúan evolucionando y ganando aceptación tanto por parte de inversores como de instituciones. El representante Tom Emmer también fue directo en su crítica al presidente de la SEC, acusándolo de abusar de las herramientas de cumplimiento. Emmer, en una declaración contundente, afirmó: “Tus inconsistencias han retrasado a este país. Podríamos no haber tenido un presidente de la SEC más destructivo o sin ley en la historia”.
Esta serie de declaraciones incisivas subraya una preocupante división entre los reguladores y los responsables políticos, lo que plantea dudas sobre el futuro del marco regulatorio en el que opera la industria de las criptomonedas. Ante tal andanada de críticas, Gensler se defendió asegurando que estaba cumpliendo con su deber de hacer cumplir las leyes existentes, que considera apropiadas para el sector de criptomonedas. “Hay leyes en vigor. Si el Congreso desea cambiarlas, lo hará. Pero estamos haciendo cumplir la ley, y hay muchas personas dentro de este campo que no están siguiendo las leyes”, argumentó Gensler.
Este punto de vista se ha visto reforzado por su enfoque hacia el concepto de “regulación mediante la ejecución”, que ha sido un tema de gran controversia. Sin embargo, no todo el apoyo a Gensler provino de aquellos en los escaños republicanos. La comisionada Hester Peirce, una voz crítica dentro de la SEC, se manifestó contra la terminología utilizada por la agencia, sugiriendo que se ha “descuidado” su deber regulador al no ser más precisa. Peirce se refirió a la amplia ambigüedad respecto al término “crédito de activo digital”, afirmando que debió haberse retirado hace tiempo. Su comentario refleja la creciente ansiedad incluso dentro de la propia SEC sobre cómo abordar el tema de las criptomonedas y el marco legal que las rodea.
Uno de los casos que atrajo la atención durante la audiencia fue el caso de Debt Box, donde la SEC alegó un fraude de 50 millones de dólares. Este caso, que finalmente fue desestimado, provocó una respuesta negativa hacia la SEC, que fue obligada a pagar 1.8 millones de dólares en honorarios. Emmer acusó a los abogados de la SEC de fabricar mentiras para apoyar la retórica "anti-cripto" de Gensler, lo que provocó un mayor escrutinio de las prácticas regulatorias de la agencia. Gensler se vio obligado a admitir que “los asuntos en ese caso no fueron bien manejados”, un reconocimiento que resalta la presión que enfrenta su administración.
A pesar de esta crítica, Gensler firmemente defendió la validez de la Bulletin de Contabilidad No. 121 de la SEC, a pesar de la presión de 42 políticos estadounidenses para que fuera derogada. La resistencia de Gensler a reformular esta política convinció a muchos de que su enfoque se centra en la preservación de la seguridad y la alineación con las normas contables existentes, aunque muchos crean que la regulación está obstaculizando la innovación en tecnología financiera. La situación se tornó aún más intrigante cuando el representante Brad Sherman, conocido por ser un crítico decidido de Bitcoin y otras criptomonedas, fue uno de los pocos en alabar a Gensler por su enfoque normativo. Sherman declaró: “Gracias por enfrentar a las criptomonedas.
Gracias por defender los derechos de aquellos inversores que se preocupan por el impacto ambiental de sus inversiones”. Este respaldo, aunque aislado, demuestra que hay quienes ven en la acción de Gensler una defensa necesaria y vital de la protección del inversor en un espacio que, a menudo, puede parecer caótico y poco regulado. Sin embargo, el creciente desencanto entre los legisladores sobre la postura de Gensler y la SEC plantea preguntas cruciales sobre el futuro. Mientras muchos celebran un enfoque más estricto y riguroso hacia las criptomonedas, otros temen que estas acciones puedan sofocar una innovación crítica y generar incertidumbre en un espacio que busca establecerse como una parte fundamental de la economía moderna. La pregunta que todos se hacen es: ¿qué sigue para Gary Gensler? Con tensiones que aumentan y un paisaje político que siempre cambia, su continuidad como presidente de la SEC podría depender de cómo se desarrolle la situación en el futuro cercano.
Si Donald Trump regresa al poder, es probable que Gensler enfrente un despido inminente. Por otro lado, si la vicepresidenta Kamala Harris asume la presidencia, los rumores han sugerido que podría estar en línea para un papel en el Tesoro. Mientras tanto, la comunidad de criptomonedas observa con atención, preguntándose no solo cómo las regulaciones afectarán a sus activos, sino también cómo se desarrollará esta lucha de poder en el seno del gobierno estadounidense sobre la mejor manera de abordar el futuro de las finanzas digitales.