En la era digital actual, donde las comunicaciones telefónicas son vitales para la vida cotidiana y los negocios, la integridad de las llamadas es más importante que nunca. La proliferación de llamadas automáticas fraudulentas, conocidas comúnmente como robocalls, representa una amenaza significativa para los consumidores, generando molestias, estafas y pérdidas económicas. Reconociendo este desafío global, la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) ha dado un paso importante para cerrar una brecha crítica en la lucha contra las robocalls que utilizan redes tradicionales no basadas en Protocolo de Internet (IP). Desde hace varios años, la FCC ha promovido y respaldado el marco STIR/SHAKEN, un conjunto de protocolos de autenticación diseñados para preservar la honestidad y veracidad del identificador de llamadas. Este sistema digitaliza la llamada asignándole una especie de “huella digital” que permite verificar la legitimidad del origen de la llamada y detectar posibles fraudes.
Sin embargo, este mecanismo enfrenta un problema notable: cuando una llamada atraviesa infraestructuras antiguas o redes no-IP, esta huella digital puede perderse o ser “lavada”, lo que facilita que estafadores se aprovechen de esta vulnerabilidad para suplantar números y evadir filtros de seguridad. El 28 de abril de 2025, la FCC anunció un proyecto para abordar exactamente esta problemática, proponiendo nuevas regulaciones que exijan que las llamadas que pasen a través de redes no-IP mantengan intacta su autenticidad mediante la preservación del marco STIR/SHAKEN. Esta iniciativa no solo implica el cierre de una brecha técnica sino que define un poderoso avance hacia la protección del consumidor y la reducción de los robocalls maliciosos. La implementación efectiva del marco STIR/SHAKEN en redes IP ha demostrado resultados prometedores en la reducción de fraudes telefónicos. No obstante, una gran parte de la infraestructura de telecomunicaciones aún depende de tecnologías legadas no basadas en IP.
Esto crea un espacio por donde las llamadas ilegítimas pueden transitar sin ser detectadas. El proyecto presentado por la FCC contempla establecer criterios claros para determinar si las soluciones tecnológicas aplicadas cumplen con los estándares de la Ley TRACED, una legislación que busca combatir el robo de identidad telefónica y el spam. Entre las propuestas principales destaca la implementación obligatoria de mecanismos de certificación periódica para los proveedores de servicios telefónicos, asegurando que estos cumplan con las nuevas reglas y mantengan la autenticación adecuada incluso en las llamadas que atraviesen redes no-IP. La medida también señala que los proveedores dispondrán de un plazo de dos años para adaptarse a estas normativas una vez que se finalicen y aprueben oficialmente. Este enfoque proactivo es vital para atacar la raíz de la problemática: impedir que los delincuentes se aprovechen de las debilidades tecnológicas para perpetrar estafas que afectan tanto a consumidores individuales como a empresas.
Las llamadas fraudulentas no solo molestan o interrumpen, sino que promueven actividades ilegales que pueden derivar en robo de datos personales, acceso no autorizado a cuentas bancarias y otros fraudes financieros. Los efectos negativos de las robocalls también impactan la confianza general en el sistema de telecomunicaciones, lo que puede conducir a la desconfianza por parte del usuario y al deterioro en la calidad percibida del servicio. Por ello, la acción de la FCC refleja un compromiso serio y sostenido con la innovación y actualización de las políticas regulatorias, siempre enfocadas en brindar mayor seguridad y tranquilidad a los usuarios. Es importante resaltar que la propuesta de la FCC está abierta a comentarios públicos, invitando a proveedores, expertos y demás interesados a aportar ideas y sugerencias para mejorar el marco regulatorio. Este diálogo entre reguladores y sector privado es fundamental para establecer soluciones técnicas viables, eficientes y que permitan la integración armoniosa de nuevas tecnologías con infraestructuras existentes.
La eliminación de las demoras previas en la implementación del marco de autenticación para llamadas no-IP representa una señal clara de que la FCC quiere acelerar la adopción de estándares modernos que nivelen la protección en toda la red telefónica nacional. Esta decisión llega tras años de solicitar la implementación adecuada, reflejando la creciente presión para enfrentar la crisis de las llamadas automáticas ilegales. A nivel global, esta iniciativa puede servir como modelo para otros países que enfrentan retos similares con sus sistemas de telecomunicaciones, especialmente en regiones donde las redes legadas todavía desempeñan un rol central. La combinación de tecnologías modernas y mejores prácticas regulatorias es indispensable para responder a las amenazas del cibercrimen y garantizar un entorno digital más seguro. En conclusión, la propuesta de la FCC para cerrar la brecha en las redes no-IP y asegurar la autenticidad de las llamadas a través del marco STIR/SHAKEN representa un avance significativo en la protección del consumidor contra las llamadas automáticas fraudulentas.
Este esfuerzo demuestra el compromiso de renovar y fortalecer la infraestructura telefónica para garantizar que la digitalización y autenticación de llamadas sea una realidad plena, incluso en tecnologías más antiguas. A medida que se desarrollen e implementen estas normas, los usuarios podrán experimentar un entorno de comunicaciones más seguro, confiable y resistente a los abusos de los robocallers.