La jubilación ha sido tradicionalmente una etapa anticipada con grandes expectativas y, a la vez, numerosas incertidumbres financieras. Muchos estadounidenses han tratado de definir un 'número mágico' que represente el ahorro necesario para vivir sin preocupaciones económicas durante su retiro. En 2025, este número ha experimentado un cambio significativo, una reducción que ha despertado interés y debates entre economistas, planificadores financieros y los propios trabajadores. Esta evolución refleja cambios profundos en la economía, en los hábitos de ahorro y en las expectativas de vida laboral. Según el estudio anual de Northwest Mutual Planning & Progress 2025, la cifra que los estadounidenses consideran necesaria para retirarse cómodamente ha disminuido a 1.
26 millones de dólares. Esta cantidad es aproximadamente 200,000 dólares menos que el número reportado en 2024, cuando se estimó en 1.46 millones. Sin embargo, este nuevo valor vuelve a acercarse a las proyecciones de años anteriores, como las de 2022 y 2023, lo que sugiere un retorno al pensamiento previo a un aumento abrupto observado el año pasado. Una de las razones principales detrás de esta reducción está relacionada con la inflación.
Tras alcanzar niveles récord en el verano de 2022, la inflación ha comenzado a disminuir lentamente, aunque de manera irregular. La percepción general sobre la inflación futura en 2024 fue menos preocupante, lo que ha influido en las expectativas de ahorro para la jubilación. Cuando la inflación se estabiliza o baja, la necesidad de una mayor cantidad de ahorros para cubrir los gastos a largo plazo disminuye, puesto que el poder adquisitivo del dinero no se erosiona tan rápidamente. Esto explica en parte por qué la cifra mágica ha decrecido. Otra variable que ha cambiado significativamente es la forma en que los estadounidenses ven la jubilación misma.
Tradicionalmente, la edad para retirarse ha sido alrededor de los 65 años, pero cada vez más trabajadores planean alargar su vida laboral. Cerca del 50% no espera retirarse antes de los 65 años y casi el 40% prevé hacerlo a los 70 años o incluso más tarde o no planean retirarse en absoluto. Este cambio en la mentalidad implica que habrá menos años de jubilación que financiar y simultáneamente mayores ingresos durante la etapa laboral avanzada. Esto puede aliviar la presión sobre la necesidad de acumular una suma tan grande para la jubilación. Para entender si esta cifra es realmente adecuada, es necesario analizar el gasto promedio durante la jubilación.
De acuerdo a datos del Buró de Estadísticas Laborales de EE.UU. para 2023, el gasto promedio de un hogar con un jefe de familia mayor de 65 años fue de aproximadamente 60,087 dólares al año. Al considerar que la mayoría de los jubilados reciben beneficios del Seguro Social —que en marzo de 2025 promediaban alrededor de 1,997 dólares al mes, o poco menos de 24,000 dólares anuales—, surge la necesidad de contar con ingresos adicionales que cubran aproximadamente 36,000 dólares para mantener un nivel de vida cómodo. Este análisis muestra que tener cerca de 1.
26 millones de dólares guardados puede ser razonable, siempre que la planificación financiera sea adecuada y se tengan en cuenta las fuentes de ingreso, los gastos y las posibles eventualidades durante la jubilación. Sin embargo, el ahorro no es el único factor; el acceso a instrumentos financieros seguros, la diversificación de inversiones y la consideración de variables como la salud y la esperanza de vida también son cruciales. Además, es fundamental reconocer que el camino para alcanzar esta cifra mágica no es idéntico para todos. Las condiciones laborales, ingresos, deudas y prioridades personales varían, lo que hace imprescindible una planificación personalizada. Expertos en finanzas sugieren que quienes están menos preparados para su jubilación deberían enfocarse en acciones inmediatas y prácticas, orientadas a maximizar la capacidad de ahorro y aprovechar instrumentos accesibles para invertir de forma segura y rentable.
El contexto actual de la economía mundial y local influye considerablemente en las decisiones relacionadas con el retiro. Más allá de la inflación, factores como la volatilidad del mercado bursátil, cambios en políticas de seguridad social y en regulaciones financieras, junto con la evolución demográfica, moldean la manera en que las personas abordan la planificación de su jubilación. La incertidumbre económica puede generar ansiedad, pero también invita a adoptar estrategias flexibles y a estar informados para tomar decisiones acertadas. Desde una perspectiva cultural y social, la jubilación también está viviendo transformaciones. A medida que la longevidad aumenta y las personas gozan de mejor salud, la etapa que una vez fue considerada un retiro total de la vida laboral puede convertirse en una fase activa de proyectos personales, empleo a tiempo parcial o emprendimientos.
Esta tendencia puede llevar a un cambio en la necesidad financiera real y su distribución en el tiempo. Por último, es importante no caer en la trampa de buscar soluciones rápidas o mágicas para un asunto tan complejo. La cifra del millón y pico de dólares debe entenderse como un punto de referencia, no como una regla rígida. La educación financiera, el asesoramiento profesional y la toma de decisiones informadas son los pilares para asegurar una jubilación relajada y satisfactoria. Adaptar el plan a la realidad económica personal y a los cambios en el entorno económico y social puede marcar la diferencia.
En resumen, si bien el 'número mágico' para la jubilación en Estados Unidos ha disminuido en 2025, esto refleja un conjunto de factores interrelacionados como la disminución de la inflación, los cambios en la edad de retiro y las expectativas respecto al gasto futuro. Para quienes se preparan para la jubilación, comprender estas variables y actuar en consecuencia es más importante que nunca. Mantenerse informado, planificar con anticipación y ser flexible en el enfoque financiero serán las claves para alcanzar una jubilación confortable y segura.