MicroStrategy, la compañía de software encabezada por Michael Saylor, ha dado un paso aún más audaz en su estrategia para consolidarse como uno de los mayores poseedores corporativos de Bitcoin. Entre el 5 y el 11 de mayo de 2025, la empresa anunció la adquisición de 13.390 bitcoins adicionales, gastando un total de aproximadamente 1,34 mil millones de dólares. Con un precio promedio de 99.856 dólares por unidad, esta compra no sólo amplía su posicionamiento en el mercado, sino que también cumple anticipadamente uno de sus más ambiciosos objetivos financieros para el año.
Esta operación eleva los activos totales en Bitcoin de MicroStrategy a 568.840 bitcoins, con un precio promedio de adquisición de 69.287 dólares por moneda y un valor total aproximado de 39,4 mil millones de dólares. Estos números reflejan la determinación de la compañía por mantener una política agresiva de acumulación en torno a esta criptomoneda, en un contexto de alta volatilidad y debate constante sobre su futuro económico. Desde la perspectiva de Michael Saylor, cofundador y vocal defensor de Bitcoin, la maniobra responde a una lógica clara y fundamentada en rendimientos a largo plazo.
Según sus propias palabras publicadas en la red social X, MicroStrategy ha superado su meta original de un rendimiento de Bitcoin para 2025, marcando una tasa de retorno del 15,5% a lo largo del año hasta la fecha. Esta cifra es especialmente significativa considerando que recientemente la empresa había elevado su expectativa inicial del 15% al 25%, demostrando un optimismo y confianza renovados en el mercado de las criptomonedas. Sin embargo, la estrategia de MicroStrategy no ha estado exenta de críticas sustanciales. Una de las voces más prominentes en contra es Peter Schiff, un inversionista y comentarista fiscal conocido por su escepticismo respecto a Bitcoin. Schiff argumenta que las adquisiciones masivas de MicroStrategy tenderán a elevar el costo promedio de compra por encima de los niveles sostenibles, haciendo que en eventuales correcciones de precio la empresa enfrente dificultades financieras severas.
Su preocupación reside además en el nivel de apalancamiento que la compañía habría utilizado para financiar estas compras, lo que podría convertir pérdidas en papel en pérdidas reales si la volatilidad se vuelve adversa. La controversia no se limita a las opiniones individuales. Diversas fuentes reportan que incluso otras entidades importantes dentro del ecosistema criptográfico han optado por mantener distancia respecto al modelo agresivo de acumulación de MicroStrategy. Por ejemplo, la casa de cambio Coinbase habría considerado adoptar una estrategia similar, pero finalmente descartó la idea debido a los riesgos asociados, particularmente en términos de sustentabilidad y riesgo de liquidez. Pese a estos escollos y divergencias, Michael Saylor mantiene su apuesta y filosofía.
Para él, Bitcoin representa no sólo un activo digital revolucionario sino también una reserva de valor que justifica la acumulación sostenida pese a las turbulencias del mercado. El impacto de esta estrategia ya se siente en los movimientos bursátiles y la percepción general del valor de MicroStrategy, que a pesar de ciertas fluctuaciones recientes presenta una tasa de crecimiento anual compuesta que supera el 130%. Además, la atención a sus movimientos ha atraído considerables análisis por parte de expertos financieros y medios especializados. La compra reciente de más de mil millones de dólares en Bitcoin ha captado la mirada de inversores tradicionales y aficionados al cripto por igual, que observan cómo se define dentro de este contexto un nuevo tipo de capitalismo digital, donde las grandes empresas no solo operan con criptomonedas, sino que las usan activamente como herramientas estratégicas en su búsqueda de rentabilidad y valor a largo plazo. La volatilidad inherente a Bitcoin sigue siendo un factor clave.
A pesar de la confianza de Saylor y compañía, el mercado de criptomonedas continúa siendo altamente sensible a noticias económicas globales, regulaciones y cambios tecnológicos, entre otros. Este dinamismo puede traducirse en oscilaciones de precios que representan tanto oportunidades como riesgos extremos, poniendo a prueba la resistencia financiera y estratégica de empresas que apuestan de forma masiva. La evolución de esta historia es fundamental para entender el futuro del sector. MicroStrategy ha creado un precedente importante sobre cómo una empresa pública puede incorporar Bitcoin a su esquema financiero empresarial y de inversión. Si bien la estrategia puede verse como arriesgada, también podría convertirse en un modelo para otras firmas que busquen diversificar sus activos en un mundo cada vez más digitalizado.