En un mercado dominado por smartphones convencionales, donde la innovación muchas veces se traduce en cambios marginales, la firma tecnológica Nothing regresa con una propuesta que busca romper las reglas establecidas. Su segundo teléfono modular, el CMF Phone 2 Pro, promete no solo una importante evolución técnica respecto a su antecesor, sino también un replanteamiento del concepto de modularidad para dispositivos móviles, algo que pocos fabricantes han intentado y menos conseguido en la práctica. El CMF Phone 2 Pro no es un teléfono modular típico en el sentido tradicional de la palabra. A diferencia de tecnologías modulares más ambiciosas que permitían desarmar el dispositivo para intercambiar componentes internos, este teléfono abraza un sistema modular basado en accesorios que se fijan mediante tornillos o imanes sobre el cuerpo del dispositivo. Esta decisión de diseño implica varios cambios relevantes en la experiencia del usuario y en la compatibilidad con accesorios.
En cuanto a especificaciones técnicas, el Phone 2 Pro sorprende al posicionarse dentro de la gama media, ofreciendo un hardware competitivo para su rango de precio. Cuenta con una pantalla OLED brillante con tasa de refresco de 120 Hz, que asegura una experiencia visual fluida y vibrante. La configuración de cámara trasera es triple, destacando un sensor principal de 50 megapíxeles con zoom 2x que mejora la calidad y versatilidad en fotografía, aspectos que suelen ser deficitarios en terminales de precio similar. El almacenamiento base es de 128GB, permitiendo suficiente espacio para aplicaciones, multimedia y archivos, mientras que la batería tiene suficiente autonomía para cubrir un día completo sin inconvenientes. El Phone 2 Pro funciona con Nothing OS basado en Android 15, garantizando tres años de actualizaciones del sistema y seis años de parches de seguridad, un compromiso importante en términos de soporte a largo plazo.
En cuanto a la modularidad, el teléfono introduce un sistema distinto al modelo original. En lugar de poder retirar la tapa trasera para instalar módulos, el nuevo diseño utiliza cubiertas que se atornillan encima del cuerpo existente del teléfono. Esto posiblemente ha permitido mejorar la resistencia al agua de IP52 a IP54. Sobre estas cubiertas se colocan los módulos, incluyendo una funda con soporte integrada que también funciona como una billetera de tarjeta, un cordón color naranja vibrante y lentes fotográficas intercambiables que se fijan mediante un anillo de plástico alrededor de la cámara. Las lentes adicionales consisten en un par de módulos diseñados para ampliar las funcionalidades de la cámara principal.
Se ofrecen una lente ojo de pez (fisheye) y una macro. La lente macro destaca especialmente, ya que puede capturar detalles que los modos macro en teléfonos convencionales suelen mostrar con baja calidad. Este módulo facilita la realización de fotografía cercana con resultados más satisfactorios, algo atractivo para los aficionados a la fotografía móvil. Sin embargo, la modularidad tiene sus limitaciones. El único accesorio del Phone 1 que aún es compatible con el 2 Pro es el cordón o lanyard, que se puede fijar directamente al teléfono sin necesidad de la cubierta especial.
La mayoría de los módulos requieren esta cubierta para su instalación, con lo que adquirirla se vuelve indispensable para quienes deseen aprovechar la modularidad en su integridad. Este sistema basado en tornillos y cubiertas genera ciertas fricciones en cuanto a usabilidad y conveniencia. El diseño modular propone una experiencia divertida y personalizable, pero la realidad es que varios accesorios no se complementan bien entre sí. Por ejemplo, usar el soporte de la funda con el lanyard a la vez genera inestabilidad, haciendo que el teléfono se tambalee al apoyarlo en posición vertical, un inconveniente que debería haber sido resuelto dada la presentación del fabricantes con imágenes promocionales que muestran la combinación perfecta. Otro punto a considerar es la preocupante falta de continuidad en el ecosistema modular.
Desde el lanzamiento del primer CMF Phone, Nothing no ha ampliado la gama de accesorios compatibles. Con la llegada del nuevo modelo, muchas piezas del catálogo previo quedaron obsoletas, lo que genera dudas sobre la estrategia a largo plazo para mantener un catálogo robusto y ampliable de accesorios. En definitiva, aunque la modularidad de Nothing es una idea refrescante en un mercado saturado, existen inconsistencias en la ejecución y altas expectativas que no se cumplen plenamente. No obstante, el teléfono base es sólido y ofrece un rendimiento satisfactorio, siendo una opción interesante para usuarios que buscan un dispositivo distinto y personalizable sin elevar demasiado el costo. En cuanto a software, Nothing OS ofrece una experiencia Android con un toque distintivo.
El uso de un esquema visual monótono y minimalista puede generar dificultades para encontrar ciertas aplicaciones rápidamente, pero la inclusión de funciones impulsadas por inteligencia artificial, como el “Essential Space”, resulta práctica y novedosa. Esta área dedicada permite almacenar capturas de pantalla, fotografías, notas de voz y recordatorios relacionados, facilitando la organización y productividad. Además, el Phone 2 Pro integra un botón dedicado para activar este espacio esencial, una implementación poco común pero efectiva de la inteligencia artificial en smartphones. El Phone 2 Pro estará disponible para preordenar con un lanzamiento previsto para principios de mayo, fijando su precio base competitivo en Europa. En Estados Unidos, la compra solo está disponible a través de un programa beta con advertencias sobre posibles problemas de compatibilidad y sin soporte posventa oficial, lo que sugiere un enfoque más experimental en ese mercado.