El mercado de las criptomonedas sigue evolucionando a un ritmo acelerado, y con él crecen los desafíos regulatorios para los gobiernos que buscan proteger a los consumidores sin frenar la innovación tecnológica. En este contexto, el Reino Unido ha dado un paso decisivo al presentar un borrador de reglas destinadas a regular las criptomonedas y los servicios asociados, con el objetivo primordial de combatir las estafas que han afectado a numerosos inversores y fortalecer la seguridad del ecosistema digital. Estas nuevas propuestas regulatorias, reveladas por la Canciller del Tesoro, Rachel Reeves, durante la Semana Fintech de Londres en un prestigioso cónclave de líderes del sector, buscan incorporar a las criptomonedas y a las firmas que operan con activos digitales en el marco de la regulación financiera tradicional. Bajo este esquema, los intercambios de criptomonedas, custodios y dealers deberán cumplir con estándares claros y estrictos de transparencia, protección al consumidor y resiliencia operativa. Este avance apunta a crear un entorno seguro para los usuarios, pero también para las empresas, promoviendo la confianza y generando un clima propicio para la innovación responsable en el sector fintech.
La iniciativa del Reino Unido surge justo en un momento en que la adopción de criptomonedas crece significativamente entre su población: según la Autoridad de Conducta Financiera (FCA), aproximadamente el 12% de los adultos británicos poseen o han poseído criptomonedas, frente al 4% registrado en 2021. Sin embargo, esta expansión conlleva riesgos evidentes debido a la proliferación de fraudes y el colapso de algunas firmas del sector, que vulneraron a inversores inocentes. La nueva regulación busca mitigar estos riesgos y garantizar que las empresas que atienden al mercado británico estén sujetas a reglas similares a las que rigen para las instituciones financieras convencionales. Rachel Reeves destacó que el Reino Unido quiere posicionarse no solo como un centro global para las tecnologías financieras, sino también como un líder en regulación responsable de criptomonedas. La visión del Gobierno es convertir al país en el mejor lugar del mundo para innovar de manera segura, fortaleciendo la confianza de inversores y consumidores por igual.
Además de esta regulación nacional, el Reino Unido está abordando la importancia de la colaboración internacional en un sector que se caracteriza por su naturaleza transfronteriza. Reeves anunció conversaciones avanzadas con Estados Unidos para desarrollar un sandbox regulatorio conjunto, un entorno donde las empresas de ambos países puedan probar productos y servicios innovadores bajo una supervisión coordinada. Este sandbox transatlántico responde a una idea propuesta inicialmente por la comisionada de la SEC, Hester Peirce, y forma parte de los trabajos del Grupo de Trabajo Regulador Financiero conjunto Reino Unido-Estados Unidos. La iniciativa refleja la comprensión de que la cooperación regulatoria puede impulsar la innovación, simplificar los procesos para las empresas y crear estándares compartidos que beneficien a consumidores y mercados en ambos lados del Atlántico. El compromiso de Reeves con esta colaboración quedó reflejado en su reciente reunión con el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, donde discutieron oportunidades para fortalecer la sinergia fintech y digital, facilitar la escalabilidad de las empresas y asegurar un marco normativo moderno y adecuado a las nuevas tecnologías.
Paralelamente, el Reino Unido ha intensificado sus esfuerzos en materia de seguridad y combate al crimen relacionado con activos digitales. La introducción del Proyecto de Ley de Delitos y Policía expande la autoridad de las fuerzas del orden para confiscar criptomonedas vinculadas a actividades ilícitas. Esta legislación, ya en su segunda lectura en la Cámara de los Comunes, también contempla mecanismos más claros para el manejo de criptos incautadas que no pueden venderse o que han sido destruídas. Estas medidas complementan la Ley de Crimen Económico y Transparencia Corporativa de 2023 y refuerzan la actuación regulatoria del Gobierno británico, que ya en 2024 bloqueó plataformas sospechosas como Pump.fun y congeló millones en criptomonedas relacionadas con ganancias ilícitas.