Jack Mallers, reconocido innovador en el mundo de Bitcoin y fundador de Strike, ha reafirmado recientemente su compromiso absoluto con Strike a pesar de su nuevo rol como CEO de Twenty One Capital, una firma dedicada a la tesorería en Bitcoin. En un contexto donde muchos podrían especular que un nuevo emprendimiento podría desviar la atención de sus proyectos establecidos, Mallers ha dejado claro que esta nueva posición no representa más que una extensión de su pasión y compromiso con el ecosistema Bitcoin. Strike, la plataforma de pagos basada en Bitcoin fundada por Mallers, ha experimentado un crecimiento significativo. En 2024, la empresa procesó un volumen superior a los 6 mil millones de dólares, mostrando un impresionante crecimiento del 600% año tras año. Estos números destacan la capacidad de Strike para consolidarse como uno de los servicios de pago más relevantes y accesibles globalmente, impulsando la adopción financiera basada en Bitcoin.
A pesar de que Mallers ahora también lidera Twenty One Capital, empresa que acaba de ser lanzada con el apoyo de gigantes como Tether, SoftBank y Cantor Fitzgerald, insiste en que ambas iniciativas tienen misiones diferentes pero complementarias. Strike se enfoca en democratizar el acceso a Bitcoin mediante soluciones de pago innovadoras y fáciles de usar en todo el mundo. Por otro lado, Twenty One Capital busca ofrecer herramientas financieras nativas de Bitcoin y aumentar la métrica conocida como Bitcoin Ownership Per Share (BPS), que mide la propiedad de Bitcoin vinculada al capital invertido por los accionistas. Para Mallers, cada decisión que toma está orientada bajo una única prioridad: si es beneficiosa para Bitcoin. En sus propias palabras, “Si Bitcoin gana, la humanidad gana”.
Este principio actúa como brújula para su gestión tanto en Strike como en Twenty One Capital. Esta visión unificada y ética no solo fortalece su marca personal sino que también contribuye a fomentar un ecosistema financiero más eficiente y transparente. Una de las preocupaciones más frecuentes entre la comunidad criptográfica ha sido cómo Mallers conciliará sus responsabilidades al frente de dos compañías tan relevantes. Algunos usuarios en redes sociales han especulado sobre la posibilidad de que estas empresas puedan fusionarse o que Mallers delegue su liderazgo en Strike. Sin embargo, hasta la fecha, tanto él como Strike han negado cualquier intención de venta o adquisición, sosteniendo que las dos entidades funcionarán de manera independiente pero con una visión estratégica compartida.
Lo que sí es evidente es que Strike mantiene un equipo robusto constituido por aproximadamente 75 empleados, lo que le permite seguir operando con eficiencia y mantener una impresionante rentabilidad. Se espera que en 2025 la empresa alcance un beneficio neto que podría situarse entre cifras de ocho y nueve dígitos, resultado directo de su enfoque estratégico y de la creciente demanda de pagos internacionales basados en Bitcoin. Twenty One Capital, por su parte, se presenta como una propuesta innovadora que desafía la estrategia del conocido empresario Michael Saylor, cuyo enfoque en la acumulación de Bitcoin con un vehículo de inversión es ampliamente reconocido. La nueva compañía de Mallers pretende convertirse en un vehículo superior para los inversores que buscan una exposición capitalmente eficiente a Bitcoin, comenzando con una reserva de más de 42,000 Bitcoins. Esta visión ambiciosa de financiar y ampliar la propiedad de Bitcoin junto con la democratización de su acceso mediante Strike, revela un ecosistema cada vez más maduro y diversificado, donde la innovación tecnológica se alinea con objetivos financieros y sociales.
La apuesta de Mallers por Bitcoin como motor de cambio global también se refleja en su preocupación por eliminar los costos de adquisición de clientes, una dificultad común en muchos sectores tecnológicos. Strike, con cero costos de adquisición de usuarios reportados, ha logrado una eficiencia operativa envidiable, un logro que repercute directamente en su rentabilidad y crecimiento sostenido. Desde la aparición de Strike y ahora con Twenty One Capital, el ecosistema Bitcoin está experimentando una evolución hacia soluciones cada vez más accesibles y sofisticadas. Los esfuerzos de Mallers no solo están enfocados en el aspecto financiero, sino también en crear productos que tengan impacto en la vida cotidiana de millones de usuarios alrededor del mundo. El apoyo de inversiones estratégicas de firmas como Tether, SoftBank y Cantor Fitzgerald, no solo aporta capital, sino también confianza hacia un modelo de negocio basado en la transparencia y la innovación en el espacio financiero descentralizado.
Esto favorece la consolidación de nuevas herramientas financieras nativas de Bitcoin, que hasta ahora habían sido limitadas por la falta de infraestructura adecuada o por la falta de atención de grandes actores. Asimismo, la dualidad de enfoque de Mallers – por un lado, un Strike orientado a la usabilidad diaria y, por otro, Twenty One Capital centrado en ofrecer productos financieros avanzados – puede marcar la diferencia en el futuro de Bitcoin, facilitando tanto la adopción masiva como la acumulación estratégica y eficiente de la criptomoneda. En conclusión, Jack Mallers muestra una clara intención de no dispersar ni diluir su energía ni recursos. Su compromiso con Strike continúa firme y con perspectivas sólidas de rentabilidad y expansión, mientras que su papel en Twenty One Capital representa una nueva oportunidad para innovar y crear valor en torno a Bitcoin. Para la comunidad Bitcoin y para los inversores, estas iniciativas representan progreso tangible y una apuesta consistente por el futuro de las finanzas descentralizadas.
De esta forma, Mallers se posiciona como una figura clave en el impulso hacia una adopción global más profunda y sostenible de Bitcoin.