Invertir en acciones de empresas de oleoductos puede ser una de las estrategias más inteligentes para quienes buscan una combinación de ingresos constantes y crecimiento a largo plazo. Estas compañías, especializadas en la infraestructura para el transporte de petróleo y gas natural, funcionan como vías cruciales que mantienen el flujo energético en funcionamiento dentro de la economía global. La demanda creciente por gas natural, impulsada por avances tecnológicos y exportaciones hacia mercados internacionales, crea un entorno propicio para que estas empresas crezcan y ofrezcan atractivos dividendos a los inversionistas. Una característica distintiva de las compañías de oleoductos es que operan como un negocio de peaje, es decir, generan ingresos estables independientemente de las fluctuaciones en los precios del petróleo y del gas. Este modelo de negocio robusto les permite resistir volatilidades del mercado energético y continuar sus proyectos de expansión y mejora.
Además, con la transición energética en marcha, el gas natural se posiciona como un combustible de transición hacia fuentes más limpias, aumentando su relevancia en el medio y largo plazo. Entre las acciones que destacan en este sector por su solidez, rendimiento y perspectivas de crecimiento se encuentra Energy Transfer (NYSE: ET). Esta empresa alberga una de las redes integradas de oleoductos, almacenamiento y procesamiento más grandes en Estados Unidos. Su posición geográfica en la cuenca del Pérmico, considerada la zona petrolera más productiva y con menores costos de producción en el país, le brinda una ventaja competitiva significativa. Debido a regulaciones ambientales que limitan el uso de la quema directa de gas natural asociado al petróleo, Energy Transfer se encarga de transportar este gas para su uso en sectores de alta demanda, como la generación de electricidad.
Energy Transfer ha incrementado sustancialmente su inversión en proyectos de crecimiento, elevando su capital destinado a expansión de 3 mil millones de dólares en 2024 a 5 mil millones para 2025. Entre sus proyectos más importantes destaca el oleoducto Hugh Brinson, diseñado para transportar gas natural desde la cuenca del Pérmico hacia el estado de Texas, donde la demanda energética está aumentando de manera exponencial gracias a la proliferación de centros de datos y la actividad relacionada con la inteligencia artificial. Este tipo de contratos directos con desarrolladores tecnológicos asegura una fuente de ingresos estable y rentable para la empresa. Otro aspecto atractivo de Energy Transfer es su rendimiento en dividendos, que actualmente ofrece un retorno aproximado del 7.9%.
Esta alta rentabilidad, acompañada de una tasa de crecimiento anual del dividendo prevista entre 3% y 5%, convierte a esta acción en una opción muy atractiva para inversionistas orientados a ingresos pasivos sostenibles. Por su parte, Enterprise Products Partners (NYSE: EPD) es reconocida como un ejemplo de consistencia y crecimiento sostenible. Ha aumentado sus dividendos durante 26 años consecutivos, lo que refleja una gestión financiera sólida y un modelo de negocio estable. También enfocado en la cuenca del Pérmico, Enterprise ha incrementado significativamente su presupuesto para proyectos de expansión, planeando invertir entre 4 mil y 4,5 mil millones de dólares en 2025, frente a 3,9 mil millones en 2024 y apenas 1,6 mil millones en 2022. Actualmente, esta empresa tiene cerca de 7,6 mil millones de dólares en proyectos de crecimiento en construcción, de los cuales aproximadamente 6 mil millones entrarán en operación durante el año.
Esta inversión intensa no solo refuerza su red de infraestructura, sino que también posiciona a Enterprise para aprovechar la creciente demanda y mantener su histórico crecimiento en ingresos y dividendos. Williamson Energy Partners (WMB) y Kinder Morgan (KMI) también forman parte de estas acciones recomendadas para quienes desean construir una cartera de inversión sólida y permanente en el sector de los oleoductos. Ambos poseen ventajas estratégicas en sus regiones operativas, experiencia en gestión eficiente y un historial probado en el pago y crecimiento constante de dividendos. La demanda global de gas natural continúa en auge, impulsada en parte por el crecimiento de la inteligencia artificial, que aumenta el consumo energético de los centros de datos. Además, la expansión de mercados internacionales, como México y países de Asia y Europa a través de las exportaciones de gas natural licuado (GNL), representa otra fuente significativa de demanda que asegura el uso y transporte del gas durante los próximos años.
Desde un punto de vista inversor, destinar 1,000 dólares a estas acciones de oleoductos no solo ofrece potencial de crecimiento de capital con el tiempo, sino especialmente un flujo constante de dividendos que puede reinvertirse para potenciar el rendimiento compuesto. Este tipo de inversión combinada con el bajo impacto directo de las fluctuaciones del precio del petróleo convierte a estas empresas en candidatas ideales para mantener en el portafolio a largo plazo. En resumen, la integración estratégica de infraestructura en regiones clave, la capacidad financiera para expandir proyectos de crecimiento y la mejora en contratos con sectores de alta demanda tecnológica hacen que estas empresas de oleoductos sean inversiones atractivas para quienes buscan seguridad, rentabilidad y potencial de crecimiento. Energy Transfer y Enterprise Products Partners lideran con fuerza este grupo, mientras Kinder Morgan y Williamson Energy Partners también ofrecen opciones competitivas. Invertir en el sector de oleoductos con una visión larga y manteniendo las acciones permite beneficiarse tanto del crecimiento del sector energético como del incremento en las distribuciones de dividendos, haciendo que una inversión inicial de 1,000 dólares pueda multiplicarse y convertirse en una fuente estable de ingresos a lo largo de los años.
La evolución del mercado de energía, sumada a la mayor demanda por gas natural impulsada por tecnologías emergentes, asegura que estas empresas seguirán siendo pilares fundamentales en la matriz energética global durante las próximas décadas.