La rápida evolución del mercado de criptomonedas y la tecnología blockchain ha generado un desafío persistente para los reguladores a nivel mundial. En los Estados Unidos, la ausencia de una legislación clara ha creado incertidumbre tanto para los inversores como para los desarrolladores de proyectos relacionados con activos digitales. Frente a esta coyuntura, los republicanos de la Cámara de Representantes han dado un paso relevante con la presentación de un borrador de ley que propone establecer un marco federal integral para la regulación de las criptomonedas. Este desarrollo puede marcar el inicio de una era de mayor certeza y liderazgo estadounidense en la innovación digital. El borrador fue divulgado el 5 de mayo de 2025 por los líderes de los Comités de Servicios Financieros y Agricultura de la Cámara de Representantes.
Entre los principales impulsores de esta iniciativa se encuentran figuras políticas destacadas como el presidente del Comité de Servicios Financieros, French Hill, el presidente del Comité de Agricultura Glenn “G.T.” Thompson, el presidente del Subcomité de Activos Digitales Bryan Steil y el presidente del Subcomité de Mercados de Productos Básicos Dusty Johnson. Todos ellos coincidieron en la urgencia de implementar un marco regulatorio que otorgue seguridad jurídica y, al mismo tiempo, promueva el crecimiento y desarrollo responsable del ecosistema cripto. Uno de los principales objetivos del borrador es la coordinación clara entre dos organismos clave: la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC).
Actualmente, estas agencias tienen competencias que a menudo se superponen o resultan ambiguas dentro del espacio de los activos digitales. La legislación propuesta busca delimitar responsabilidades y establecer definiciones legales para conceptos fundamentales del sector, tales como “activo digital”, “comercio digital”, “gobernanza descentralizada”, “stablecoin permitida” y “sistema blockchain maduro”. Estas definiciones son clave para evitar interpretaciones contradictorias y garantizar un marco regulatorio coherente. Otra innovación del borrador es la exclusión explícita de ciertas distribuciones dentro del ecosistema cripto, como las recompensas generadas por minería, staking o incentivos a usuarios, denominadas “distribuciones a usuarios finales”, de la categoría de valores o ventas bajo las leyes actuales. Esta medida busca brindar mayor claridad sobre qué actividades no deberán someterse a regulaciones tradicionales de valores, facilitando así la operatividad de modelos descentralizados y programas de incentivos comunes en el sector.
En cuanto a la supervisión y requisitos de registro, la propuesta establece que los intercambios, corredores y distribuidores de commodities digitales deberán registrarse bajo la jurisdicción de la CFTC. Por su parte, la SEC mantendría su autoridad sobre valores tradicionales y activos híbridos que presenten características de seguridad financiera. Las entidades que realicen funciones de custodia, faciliten operaciones o interactúen con clientes estarán sujetas a nuevos procesos de registro y normas de divulgación, buscando fortalecer la protección al consumidor e incrementar la transparencia en estas actividades. Un aspecto destacado del borrador es la preservación de las protecciones para protocolos de finanzas descentralizadas (DeFi) y la auto-custodia de activos por parte de los usuarios. Conscientes de la importancia que tiene el respeto por la propiedad y control directo de fondos, la propuesta excluye de regulación financiera tradicional a los protocolos DeFi que no realicen custodia ni ejerzan discrecionalidad sobre los fondos de los usuarios.
Además, prohíbe que el Departamento del Tesoro o la Red de Lucha contra Delitos Financieros (FinCEN) emitan reglas que limiten la capacidad individual de autocustodia a través de wallets. El impulso legislativo incluirá procesos de consulta pública para mejorar el texto, lo que refleja la intención de los legisladores de incorporar opiniones de expertos, desarrolladores, usuarios y demás actores del ecosistema. Esta dinámica también contempla un formato de cooperación estrecha con la administración del entonces presidente Donald Trump, con el objetivo de lograr la promulgación efectiva de la ley. Para dar inicio formal al proceso, los comités implicados programaron una audiencia conjunta titulada “Innovación Americana y el Futuro de los Activos Digitales: Un Plan para el Siglo XXI”, que se llevó a cabo el 6 de mayo. Este foro sirvió para escuchar a expertos, reguladores y stakeholders, y para profundizar en las implicancias prácticas del marco regulatorio propuesto.
Entre los temas en discusión destacaron la regulación de las stablecoins, los mercados de tokens no fungibles (NFT), el desarrollo de infraestructura blockchain y los mecanismos específicos para la supervisión conjunta entre SEC y CFTC. El borrador también contempla la creación de oficinas ampliadas de innovación en agencias federales para promover la investigación y el análisis sobre DeFi, NFTs y otras tecnologías emergentes. Esta estrategia busca posicionar a los Estados Unidos como un hub global para la inversión y desarrollo tecnológico en el ámbito de los activos digitales, asegurando que las decisiones regulatorias estén fundamentadas en datos y estudio técnicos. La iniciativa ha sido calificada por sus promotores como el inicio de una "edad dorada" para los activos digitales, dando un paso hacia la reducción de la incertidumbre regulatoria que durante años ha frenado la expansión de proyectos legítimos y ha complicado la protección de los consumidores. Para los legisladores, un marco federal armonizado es vital no solo para proteger al público, sino también para mantener la competitividad de EE.
UU. frente a otras economías que ya han adoptado regulaciones claras y proactivas para la industria cripto. En este contexto, el debate sobre la ley abre también interrogantes acerca del futuro enfoque de supervisión frente a desafíos asociados con la privacidad, la seguridad y el riesgo sistémico. Sin embargo, el borrador subraya la importancia de permitir que la innovación se desarrolle con medidas de buena gobernanza y transparencia, evitando restricciones regulatorias excesivas que puedan ahogar el potencial disruptivo de las tecnologías blockchain y los modelos descentralizados. En definitiva, el borrador presentado por los republicanos de la Cámara de Representantes marca un punto importante en la historia regulatoria de las criptomonedas en Estados Unidos.
Su enfoque busca equilibrar el imperativo de proteger a los usuarios y la estabilidad financiera, con la necesidad de impulsar una agenda clara que fortalezca el liderazgo estadounidense en esta era digital. El camino hacia la aprobación final aún requerirá diálogo bipartidista, revisiones técnicas y consenso entre múltiples actores, pero el proyecto posiciona a la Casa Legislativa como protagonista en la definición del futuro normativo de la economía digital en América. La evolución de esta legislación se mantendrá como un tema de gran interés para desarrolladores, inversores, reguladores y usuarios de criptomonedas, dado que sus resultados tendrán un impacto directo en la forma en que se desarrollan y utilizan los activos digitales en un país clave para la innovación global. Por tanto, estar atento a las actualizaciones y participar en los procesos de consulta pública puede ser una oportunidad para contribuir a un marco regulatorio que favorezca un ecosistema cripto dinámico, seguro y sostenible para todos.