UPS, una de las principales empresas de logística y transporte en el mundo, ha anunciado recientemente un plan para recortar aproximadamente 20,000 puestos de trabajo durante el año 2025. Esta decisión forma parte de una serie de medidas estratégicas diseñadas para optimizar los costos operativos y mejorar la rentabilidad, en respuesta a un descenso significativo en los envíos que realiza para Amazon, su cliente más importante. Actualmente, UPS cuenta con unos 490,000 empleados alrededor del planeta, por lo que este recorte representará poco más del 4% de su fuerza laboral. El impacto de esta reducción se extenderá también a la infraestructura física de la compañía. UPS tiene previsto cerrar 73 de sus instalaciones para finales de junio de 2025 y sigue evaluando la posibilidad de clausurar más centros de distribución y oficinas conforme avance con su plan de consolidación.
Este movimiento estratégico tiene como objetivo principal mejorar el margen operativo en el mercado doméstico estadounidense y, de esta forma, fortalecer la rentabilidad de la empresa en un entorno marcado por la disminución de volumen de paquetes que manejan. La decisión de reducir la plantilla laboral y cerrar centros responde directamente a un acuerdo alcanzado con Amazon el pasado enero, en el que UPS accedió a disminuir en más del 50% el volumen de envíos para el gigante del comercio electrónico en la segunda mitad de 2026. Sin embargo, este ajuste implica que UPS asumirá un papel más selectivo y eficiente, priorizando la calidad de los ingresos por encima de la cantidad de paquetes entregados. La compañía ha declarado públicamente que la disminución en el volumen de envíos por parte de Amazon fue una decisión propia en busca de mejorar la rentabilidad y aumentar el margen de ganancias en el mercado interno. Desde el lado de Amazon, la empresa ha reafirmado su «fuerte relación laboral» con UPS, indicando incluso que habían ofrecido aumentar el volumen de envíos a UPS antes de que esta solicitara la reducción.
Amazon ha respetado la decisión de UPS de reducir el volumen y ha expresado su intención de continuar colaborando con varios servicios de entrega para seguir satisfaciendo las expectativas de sus clientes en todo el mundo. Este escenario pone de manifiesto un claro cambio en la dinámica del sector logístico y de comercio electrónico, reflejando cómo las grandes empresas están gestionando el equilibrio entre costo y eficiencia en sus cadenas de suministro. Las fluctuaciones en la demanda y la creciente necesidad de optimización operativa obligan a actores claves del mercado, como UPS, a adaptarse rápidamente a nuevas condiciones, lo cual afecta tanto a su estructura organizativa como a sus relaciones con socios comerciales esenciales. Mientras UPS navega este proceso de transformación, las repercusiones sindicales y laborales también son palpables. Sean M.
O'Brien, presidente general de Teamsters, el sindicato que representa una parte importante de los empleados de UPS, señaló que la compañía tiene una obligación contractual para crear al menos 30,000 empleos bajo el acuerdo nacional de trabajo vigente. Sin embargo, dejo claro que los recortes en la administración corporativa no serán impedimentos siempre que no afecten los empleos sindicalizados, defendiendo a los trabajadores que históricamente han luchado por empleos bien remunerados y condiciones justas. Estas medidas adoptadas por UPS no solo responden a la reducción de paquetes de Amazon, sino que también se enmarcan en un contexto global más amplio. La compañía ha destacado el riesgo que representan los cambios recientes en la política comercial internacional, especialmente las tarifas y aranceles impuestos en acuerdos comerciales entre Estados Unidos y países como China. UPS maneja diariamente cerca de 400,000 envíos internacionales, lo cual representa alrededor del 2% del volumen total diario de paquetes, y las interrupciones en el flujo comercial pueden afectar directamente a su negocio y en particular a sus ingresos internacionales.
El CEO de UPS, Carol Tomé, enfatizó durante la última llamada de ganancias que las líneas comerciales entre China y Estados Unidos forman la parte más rentable de sus operaciones internacionales, representando el 11% de los ingresos internacionales totales en el pasado año fiscal. Por lo tanto, cualquier conflicto ampliado o cambio en las tarifas podría tener un efecto negativo considerable en la rentabilidad de la empresa. Para mantener a sus clientes informados y facilitar el comercio internacional, UPS ha lanzado herramientas como el UPS Global Checkout, que permite a los compradores online conocer con anticipación todos los costos añadidos por impuestos, tarifas y aranceles cuando realizan pedidos internacionales. Esto responde a la necesidad cada vez mayor de transparencia en el comercio electrónico, especialmente cuando las políticas tarifarias son cambiantes y complejas. Simultáneamente, Amazon también enfrenta presiones respecto a cómo maneja y comunica los costos de importación a sus clientes, lo que añade una capa más de complejidad a su relación con UPS y otros proveedores logísticos.
La Casa Blanca ha criticado públicamente a Amazon por la forma en que comunica los costos vinculados a los aranceles, considerando esta estrategia como un acto político hostil, mientras la empresa sigue evaluando sus propias políticas para mantenerse competitiva en un mercado en constante evolución. En lo que respecta a la bolsa, las acciones de UPS experimentaron una ligera caída tras el anuncio, reflejando la incertidumbre que estos cambios generan entre los inversores y analistas que monitorean de cerca la evolución financiera de la empresa y cómo estas decisiones afectan su posición en el mercado. En conclusión, los recortes masivos de empleo anunciados por UPS representan un ajuste significativo dentro de la industria logística global. La reducción en la colaboración con Amazon y la necesidad de optimizar operaciones ante un panorama económico y comercial incierto obligan a UPS a reinventar su estructura operativa y laboral. Este proceso incluye no solo despidos y cierres de instalaciones, sino también un replanteamiento en la forma de gestionar sus acuerdos comerciales y la interacción con mercados internacionales, especialmente en medio de crecientes tensiones comerciales.
Este cambio impacta directamente a miles de empleados y constituye un momento crucial para la empresa que, al igual que sus competidores, debe equilibrar la eficiencia operativa con la sustentabilidad a largo plazo de su modelo de negocio, procurando mantener relaciones sólidas con sus socios y clientes más valiosos. El futuro del sector dependerá en gran medida de cómo UPS y otras compañías logísticas manejen estos desafíos y aprovechen las oportunidades para innovar y adaptarse a la nueva realidad del comercio global y la demanda cambiante del consumidor.
