La noticia sobre la adquisición de Skechers por parte de 3G Capital por aproximadamente 9.4 mil millones de dólares ha generado un notable auge en el precio de las acciones de la compañía y ha capturado la atención de inversores y especialistas en la industria del calzado y la inversión. Este movimiento estratégico convierte a Skechers, la reconocida empresa estadounidense de calzado, en una entidad privada bajo la gestión de una de las firmas globales más influyentes en el mundo financiero. La reacción positiva del mercado refleja las expectativas de crecimiento y estabilidad que este acuerdo promete para la empresa. Skechers ha sido durante años un actor clave en el sector del calzado, posicionándose por su capacidad de innovar en diseño y por ofrecer productos que combinan comodidad y estilo a precios accesibles.
Fundada en Manhattan Beach, California, la empresa ha sabido mantener su sede principal en esta ciudad pese a los cambios corporativos que afronta, lo que demuestra un compromiso con sus raíces y con el entorno local. La compra por parte de 3G Capital, que actualmente administra importantes activos a nivel global, implica un pago de 63 dólares por acción para los inversores, lo que representa una prima del 27.6% sobre el precio de cierre previo a la noticia. Adicionalmente, los accionistas podrán optar por una combinación de efectivo y unidades de participación en la nueva sociedad limitada que será la propietaria principal de Skechers post-transacción. Este mecanismo brinda flexibilidad y alternativas de inversión, maximizando el valor para los accionistas en distintos segmentos.
Un aspecto relevante de esta operación es que el liderazgo actual de Skechers, encabezado por el CEO Robert Greenberg y el presidente Michael Greenberg, continuará al frente de la empresa. Mantener el equipo ejecutivo refuerza la confianza en la continuidad estratégica y operativa, lo que resulta crucial en procesos de privatización donde cambios bruscos pueden generar incertidumbre para empleados, proveedores y clientes. El contexto en que se da esta adquisición también merece análisis. Skechers ha enfrentado desafíos durante el año 2025, con una caída aproximada del 8% en su valor bursátil a lo largo del periodo, a pesar del crecimiento dinámico de la industria global de calzado. Por ello, la inyección de capital y el soporte de 3G Capital llegan como un respaldo revitalizante, permitiendo a Skechers concentrarse en su expansión y en la ejecución de proyectos de innovación sin las presiones constantes del mercado público de valores.
Desde la perspectiva de los inversionistas, la oferta representa una oportunidad interesante para liquidar sus posiciones con un rendimiento significativo o bien participar en el futuro crecimiento de la compañía a través de la participación en la sociedad privada. Este tipo de acuerdos suele atraer a fondos de inversión, capital privado y otros actores financieros que buscan empresas con potencial de revalorización y mejora operativa en el mediano y largo plazo. El rol de 3G Capital en este escenario es estratégico. Con una cartera que incluye marcas y empresas líderes en diversos sectores a nivel mundial, 3G cuenta con experiencia en la gestión de negocios que requieren transformaciones profundas y optimización de recursos para potenciar rendimientos. La alianza con Skechers apunta a combinar la experiencia de una administración local conocedora del mercado de calzado con el respaldo financiero y la visión global de una firma de inversión de talla mundial.
Para Skechers, este proceso no solo significa un cambio en su estructura de propiedad sino también una oportunidad para consolidar su presencia en mercados internacionales y fortalecer líneas de producto que diversifiquen su oferta. La creciente demanda de calzado deportivo, casual y para actividades al aire libre pone a la empresa en una posición privilegiada para capitalizar tendencias de consumo que valoran confort, funcionalidad y estilo. Asimismo, el enfoque en sostenibilidad y responsabilidad social que gana protagonismo en el sector del retail puede recibir un impulso con la nueva estructura, abriendo puertas para iniciativas que mejoren procesos productivos y reduzcan el impacto ambiental. Inversionistas que apuestan por modelos de negocio sustentables podrían ver en Skechers un activo con alineación hacia dichas prácticas. La reacción del mercado tras el anuncio refleja la confianza en que la privación permitirá a Skechers operar con mayor agilidad, centrarse en la innovación y fortalecer sus ventajas competitivas sin las limitaciones y la vigilancia constante que conlleva ser una empresa pública.