El mercado bursátil global ha recibido con entusiasmo una noticia que podría marcar un cambio significativo en la dinámica del comercio mundial. Las acciones de empresas de transporte, incluyendo líneas navieras, compañías ferroviarias y firmas de transporte por carretera, experimentaron una notable subida tras el anuncio de un acuerdo temporal entre Estados Unidos y China para aliviar aranceles impuestos durante años de tensiones comerciales. Este acuerdo no solo reduce la incertidumbre que ha afectado a múltiples sectores industriales, sino que también abre una ventana de oportunidad para las cadenas de suministro internacionales que se habían visto severamente afectadas. Las relaciones comerciales entre EE.UU.
y China han estado marcadas por múltiples rondas de aranceles que desencadenaron una desaceleración significativa en el volumen de exportaciones e importaciones entre ambas naciones. Particularmente, se registró un descenso del 41% en las exportaciones chinas hacia EE.UU. luego de que la administración Trump incrementara los aranceles hasta un impactante 145% en algunos productos. Esta subida no solo afectó directamente a las empresas manufactureras y consumidoras de ambos países, sino que también golpeó duramente a las compañías de transporte encargadas de mover mercancías transoceánicas y en rutas terrestres.
El reciente anuncio, realizado por el secretario del Tesoro de los EE.UU., Scott Bessent, declaró una reducción significativa de estos gravámenes, situándolos temporalmente en un 30% durante los próximos 90 días mientras continúan las negociaciones multilaterales. La contraparte china respondió anunciando la disminución de sus propias tarifas sobre las importaciones americanas, desde un 125% hasta un 10% aproximadamente. Estas medidas han sido interpretadas por los mercados como un gesto positivo hacia la cooperación bilateral, marcado por el compromiso de evitar la desvinculación completa de las cadenas de suministro, una estrategia conocida en inglés como “decoupling”.
El impacto inmediato en las bolsas fue visible, especialmente en los títulos relacionados con logística y transporte. En Dinamarca, la gigante naviera A.P. Møller - Mærsk reportó un incremento bursátil del 10% en las horas iniciales tras el anuncio. De manera aún más significativa, ZIM Integrated Shipping Services, empresa israelí especialista en transporte marítimo, registró una subida de hasta un 14%.
Estos movimientos reflejan no solo el optimismo de los inversores, sino también la expectativa de una mayor actividad comercial entre dos de las economías más grandes del mundo. Las acciones de compañías de ferrocarriles y transportistas por carretera también se beneficiaron, dado el efecto en cadena que supone una mejora en el flujo de comercio internacional. La logística terrestre es crucial para conectar los puertos marítimos con almacenes y mercados internos, por lo que una reducción en los costos y barreras arancelarias favorece la eficiencia y rentabilidad del transporte en tierra. Desde una perspectiva macroeconómica, este alivio arancelario puede servir para estabilizar cadenas de suministro que se habían fragmentado o redirigido hacia otras regiones debido a los altos costos tributarios y las tensiones geopolíticas. La “no desvinculación” pactada implica que ambas partes buscan evitar un corte abrupto en su interdependencia comercial, reconocida como vital para sectores industriales, tecnológicos y de consumo.
Esto tiene un efecto dominó positivo para múltiples industrias, incluyendo la manufactura, tecnología, agroindustria y consumo masivo. Además, los precios del petróleo, materia prima fundamental para el transporte, respondieron positivamente, aumentando en un 1.77%. Este incremento puede estar asociado con la expectativa de mayor demanda de combustibles dada la esperada reactivación del comercio y la logística internacional, lo que también plantea consideraciones importantes para el costo operativa de las empresas del sector transporte. Este contexto favorable contribuye también a aliviar la presión inflacionaria sobre los precios finales de productos importados y exportados, beneficiando a consumidores y empresas que dependen de importaciones para insumos y bienes de consumo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el acuerdo es temporal y que entablar un compromiso duradero dependerá de la evolución de las negociaciones comerciales y políticas entre EE.UU. y China. Las volatilidades del mercado pueden continuar, aunque ahora con un horizonte esperanzador. La esperada disminución de tarifas dará un respiro a los operadores logísticos y una oportunidad para recuperar volumen y operar con mayor previsibilidad.
De igual forma, las empresas transportistas podrían acelerar inversiones en infraestructura y tecnología para mejorar la eficiencia y responder a un posible aumento en la demanda. Finalmente, esta fase de alivio en la guerra comercial resalta la interconexión global de las economías y la importancia que tiene la cooperación internacional para mantener cadenas de suministro estables y eficientes. El sector transporte, siendo un pilar fundamental en el movimiento de bienes a nivel mundial, refleja de manera directa las tensiones y reconciliaciones entre potencias económicas. En conclusión, el reciente salto en las acciones del listado transporte producto del descenso arancelario establecido en el acuerdo temporal entre EE.UU.
y China representa no solo una señal de recuperación para el sector logístico, sino un indicativo de que la cooperación económica puede abrir caminos para la estabilidad y crecimiento global. A medida que las negociaciones avancen, será crucial monitorear cómo estas relaciones comerciales se consolidan y qué impacto tendrán en las cadenas de suministro internacionales, en la cadena de valor global y en los mercados bursátiles en general.