En el primer trimestre de 2025, la criptomoneda XRP ha demostrado una resistencia notable en medio de un entorno financiero global volátil, impulsada principalmente por la victoria de Ripple en su disputa legal con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), que puso fin a un litigio de varios años. Esta resolución posiciona a XRP no solo como un activo resistente, sino también como una opción cada vez más atractiva para inversores institucionales que buscan diversificar y fortalecer sus carteras en el emergente mercado digital. La demanda de productos financieros vinculados a XRP reflejó un aumento significativo en este período. Franklin Templeton, uno de los gigantes de Wall Street, presentó una solicitud para lanzar un fondo cotizado en bolsa (ETF) basado en XRP. Además, Volatility Shares propuso la creación de tres ETFs adicionales relacionados con esta criptomoneda, mientras que el mercado de futuros CME lanzó contratos basados en XRP, consolidando así la creciente aceptación institucional del token.
Durante el primer trimestre, los productos vinculados a XRP atrajeron entradas de capital por un total de 37.7 millones de dólares. Más allá de este trimestre, el flujo acumulado de la criptomoneda llegó a 214 millones de dólares durante el año, cifra que estuvo a solo un millón de dólares de igualar las entradas registradas en fondos basados en Ethereum (ETH), lo que resalta la tendencia alcista y el interés renovado en XRP. El valor de la criptomoneda no solo se mantuvo estable, sino que experimentó un crecimiento notable a principios de febrero de 2025, aumentando aproximadamente un 50% y superando el desempeño de otras monedas líderes como Bitcoin y Ethereum. Este crecimiento fue especialmente impresionante dado el contexto de alta volatilidad del mercado global, provocado en parte por las tensiones comerciales y la imposición de tarifas esperadas durante el gobierno del expresidente Donald Trump.
Pese a estos indicadores de crecimiento y aceptación del mercado, existen señales mixtas desde el punto de vista de la actividad on-chain. Durante el mismo período, el número de transacciones en la red XRP cayó considerablemente, pasando de 167.7 millones en el cuarto trimestre de 2024 a 105.5 millones en el primer trimestre de 2025, lo que representa una disminución cercana al 37%. Igualmente, la creación de nuevas billeteras cayó más del 40%, lo que podría indicar una desaceleración en la adopción a nivel minorista o un ajuste en las dinámicas de uso de esta criptomoneda.
A pesar de la disminución en la actividad directa de los usuarios, la capitalización de mercado y la valoración de XRP se mantienen entre las más altas del mundo criptográfico, consolidándola como la cuarta criptomoneda más importante a escala global. Según los datos proporcionados por el exchange Kraken, XRP se vendía alrededor de los 2.09 dólares al momento del informe, manteniéndose prácticamente estable desde principios del año. El éxito de Ripple al ganar la demanda contra la SEC no solo eliminó un riesgo regulatorio significativo para XRP, sino que también contribuyó a fomentar la confianza inversora. Muchos actores institucionales veían la controversia legal como una barrera para la inclusión de XRP en productos financieros ampliamente utilizados.
Ahora, con la incertidumbre legal superada, las puertas se abren para que diferentes vehículos financieros se basen en esta criptomoneda, lo que podría traducirse en un aumento sostenido del volumen de inversión y la liquidez en el mercado. Desde la perspectiva tecnológica y comercial, Ripple continúa posicionándose como una alternativa viable para las transferencias internacionales y el pago transfronterizo, utilizando XRP como un activo puente que permite reducir costos y acelerar los tiempos de liquidación. La creciente institucionalización de XRP podría potenciar aún más estas aplicaciones, incentivando el desarrollo de nuevos servicios y alianzas estratégicas dentro del ecosistema financiero global. Este escenario plantea una nueva era para XRP, en la que la regulación clara y favorable, combinada con la adopción institucional, puede desencadenar un ciclo de crecimiento a largo plazo. Los expertos sugieren que el auge de productos como ETFs y futuros sobre XRP contribuirá a una mayor transparencia y estabilidad del precio, dos factores determinantes para atraer a inversores con perfiles más tradicionales y conservadores.
Sin embargo, el futuro también enfrenta ciertos retos. La reducción de la actividad on-chain y la creación de nuevas billeteras puede reflejar una consolidación del uso en manos de actores más grandes, dejando a un lado al pequeño inversor. Será crucial observar cómo esta tendencia evoluciona y si Ripple y sus socios pueden incentivar un uso más amplio y diversificado del token XRP en diversas aplicaciones financieras. En conclusión, la victoria legal de Ripple contra la SEC es un hito que ha impulsado a XRP hacia un protagonismo creciente en el ámbito institucional. La integración de XRP en vehículos financieros regulados, junto con su desempeño destacado en un entorno de volatilidad, evidencia su madurez como activo digital.
Aunque existen desafíos relacionados con la adopción de usuarios finales, la criptomoneda se encuentra bien posicionada para continuar su crecimiento y consolidación en los mercados globales, marcando un paso importante hacia la normalización y aceptación masiva de activos digitales en la economía mundial.