La caída de FTX en noviembre de 2022 supuso un terremoto para el ecosistema criptográfico a nivel mundial, revelando cómo se malversaron cerca de 8 mil millones de dólares en fondos de clientes para cubrir apuestas arriesgadas relacionadas con Alameda Research, la firma de trading afiliada a la plataforma. Desde entonces, el proceso de bancarrota de FTX no solo ha estado marcado por la complejidad de sus operaciones y la magnitud de sus pérdidas, sino también por un intenso esfuerzo de recuperación de activos a través de múltiples vías legales, entre las que destacan las recientes demandas contra importantes emisores de tokens NFT, como NFT Stars y Delysium. Estas acciones evidencian la firme determinación del nuevo equipo gestor en maximizar la recuperación para los acreedores y sentar un precedente en la responsabilidad de los proyectos asociados a plataformas colapsadas. La estrategia de recuperación de FTX se vio reflejada este último abril, cuando presentó demandas judiciales contra NFT Stars y Delysium (también conocida como Kurosemi) alegando que ambas compañías incumplieron sus compromisos contractuales de entrega de tokens adquiridos mediante acuerdos de inversión con Alameda Ventures. Estos acuerdos, conocidos como SAFTs (Simple Agreements for Future Tokens), son instrumentos comunes en el mundo cripto para formalizar la compra anticipada de tokens que se lanzarían en un futuro, bajo ciertas condiciones y cronogramas de liberación.
En el caso de Delysium, un proyecto de blockchain enfocado en agentes de inteligencia artificial, FTX argumenta que pagó un millón de dólares en enero de 2022 para obtener la titularidad de 75 millones de tokens AGI. Estos tokens fueron finalmente lanzados en abril de 2023, acompañados por un calendario de vesting o liberación gradual que permitiría el desbloqueo del 20% tras un periodo inicial de 12 meses. No obstante, según las denuncias presentadas ante el Tribunal de Bancarrota de Estados Unidos en Delaware, Delysium extendió unilateralmente el plazo de vesting hasta 48 meses y se negó a transferir cualquiera de los tokens a FTX. El conflicto escaló luego de que un representante de Delysium declarase públicamente en Discord que no entregaría los tokens dada la situación de bancarrota de FTX, complicando aún más la resolución amistosa del caso. Por otro lado, el pleito contra NFT Stars se remonta a noviembre de 2021, cuando FTX pagó 325,000 dólares para obtener derechos sobre 1.
35 millones de tokens SENATE y 135 millones de tokens SIDUS. Aunque la compañía entregó una parte inicial de los tokens, interrumpió las transferencias luego de que FTX entrara en bancarrota. Actualmente, la demanda exige la devolución de más de 831,000 tokens SENATE y 83 millones de tokens SIDUS pendientes, además de reclamar daños y perjuicios por incumplimiento contractual y violaciones relacionadas con las normativas de protección en procesos de quiebra, como el mecanismo de suspensión automática o 'automatic stay'. Estos litigios no son casos aislados, sino que forman parte de un patrón de incumplimientos que FTX ha tenido que enfrentar para proteger los recursos de sus acreedores. A lo largo de meses, desde junio de 2023 hasta septiembre de 2024, los asesores legales de FTX intentaron en reiteradas ocasiones establecer contacto con NFT Stars (15 intentos) y Delysium (13 intentos) sin obtener respuestas satisfactorias, lo que dejó como última opción acudir al ámbito judicial.
Además de solicitar la entrega inmediata de los tokens adeudados, FTX busca imponer sanciones que respondan a las violaciones contra los procedimientos de bancarrota, especialmente aquellas que interfieren con la preservación ordenada de los activos en litigio. La importancia de estos casos radica en que afectan directamente la capacidad del patrimonio en bancarrota para cumplir con su compromiso de reembolso, que ya se traduce en un programa de pagos estimado por más de 16 mil millones de dólares en reclamos aprobados. Desde febrero de 2025, FTX ha iniciado las primeras distribuciones de fondos recuperados, enfocándose en reclamos de conveniencia inferiores a 50,000 dólares para alcanzar a un amplio espectro de usuarios afectados. La segunda ronda de pagos está fechada para comenzar el 30 de mayo de 2025, abarcando categorías amplias como reclamos generales no garantizados y otras nuevas reclamaciones autorizadas. Este proceso refleja la voluntad y el avance en la compleja tarea de retribuir a quienes confiaron en la plataforma antes de su colapso.
Por su parte, el fundador y exdirector ejecutivo de FTX, Sam Bankman-Fried, enfrenta graves consecuencias legales tras haber sido condenado por cargos de fraude y conspiración, recibiendo una condena de 25 años de prisión. La administración actual ha asumido la responsabilidad de la reestructuración y recuperación, enfocándose en fortalecer la transparencia y en sostener la confianza dentro del ecosistema. Con las demandas recientes, FTX envía un mensaje claro a otros emisores de tokens: la falta de cooperación y la retención injustificada de activos que pertenecen al patrimonio de la plataforma serán perseguidas judicialmente. Esta advertencia pretende fomentar la colaboración y evitar largos procesos legales que retrasen la recuperación para los acreedores perjudicados. En paralelo a estas disputas, FTX también ha enfrentado desafíos adicionales, como la ampliación del reclamo de Three Arrows Capital, un fondo que incrementó su demanda de 120 millones a 1.
5 mil millones de dólares tras la aparición de nuevas evidencias que respaldan sus vínculos financieros con la plataforma. Esto subraya que el proceso de reestructuración continúa siendo dinámico y complejo, con múltiples partes interesadas y un escenario global altamente interconectado. En conclusión, la acción legal emprendida contra NFT Stars y Delysium representa un capítulo significativo en la búsqueda de justicia y recuperación en el marco del colapso de FTX. Más allá del ámbito legal, estas disputas tienen implicaciones para el futuro de las inversiones en tokens digitales y el cumplimiento de obligaciones en el ecosistema blockchain. Para las plataformas y proyectos vinculados a operaciones con tokens, la responsabilidad, transparencia y cooperación resultan elementos clave para evitar conflictos que puedan minar la confianza del mercado y la viabilidad de las inversiones.
Mientras FTX continúa su largo camino hacia la restauración financiera, su estrategia legal marca un precedente importante y reafirman la necesidad de rigidez regulatoria y ética empresarial en el criptoespacio.