El sector de las criptomonedas ha comenzado mayo de 2025 con un dinamismo extraordinario, en gran medida influenciado por eventos geopolíticos y avances tecnológicos dentro del ecosistema blockchain. Uno de los hitos más destacables es el crecimiento de Bitcoin (BTC), que por primera vez desde febrero ha logrado superar y mantenerse por encima de la barrera simbólica de los 100,000 dólares, alcanzando un máximo intradía de más de 101,500 USD. Este fenómeno coincide con el anuncio oficial realizado por Donald Trump, expresidente y figura de relevancia en los Estados Unidos, sobre un nuevo acuerdo comercial con el Reino Unido que promete abrir la puerta a más iniciativas similares en el futuro cercano. La capitalización total del mercado de criptomonedas se ha situado alrededor de los 3.2 billones de dólares, con volúmenes de negociación diarios que superan los 173,000 millones USD, reflejando un fuerte apetito inversor y un capital importante fluyendo dentro de las diferentes capas y proyectos del ecosistema.
El anuncio del acuerdo comercial ha resultado ser un catalizador macroeconómico fundamental que ha generado confianza en los mercados financieros y activos digitales, propiciando una ola alcista que beneficia tanto a las criptomonedas líderes como a proyectos emergentes. Bitcoin, considerada la criptomoneda pionera y referencia absoluta dentro del sector, ha contado con un volumen de operaciones que se ha más que duplicado en menos de 24 horas, pasando de 35,000 a 76,000 millones USD. Este incremento no es solamente un indicador de interés momentáneo, sino que suele interpretarse como una señal técnica que puede anticipar una continuación de la tendencia alcista, especialmente cuando los compradores permanecen activos a precios elevados y las resistencias técnicas anteriores se transforman en nuevos niveles de soporte. Simultáneamente, Ethereum (ETH), la principal plataforma para contratos inteligentes y activos digitales descentralizados, también ha experimentado un notable impulso, alcanzando niveles cercanos a los 2,002 USD. El rally de Ethereum está alimentado no solo por el entorno macroeconómico positivo generado por el acuerdo comercial y la pausa en las subidas de tasas por parte de la Reserva Federal, sino también por una actualización técnica clave conocida como la mejora Pectra.
Este despliegue, implementado con éxito apenas unos días antes, ha mejorado la eficiencia y capacidad de la red, incentivando una confianza creciente en su ecosistema. Cabe resaltar que durante la actualización Pectra, algunas casas de cambio importantes, como Coinbase, tuvieron que suspender temporalmente las retiradas de ETH, lo que generó una presión de venta artificialmente baja, ayudando a que los precios de Ethereum ascendieran con mayor rapidez. Esta situación técnica combinada con la mejoría del sentimiento de mercado ha sido fundamental para que Ethereum supere su resistencia psicológica de los 2,000 dólares por primera vez en meses. Estos cambios positivos en Ethereum han reverberado en su ecosistema, haciendo que tokens nativos como PEPE, Chainlink (LINK) y otros proyectos basados en Ethereum registren subidas significativas. PEPE, un memecoin impulsado por la comunidad y respaldado por un renovado interés de grandes inversores (conocidos como “whales”), ha aumentado su precio un 17 % en las últimas 24 horas, lo que refleja la capacidad actual de los memecoins para recuperar tracción cuando se combinan con períodos de optimismo más amplio en el mercado.
Chainlink, reconocido por su desarrollo de oráculos y soluciones de interoperabilidad entre blockchains, ha visto su valor subir casi un 10 %, acercándose a los 15 dólares. Este progreso se debe en parte a narrativas sólidas de integración cross-chain y su reciente asociación con Word Liberty Financial, una entidad vinculada a Trump, que ha aportado una dimensión política y comercial extra al token. Además de estos activos, Virtuals Protocol y el token oficial respaldado por Trump han sido otros destacados en desempeño, con ganancias superiores al 20 % en poco tiempo, lo cual apunta a que proyectos vinculados a figuras políticas o tecnologías emergentes disfrutan de un momento favorable. En el ámbito de las altcoins de capa uno –blockchains independientes con capacidad para ejecutar contratos inteligentes–, se observan también movimientos interesantes. Ripple (XRP), a pesar de enfrentar desafíos legales persistentes, registra un aumento del 4.
7 % impulsado por una mayor actividad de compra y un volumen diario en ascenso. Cardano (ADA) mantiene también un fuerte movimiento alcista, aumentando más del 8 %, sustentado en la confianza creciente en esta red para aplicaciones descentralizadas y mejoras técnicas constantes. Dogecoin (DOGE) y Solana (SOL) continúan sorprendiendo con incrementos cercanos al 8.3 % y 8 % respectivamente. DOGE, que con frecuencia responde a niveles de menciones en redes sociales, muestra fortaleza por la constante atención mediática y comunitaria, mientras que SOL combina un mayor volumen en su red con una especulación activa en proyectos de memecoin para sostener su valor.
Desde una perspectiva más amplia, la evolución del mercado destaca cómo las noticias relacionadas con acuerdos comerciales y política internacional pueden influir profundamente en activos digitales, que aunque descentralizados resultan sensibles a la confianza económica global. La relación entre la política internacional y la inversión en criptomonedas se reafirma en un contexto donde el aumento del riesgo global o mejoras en el comercio bilateral e internacional impulsan las expectativas del mercado. Por otro lado, la aprobación por parte de la Oficina del Contralor de la Moneda de Estados Unidos (OCC) para que los bancos nacionales puedan operar con criptomonedas en nombre de sus clientes representa un avance regulatorio que aporta seguridad y estructura al sector. Esta aprobación permite que instituciones financieras tradicionales ofrezcan compra, venta y custodia de criptomonedas con entidades tercerizadas, siempre bajo estrictos criterios de gestión de riesgo, lo que puede acelerar la adopción institucional y la entrada de capital significativo. El Ethereum Foundation también contribuye a la evolución del sector con una asignación de 32 millones de dólares en subvenciones para el primer trimestre de 2025.
Estos fondos están destinados a fortalecer el ecosistema mediante apoyo a programas comunitarios, mejoras en herramientas para desarrolladores, avances en tecnologías criptográficas como las pruebas de conocimiento cero y mejoras en la capa de ejecución de Ethereum. Estas inversiones apuntan a mantener la red relevante y competitiva frente a nuevas blockchains y desafíos técnicos. Al analizar la tendencia actual, se perfila una posible rotación hacia una altseason, donde los tokens dentro del ecosistema Ethereum y proyectos relacionados podrían superar en rendimiento a Bitcoin, especialmente si el impulso alcista de BTC muestra señales de estancamiento. El ecosistema Ethereum está recuperando protagonismo gracias a su capacidad para aglutinar innovaciones técnicas, mayor liquidez y una comunidad activa que puede capitalizar oportunidades conforme mejoran las condiciones macroeconómicas. En resumen, la noticia del acuerdo comercial entre Estados Unidos y Reino Unido, junto con actualizaciones tecnológicas y decisiones regulatorias clave, ha generado un ambiente favorable para la mayoría de las criptomonedas más relevantes.