El concepto de «Descuento Corea» ha sido durante años un desafío para el mercado bursátil de Corea del Sur, afectando la valoración y la percepción internacional de sus principales empresas. Este fenómeno se refiere a que las compañías surcoreanas cotizan con un descuento significativo en comparación con sus pares globales, lo cual limita el potencial de inversión y la captación de capital extranjero. En el contexto actual, Lee Jae-myung, el principal candidato presidencial y líder del Partido Democrático, ha prometido implementar medidas estructurales para erradicar este fenómeno que afecta negativamente a la economía y a los pequeños inversores. Lee Jae-myung, conocido por su postura liberal y sus propuestas progresistas, ha identificado en la reforma del mercado de capitales un pilar fundamental para su plan económico. Su promesa de impulsar legislación que regule con mayor firmeza a los accionistas controladores busca mayor transparencia y protección para los accionistas minoritarios, un aspecto clave para incrementar la confianza tanto de inversores nacionales como internacionales.
La prevalencia de conglomerados familiares, conocidos como chaebols, ha sido históricamente señalada por priorizar sus propios intereses por encima de los accionistas minoritarios, lo que ha contribuido a la persistencia del 'Descuento Corea'. El 'Descuento Corea' no solo representa un problema de valoración financiera, sino que también refleja ciertas debilidades en la gobernanza corporativa y en la estructura del mercado bursátil surcoreano. Estos problemas han derivado en un menor atractivo para inversores extranjeros y en una percepción negativa que limita la entrada de capital fresco, afectando la competitividad del país en el panorama global. Lee ha destacado que la legislación vigente, aunque ha sido revisada recientemente, enfrenta resistencias significativas, como el veto presidencial impuesto al proyecto que ampliaba el deber fiduciario de los miembros de las juntas directivas para proteger a los accionistas minoritarios. La negativa del presidente interino Han Duck-soo y las objeciones de los grupos empresariales han generado controversia, pues argumentan que endurecer la regulación puede afectar la autonomía de la gestión empresarial y crear incertidumbre.
Sin embargo, para Lee, estas reformas son esenciales para instaurar una cultura corporativa más justa y transparente, que logre premiar a las empresas surcoreanas con una valoración a la par de sus competidores globales. Además, su propuesta incluye un compromiso explícito para doblar el valor del índice bursátil principal del país, conocido como KOSPI, lo que no solo beneficiaría a los grandes inversores sino también a los aproximadamente 14 millones de inversores minoristas surcoreanos. Estos pequeños inversores, conocidos popularmente como “hormigas”, han visto en el mercado de valores una oportunidad para fortalecer sus ahorros, especialmente en un contexto de incertidumbre económica mundial. La volatilidad del mercado y la percepción negativa sobre la gestión corporativa han limitado su capacidad de obtener rendimientos satisfactorios y han desincentivado la participación más amplia en la bolsa. Al proponer un «Korea Premium», Lee Jae-myung busca revertir esta tendencia y motivar una cultura de inversión que beneficie tanto a los ciudadanos como a la economía nacional.
Otro aspecto relevante en la estrategia de Lee se refiere a los esfuerzos para que Corea del Sur sea reconocida como un mercado desarrollado por parte del prestigioso proveedor global de índices, Morgan Stanley Capital International (MSCI). Además de que Corea recientemente levantó una prohibición de cinco años sobre la venta en corto, una práctica que MSCI había señalado como un impedimento para el acceso extranjero, existen otras medidas en perspectiva para aumentar la transparencia y la competencia del mercado. El compromiso del candidato favorito incluye la elaboración de una hoja de ruta clara que garantice este estatus de mercado desarrollado, lo que podría atraer un flujo mucho mayor de capital internacional y mejorar la posición financiera del país. Esta estrategia se alinea con una visión de inclusión financiera y apertura, que busca posicionar a Corea del Sur como un destino atractivo para inversores globales, además de dar un nuevo impulso a la economía nacional fuertemente impactada por la inestabilidad política y tensiones comerciales internacionales, como las derivadas de los aranceles impuestos por Estados Unidos. Dentro de su historial personal, Lee Jae-myung no solo ha sido un político activo, sino también un inversor bursátil habitual, lo que agrega credibilidad a sus propuestas.
Su compromiso para sancionar prácticas desleales en el mercado, como la manipulación del precio de las acciones y otras irregularidades, apunta a fortalecer la integridad del sistema bursátil y brindar un entorno más seguro y saludable para todos los participantes. La reacción inicial del mercado ha sido mixta; si bien el índice KOSPI experimentó un aumento momentáneo luego de sus declaraciones, posteriormente esos avances se diluyeron debido a factores externos y a la incertidumbre política que rodea la elección presidencial. No obstante, el sólido respaldo que Lee recibe en las encuestas, con una ventaja considerable frente a su principal contendiente conservador, indica que sus propuestas tienen un alto potencial para ser implementadas si resulta elegido en las elecciones de verano. La importancia de la reforma del 'Descuento Corea' trasciende la cuestión financiera y económica para tocar preguntas centrales sobre la distribución del poder en el mundo empresarial surcoreano. Mientras las élites financieras tradicionales ejercen un fuerte control sobre muchas de las grandes compañías, la democratización accionaria y la protección de los pequeños inversionistas podrían representar un cambio profundo en la estructura económica del país.
El anuncio de Lee Jae-myung se enmarca en un ambiente donde la transformación digital, la sostenibilidad y la competencia global exigen a las economías emergentes y desarrolladas reevaluar sus políticas económicas para mantenerse relevantes. Al abordar de manera decidida la cuestión del 'Descuento Corea', el candidato está posicionando el mercado bursátil como un motor de crecimiento económico más dinámico e inclusivo. A nivel estratégico, la lucha contra esta desvalorización persistente también podría incentivar una mayor innovación corporativa y atraer talento que contribuya a la competitividad surcoreana. La posibilidad de incrementar la participación extranjera y mejorar la reputación de las empresas nacionales en el extranjero atraerá no solo inversión de cartera, sino también inversión directa, innovación tecnológica y nuevos emprendimientos. En resumen, la agenda de Lee Jae-myung para el mercado de capitales surcoreano destaca un compromiso renovado con la transparencia, la equidad y el crecimiento sostenido.
Su promesa de cerrar la brecha de valoración denominada 'Descuento Corea' y pasar a una era de 'Korea Premium' representa una oportunidad histórica para redefinir la imagen financiera del país y consolidar su posición en la economía global. El seguimiento político y empresarial a estas iniciativas será clave para determinar el futuro del mercado bursátil surcoreano y su integración en el sistema financiero mundial.