El cortometraje "Before They Joined Us", dirigido por el talentoso Arshile Egoyan, ha capturado la atención del público en el Festival Internacional de Cine de Toronto 2024. Esta emotiva obra refleja un momento crucial en la vida de dos jóvenes hermanas armenias que enfrentan la dura realidad de la Guerra Civil en Líbano, un tema que resuena profundamente en la memoria colectiva de los pueblos afectados por conflictos bélicos. La historia se centra en Taline, interpretada por Lorie Berberian, y su hermana menor Garine, a cargo de Ava Andreakos. En 1975, un vea familiar lleno de emociones ambivalentes se convierte en el escenario principal del cortometraje. Mientras sus padres conducen ansiosamente hacia el aeropuerto, la incertidumbre empapa el aire.
La guerra ha comenzado y sus padres, temerosos por el futuro, han decidido enviar a las niñas a vivir con familiares en Montreal, Canadá. Sin embargo, lo que podría parecer una oportunidad de escapar de la violencia y la devastación implica una separación dramática que las pequeñas aún no comprenden del todo. La cinematografía, cuidadosamente elaborada, juega un papel fundamental en la atmósfera del film. Con tomas cerradas y ángulos inusuales, Arshile Egoyan proyecta la tensión y el aislamiento que sienten los personajes. El encuadre apretado en la cabina del automóvil y en la casa donde serán recibidas las hermanas destaca la claustrofobia emocional en la que se encuentran atrapadas.
Cada expresión facial, cada gesto de los padres, y la impertinente actitud de Taline hacia su hermana menor, transmiten un profundo sentido de inquietud. El viaje no solo es físico, sino también emocional. Taline se dedica a molestar a Garine con respuestas sarcásticas, intentando aliviar la creciente tensión. A través de este juego dinámico entre las dos hermanas, Egoyan logra mostrar la indispensable inocencia de la infancia en medio de la adversidad. Mientras sus padres parecen estar lidiando con sus propias ansiedades, las niñas siguen sin comprender completamente la magnitud de la situación.
Este contraste entre el mundo interno de los niños y la dura realidad del mundo adulto resuena con gran fuerza, permitiendo que el espectador se sumerja en la experiencia visceral del desarraigo. La llegada a Montreal está marcada por una nueva e inquietante dimensión: la familia que las recibirá son Testigos de Jehová. Las niñas, completamente ajenas a las creencias y costumbres de esta nueva familia, enfrentan una incertidumbre aún mayor. La apocalíptica visión del mundo que tienen ciertos miembros de esta fe, quienes creen que el mundo llegará a su fin el 31 de diciembre de 1975, refleja una preocupación adicional en el corazón de Taline y Garine. Este elemento añade otra capa de complejidad emocional al relato, obligando a las jóvenes protagonistas a adaptarse no solo a un nuevo país, sino también a un nuevo modo de vida que les resulta completamente extraño.
Es importante destacar que "Before They Joined Us" no es solo un relato de ficción; está inspirado en las experiencias reales de la madre de Arshile Egoyan, Arsinée Khanjian, y su tía. Esta conexión personal infunde al film una autenticidad palpable que resuena con cualquier persona que haya experimentado el desarraigo y la separación. La historia se convierte en un reflejo no solo de la experiencia armenia, sino de la experiencia de muchos inmigrantes que se ven obligados a dejar atrás su hogar debido a la guerra, la opresión o la persecución. En el desarrollo del cortometraje, la música también juega un papel fundamental, sumando a la narración las emociones que a menudo las palabras no pueden expresar. La banda sonora complementa la tensión visual y emocional, llevándonos por un viaje que es tan doloroso como esperanzador.
A pesar del contexto trágico, hay momentos de ternura y amor entre las hermanas que recuerdan la resistencia del espíritu humano ante la adversidad. La dirección de Egoyan, además de ser un homenaje a su herencia familiar, desafía al espectador a reflexionar sobre la naturaleza del hogar, la identidad y el sentido de pertenencia. Nos recuerda que las experiencias de desarraigo pueden moldear no solo a quienes las viven, sino también a las futuras generaciones. Las letras de la abuela o las historias de las luchas pasadas se convierten en los lazos que unen a las familias y las comunidades, pese a las distancias geográficas. El cortometraje también se inscribe en un contexto más amplio de cine que aborda la Guerra Civil en Líbano, un conflicto que ha dejado cicatrices indelebles en la historia contemporánea del país.
Films como “In the Shadow of Beirut” y “Skies of Lebanon” han explorado esta temática, mostrando los efectos del conflicto en la vida de las personas. Sin embargo, "Before They Joined Us" se destaca por su enfoque en la vida de los individuos, en la intimidad de sus relaciones familiares. Esto permite al público conectar emocionalmente con la narrativa, algo que puede ser más difícil de lograr en relatos de mayor escala. La película ha sido recibida con críticas positivas en su exhibición en Toronto, donde el público ha elogiado la sensibilidad de Egoyan al abordar temas tan complejos y dolorosos. La calificación de 8/10 que recibió habla de su impacto y la relevancia de su mensaje.
"Before They Joined Us" es un trabajo que no solo busca entretener, sino también educar y hacer reflexionar sobre el valor de las conexiones humanas, la familia y el sentido de hogar en un mundo lleno de incertidumbres. Indudablemente, la obra de Arshile Egoyan no se detiene en el pasado, sino que también se convierte en un llamado a la empatía hacia aquellos que atraviesan experiencias similares en el presente. Aunque las circunstancias pueden ser diferentes, la esencia de dejar atrás a los seres queridos y buscar un nuevo comienzo es un tema universal que trasciende fronteras. "Before They Joined Us" es una exploración conmovedora de estas realidades, un recordatorio de cómo las historias familiares se entrelazan con la historia colectiva de la humanidad. En resumen, "Before They Joined Us" destaca como una pieza artística significativa que toca fibras emocionales profundas en un lapso muy breve.
Con su narrativa comprometida y una producción meticulosa, el corto de Egoyan nos invita a recordar, reflexionar y, sobre todo, a reconocer la humanidad compartida en medio de las adversidades.