En un reconocimiento que destaca su impacto político y social, Lee Jae-myung, aspirante a la presidencia de Corea del Sur, ha sido incluido en la exclusiva lista de las 100 personas más influyentes de 2025 publicada por la revista estadounidense Time. Esta inclusión no solo resalta su prominencia en la esfera política internacional, sino que también pone en relieve una historia de perseverancia y compromiso ante desafíos notables. La trayectoria de Lee Jae-myung es un ejemplo inspirador de superación personal y política. Nacido como el quinto de siete hijos en una familia campesina, su niñez estuvo marcada por dificultades económicas y sociales. A pesar de estos obstáculos, Lee demostró desde temprana edad una gran determinación, recorriendo diariamente diez millas para asistir a la escuela primaria.
Más adelante, al ingresar al mundo laboral siendo todavía menor de edad, sufrió un grave accidente que le dejó la muñeca destrozada mientras trabajaba en una fábrica. Estas experiencias forjaron su carácter y pulieron su espíritu de lucha, elementos que más adelante contribuirían a su ascenso en la política surcoreana. Su carrera política comenzó con cargos locales como alcalde y gobernador, donde acumuló experiencia en la gestión pública y se ganó la confianza de numerosos ciudadanos. A pesar de perder la elección presidencial en 2022 frente a Yoon Suk Yeol, Lee no se rindió. Su resiliencia quedó de manifiesto también tras ser atacado físicamente dos años después, cuando un crítico perturbado intentó asesinarlo clavándole un cuchillo en el cuello.
A pesar de esta agresión, Lee continuó fortaleciéndose como líder político y mantuvo su influencia dentro del Partido Democrático de Corea del Sur. La revista Time destacó que Lee Jae-myung es el claro favorito para ganar las elecciones presidenciales programadas para el 3 de junio de 2025, subrayando tanto las dificultades que ha enfrentado como las expectativas de liderazgo que genera a nivel nacional e internacional. En el contexto interno, ha tenido un rol central en la oposición al entonces presidente Yoon Suk Yeol, impulsando su destitución tras la implementación de una declaración de ley marcial inesperada en diciembre, que terminó con la intervención del Tribunal Constitucional para removerlo del cargo. Los desafíos a los que se enfrentará Lee como líder de Corea del Sur no serán pocos. A nivel geopolítico, debe lidiar con la creciente beligerancia del régimen norcoreano, que continúa representando una amenaza constante para la estabilidad regional.
Además, tendrá que manejar un comercio internacional cada vez más tenso, con guerras comerciales que complican las relaciones económicas tanto con China como con otros socios globales. Lee Jae-myung ha expresado en entrevistas su visión madura y realista sobre el mundo. Según sus palabras citadas en 2022, cree que aprender sobre el mundo a través de la experiencia propia es invaluable y fortalece a las personas para enfrentar desafíos. Su capacidad para no dejarse intimidar ni por la adversidad ni por la presión política fue resaltada por Time, que considera poco probable que se deje vencer por las circunstancias difíciles. Actualmente, las encuestas de opinión le atribuyen cerca del 49% del apoyo popular, consolidándolo como el candidato más fuerte para la presidencia.
Su liderazgo representa un punto de inflexión en la política surcoreana, especialmente debido a su enfoque en temas sociales, económicos y de justicia que resuenan con amplios sectores de la población. El ascenso de Lee Jae-myung es también un reflejo de los cambios que vive Corea del Sur en su escenario político. El país, conocido por su dinámica economía y su papel estratégico en Asia Oriental, enfrenta retos multidimensionales que requieren un liderazgo firme, comprometido y con capacidad para negociar en un entorno internacional complejo. Ser reconocido por una publicación global como Time asegura que la figura de Lee traspase las fronteras de su país y genere interés en todo el mundo sobre el futuro político de Corea del Sur. Su inclusión en la lista de las 100 personas más influyentes no solo es un reconocimiento personal, sino también una señal del peso que tiene la política surcoreana en el panorama global actual.