El gobierno australiano ha decidido dar un paso crucial para fortalecer su ecosistema de investigación y desarrollo (I+D) al seleccionar a Kreoh, una compañía ubicada en Dublín especializada en inteligencia artificial aplicada a consultorías de impuestos para I+D. Esta colaboración estratégica busca evaluar y ofrecer recomendaciones que permitan potenciar la innovación en Australia, especialmente en un contexto de cambios acelerados impulsados por la inteligencia artificial y las tecnologías digitales. Kreoh no es una empresa cualquiera; ha crecido rápidamente gracias a su enfoque innovador que combina la precisión de la inteligencia artificial con la experiencia humana. Originariamente una firma consultora de IA, hoy funciona como un motor multiagente de IA orientado a optimizar las aplicaciones de crédito fiscal para I+D. Su plataforma permite a profesionales y entidades asegurar la precisión y el cumplimiento normativo en sus solicitudes, incorporando datos relevantes obtenidos de diversas fuentes, lo que incrementa la eficiencia y reduce riesgos en los procesos.
El despliegue de Kreoh en los principales centros de innovación australianos —Brisbane, Sídney y Melbourne— ha sido clave para identificar las áreas donde el sistema de I+D puede ser más efectivo. Durante su análisis, los expertos encontraron que, a pesar de la inversión significativa del gobierno en I+D, con un presupuesto estimado de 14,4 mil millones de dólares australianos en 2024 que representa el 0,52% del PIB, existen importantes desafíos que obstaculizan la sinergia entre universidades, empresas y diferentes sectores. Este hallazgo apunta a una fragmentación notable en el sistema actual, donde la colaboración entre sectores esenciales como la academia y la industria es limitada. Kreoh destaca la necesidad de establecer vías digitales claras que conecten el talento, la investigación y los objetivos comerciales para fomentar una participación más amplia y diversa dentro de la economía de innovación. Garry Tiscovschi, cofundador y director general de Kreoh, ha subrayado que el sistema de innovación australiano, aunque fragmentado, es perfectamente susceptible de ser optimizado.
Su recomendación enfatiza la creación de una infraestructura de I+D digitalmente conectada y habilitada por inteligencia artificial, capaz de ayudar a las empresas no solo a identificar y documentar las actividades de I+D elegibles, sino también a enviar las solicitudes con confianza y permitir que el gobierno monitoree el impacto en tiempo real. Además, la empresa sugiere que las políticas de I+D de Australia deben evolucionar para apoyar modelos modernos de innovación que son dominantes en sectores como software, inteligencia artificial y diseño de servicios. Las definiciones y marcos de cumplimiento actuales corren riesgo de limitar el progreso en estas áreas de crecimiento rápido y alto potencial. La incorporación de Kreoh al análisis y asesoramiento estratégico representa un paso significativo en la modernización de la gestión de la innovación en Australia. El país, tradicionalmente fuerte en investigación agrícola, minera y científica, se enfrenta ahora al reto de integrar tecnologías emergentes y un enfoque digital que permita competir en la economía global del futuro.
El enfoque de Kreoh también ilustra una tendencia mundial hacia la utilización de inteligencia artificial para apoyar las políticas públicas y privadas en áreas complejas como los incentivos fiscales y la evaluación del impacto de la innovación. La capacidad de procesar grandes volúmenes de datos, extraer información relevante y generar reportes de alta calidad establece un nuevo estándar en la administración de programas de I+D. Para Australia, esta revisión estratégica podría traducirse en beneficios tangibles, entre ellos un aumento en la eficiencia del gasto público, mayor participación de empresas y universidades en proyectos colaborativos, y un impulso para sectores innovadores que pueden transformar la economía local y generar empleo de alta calidad. Cabe destacar que el sistema de incentivos de I+D en Australia combina medidas fiscales para la industria con asignaciones presupuestarias directas destinadas a investigación. La suma de ambos mecanismos contribuye a crear un entorno propicio para la innovación, pero el análisis de Kreoh identifica áreas donde digitalizar y conectar estos componentes podría maximizar sus resultados.
La importancia de la inteligencia artificial en la transformación del ecosistema no solo radica en automatizar procesos, sino en abrir nuevas formas de colaboración y transparencia. Por ejemplo, un sistema de seguimiento en tiempo real apoyado por IA facilitaría la rendición de cuentas y la toma de decisiones basadas en datos actualizados, lo que ha sido una carencia en algunos modelos tradicionales. Además, con la rápida evolución tecnológica, los marcos regulatorios necesitan ser ágiles y flexibles para incorporar nuevos tipos de innovación. Esto incluye revisar las definiciones de actividades de I+D para incluir desarrollos en software y servicios, que históricamente han estado menos representados en incentivos fiscales debido a sus características particulares. La experiencia internacional de Kreoh, que presta servicios en Reino Unido, Europa y otros mercados, aporta un valor añadido, ya que puede comparar modelos y aplicar mejores prácticas que han demostrado eficacia.
Esta perspectiva global es especialmente valiosa para un país como Australia, que compite en un escenario internacional en constante cambio. En conclusión, la selección de Kreoh por parte del gobierno australiano para revisar el ecosistema de I+D representa una oportunidad para modernizar y consolidar la innovación en el país. El aprovechamiento de la inteligencia artificial y la digitalización de procesos son caminos necesarios para mantener la competitividad y fomentar un crecimiento sostenible en sectores clave de la economía. Este esfuerzo conjunto entre el gobierno y Kreoh puede servir como modelo para otras naciones que enfrentan desafíos similares, demostrando cómo la tecnología y la colaboración pueden transformar políticas públicas para generar un impacto real y efectivo en la sociedad y la economía.