El Bitcoin continúa consolidarse como un activo clave en el mundo financiero, y recientes análisis de la firma Bernstein plantean un escenario altamente optimista para esta criptomoneda en los próximos años. Según los expertos, el mercado experimenta lo que describen como una "contracción en la oferta" o "supply squeeze", impulsada por una creciente acumulación por parte de corporaciones y fondos cotizados en bolsa (ETF), lo que podría desencadenar un aumento significativo en el precio de Bitcoin, llevándolo a superar máximos históricos previos. Durante los últimos meses, el precio de Bitcoin ha mostrado fluctuaciones influenciadas por diversas corrientes económicas, políticas y sociales. Tradicionalmente, su comportamiento ha sido rastreado con referencia a activos como el oro o incluso índices bursátiles como el Nasdaq. Sin embargo, Bernstein advierte que estas correlaciones de corto plazo pueden ser engañosas y que los factores verdaderamente determinantes en este ciclo se vinculan más estrechamente con la dinámica de oferta y demanda, especialmente con la saturación de Bitcoin en manos de inversores institucionales y la creciente influencia de los ETFs.
Un punto fundamental señalado por los analistas es la acumulación corporativa. Según sus investigaciones, actualmente alrededor de 80 empresas poseen un total conjunto cercano a 700,000 Bitcoins, lo que representa aproximadamente un 3.4% del límite máximo de oferta de 21 millones de monedas. Esta acumulación muestra un interés corporativo que no solo es persistente, sino también competitivo, enfatizando la importancia de Bitcoin como reserva de valor y activo estratégico dentro de las tesorerías empresariales. Un ejemplo destacado es la creación de una nueva alianza denominada Twenty One Capital, un emprendimiento conjunto que involucra a grandes actores como SoftBank, Tether, Bitfinex y Cantor Fitzgerald.
Este fondo iniciará con un posicionamiento estimado en 42,000 BTC y está respaldado por una inversión inicial combinada de miles de millones de dólares. Este movimiento refleja la confianza corporativa en Bitcoin y subraya una tendencia ascendente en la acumulación sostenida a largo plazo. Paralelamente, la cantidad de Bitcoin almacenadas en ETFs ha mostrado un crecimiento notable, alcanzando ya más del 5.5% del suministro total de la criptomoneda, lo que equivale a unos 110 mil millones de dólares en activos bajo gestión. Los flujos netos hacia uno de los ETFs de Bitcoin más importantes en Estados Unidos se han vuelto positivos nuevamente tras un período de estancamiento, sumando miles de millones en entradas recientes que reflejan una demanda renovada de este tipo de vehículos de inversión.
Este crecimiento sostenido en la posesión de Bitcoin por parte de ETFs e instituciones refleja no solo un crecimiento substancial en el interés y la confianza hacia la criptomoneda, sino también una reducción en la cantidad disponible para el público inversor tradicional o minorista. Bernstein señala que la combinación de Bitcoins en manos de ETF y corporaciones representa cerca del 9% de la oferta total, un incremento de siete veces desde que estos fondos se lanzaron a comienzos de 2024. Una tendencia complementaria que contribuye a esta "contracción de oferta" es la reducción de Bitcoin depositado en exchanges. El balance de monedas en estas plataformas ha bajado del 16% a alrededor del 13% desde finales de 2023. Aunque algunos argumentan que esta disminución se compensa con el traslado de activos hacia custodios de ETFs, la señal en conjunto indica un menor volumen de Bitcoin disponible para la negociación abierta, lo cual puede ejercer presión al alza sobre los precios.
Más allá del escenario corporativo e institucional, otro factor que podría catapultar el precio de Bitcoin es la posible adopción soberana, especialmente tras la emisión reciente de una orden ejecutiva del expresidente Donald Trump para la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin en Estados Unidos. Si esto se concreta, representaría una adopción sin precedentes a nivel gubernamental que no solo reforzaría la demanda, sino que también podría iniciar una carrera competitiva entre naciones para la acumulación estratégica de esta criptomoneda. Respecto a las proyecciones de valor, Bernstein prevé que Bitcoin podría alcanzar los 200,000 dólares antes de finalizar 2025, un hito que eclipsaría considerablemente el precio actual. Más allá de esa fecha, estiman un crecimiento continuo hasta alcanzar los 500,000 dólares en 2029 y llegar incluso al millón de dólares para 2033, con la salvedad de intermitentes años de corrección. Estas proyecciones se basan en la premisa de una oferta fija y limitada, combinada con una demanda creciente, tanto institucional como de inversores individuales.
La esencia del argumento de Bernstein reside en la naturaleza única que tiene Bitcoin: un suministro finito y matemáticamente inmutable que se complemente con una demanda diversificada y creciente desde múltiples frentes. La criptomoneda ya ha minado prácticamente 19.9 millones de las 21 millones de unidades establecidas, con casi el 95% de la oferta total ya en circulación o minada en la próxima década. Esta escasez relativa, sumada a una participación institucional robusta, crea un entorno favorable para una apreciación sostenida en el tiempo. Sin embargo, no debe perderse de vista que el mercado de criptomonedas es volátil por naturaleza y está sujeto a influencias regulatorias, tecnológicas y macroeconómicas.
La integración de ETFs en el mercado, aunque positiva para la liquidez y aceptación, también puede generar episodios de volatilidad a corto plazo dada la naturaleza especulativa y las estrategias de base trading que algunos actores implementan. Además, la incertidumbre que rodea el marco regulatorio global podría modificar o ralentizar el crecimiento proyectado. En conclusión, las señales desde el análisis de Bernstein sugieren que Bitcoin está en una posición fuerte para escalar a nuevos máximos históricos, respaldado principalmente por una dinámica de entrenamiento entre la acumulación corporativa, la expansión de ETFs y la reducción efectiva en la oferta disponible para compra en mercados abiertos. La convergencia de estos factores crea una base sólida para considerar a Bitcoin más como un activo estratégico y de refugio que como un mero instrumento especulativo. Para inversores, observadores y entusiastas de la criptomoneda, estas tendencias ofrecen motivos para prestar atención al desarrollo institucional del mercado y las innovaciones en productos financieros que facilitan la exposición a Bitcoin.
Al mismo tiempo, el escenario abre la puerta a una potencial transformación en el papel que Bitcoin podría jugar en las carteras de inversión diversificadas y en estrategias de gestión de riesgos. La era en la que Bitcoin era únicamente un activo de nicho ha quedado atrás. La creciente competencia para acumular Bitcoin, el crecimiento en la adopción mediante vehículos regulados como ETFs y la posibilidad de incorporación soberana recolocan a esta criptomoneda en el centro del ecosistema financiero mundial. Con la oferta disminuyendo y la demanda institucional en auge, el pronóstico de Bernstein en cuanto a futuros nuevos máximos parece fundamentado y digno de consideración a medida que avanzamos hacia la segunda mitad de la década.