El ecosistema de criptomonedas sigue siendo uno de los sectores financieros que más interés despiertan a nivel global. Bitcoin, la criptomoneda pionera, continúa posicionándose como el activo referente del sector, mientras que los altcoins han experimentado un rendimiento más desigual y, en muchos casos, inferior. En el contexto reciente, luego de la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) celebrada el 7 de mayo de 2025, surge la interrogante sobre si los altcoins continuarán bajo esta tendencia de subrendimiento frente a Bitcoin, o si por el contrario, estos activos digitales tendrán un nuevo impulso que les permita acortar distancias en términos de rentabilidad y dominancia en el mercado. El FOMC anunció mantener las tasas de interés sin cambios, dentro del rango del 4.25% al 4.
5%, una decisión que ha generado un efecto inmediato positivo en el mercado cripto, particularmente en ciertos altcoins. Ethereum (ETH), por ejemplo, experimentó un repunte notable del 6%, acercándose a niveles de $1945, impulsado además por la exitosa implementación de la actualización Pectra en su mainnet. Otros activos digitales también reportaron ganancias moderadas en el rango del 3% al 5%, lo cual inicialmente podría interpretarse como una señal de fuerza para los altcoins tras meses de desempeño precario. No obstante, los analistas destacados como Benjamin Cowen y Rekt Capital mantienen una postura cautelosa sobre esta recuperación aparente. En lo que va de 2025, el mercado de altcoins ha mostrado una tendencia negativa comparado con Bitcoin; el conjunto de los 140 tokens principales del mercado ha sufrido una caída promedio del 58% desde su máximo elaborado el 7 de diciembre de 2024, mientras que Bitcoin apenas ha disminuido un 3% en comparable plazo.
Esta diferencia se traduce en un repunte significativo en la dominancia de Bitcoin en el mercado global de criptomonedas, que ha pasado de un 49% a un 65%. La dominancia de Bitcoin es un indicador vital para entender la dinámica del mercado cripto, ya que refleja el porcentaje del valor total de mercado que está representado por esta criptomoneda frente al resto de altcoins. Un aumento en la dominancia suele interpretarse como una preferencia del mercado hacia Bitcoin en periodos de incertidumbre o consolidación. Benjamin Cowen proyecta que esta dominancia podría aumentar hasta el 66% o incluso alcanzar el 71%, niveles que históricamente se han asociado con fases anteriores a la tan esperada “altseason”, un período donde los altcoins tradicionalmente experimentan un crecimiento acelerado. Cowen también ha señalado la posible caída de los pares ALT/BTC, es decir, el precio relativo de los altcoins frente a Bitcoin, proyectando una caída desde niveles actuales de 0.
34 a 0.32, con una posible extensión hasta el 0.25. Esta perspectiva coincide con la persistencia de condiciones macroeconómicas estrictas, en particular el ciclo de endurecimiento cuantitativo (QT) que ha estado en vigor, afectando la liquidez global y el apetito por activos riesgosos. En este escenario, Bitcoin es percibido como un activo refugio dentro del ecosistema cripto debido a su liquidez, adopción institucional y mayor reconocimiento global.
Rekt Capital, otro analista respetado dentro de la comunidad, complementa esta visión al destacar que la dominancia de Bitcoin se está acercando a un nivel crítico de resistencia, lo que podría desencadenar un rally significativo hacia el 71%. Este fenómeno es considerado por muchos como un preludio necesario para el inicio de la altseason, pero hasta que este punto se alcance, es probable que los altcoins sigan rezagados en comparación con Bitcoin. El impacto que la política monetaria estadounidense tiene sobre el mercado cripto es innegable. La decisión de mantener tasas sin cambios brinda estabilidad y reduce la presión negativa inmediata, favoreciendo un ambiente algo más favorable para activos volátiles como los altcoins. Sin embargo, el escenario permanece complejo ante la posible continuación del QT y otras variables macroeconómicas que podrían contrarrestar esta estabilidad.
Por ejemplo, el incremento en el costo del dinero y la reticencia generalizada hacia los activos con mayor riesgo, en especial cuando las expectativas inflacionarias y de crecimiento económico aún son inciertas. Para los inversores y traders, la atención se mantiene puesta en la evolución de la dominancia de Bitcoin y la reacción del mercado ante sucesos futuros dentro y fuera del criptoespacio. La pregunta fundamental en esta etapa es si la fortaleza relativa de Bitcoin es simplemente un reflejo del ciclo actual de aversión al riesgo o si representa una consolidación definitiva que podría relegar a los altcoins a una fase prolongada de bajo rendimiento. Además, las actualizaciones tecnológicas y eventos propios de ciertos altcoins, como la mencionada actualización Pectra de Ethereum, pueden ofrecer momentos de recuperación y revalorización puntual, pero su impacto debe evaluarse en el contexto más amplio del mercado. La volatilidad propia de los altcoins, sumada a la incertidumbre macroeconómica, obliga a una lectura cuidadosa y basada en múltiples indicadores para prever movimientos futuros.
Históricamente, los ciclos de mercado en las criptomonedas han mostrado que tras períodos prolongados de dominancia creciente por parte de Bitcoin, usualmente sigue una fase expansiva para los altcoins, con ganancias sustanciales y una mayor diversificación del capital. Sin embargo, el momento específico para que esta alternancia ocurra puede variar considerablemente dependiendo de factores externos como regulación, adopción institucional, y eventos macroeconómicos globales. En conclusión, tras la reunión del FOMC y la decisión de mantener las tasas de interés sin cambios, los altcoins han mostrado señales de recuperación, pero los expertos se mantienen escépticos respecto a la sostenibilidad de este impulso a corto plazo. La dominancia de Bitcoin continúa en ascenso, consolidando su posición como el activo cripto dominante en condiciones monetarias restrictivas. Este escenario sugiere que, para que los altcoins logren un repunte fuerte y sostenido, es probable que deban esperar a que Bitcoin alcance niveles de dominancia que suelen preceder una altseason.
Los inversores deben mantenerse informados y cautelosos, evaluando tanto las señales técnicas como las condiciones macroeconómicas que influyen en la dinámica del mercado. La gestión de riesgos y la diversificación siguen siendo estrategias clave en un entorno caracterizado por volatilidad y cambios abruptos. En definitiva, entender la relación entre Bitcoin y altcoins en el marco de decisiones como las del FOMC es fundamental para anticipar movimientos y tomar decisiones informadas en el mundo de las criptomonedas.