La aplicación de tecnologías modernas ha revolucionado el estudio de las civilizaciones antiguas, y uno de los campos que más se está beneficiando es la arqueología. Con innovaciones como la impresión 3D, escaneo láser y modelado digital, los investigadores están reconstruyendo procesos de producción, usos rituales y significados culturales de objetos que datan de miles de años. Un ejemplo destacado de esta tendencia lo encontramos en las investigaciones realizadas en la isla de Creta, en la antigua Grecia, donde se han descubierto figurillas y placas de terracota que ofrecen una ventana única a las prácticas artísticas y religiosas del pasado. El proyecto encabezado por la profesora Florence Gaignerot-Driessen, especialista en el mundo egeo y la arqueología clásica, ha puesto énfasis en el análisis de estas figurillas femeninas encontradas en el sitio arqueológico de Anavlochos, en Creta. Estas figuras, denominadas cariñosamente como 'las damas de Anavlochos', estaban destinadas seguramente a ser ofrendas votivas depositadas en grietas del lecho rocoso en lo alto de una montaña, en un lugar de impresionantes vistas hacia el Mediterráneo.
La elección de un punto tan difícil de alcanzar para depositar estos objetos sugiere una función ritual profunda, aunque aún queda mucho por entender. La importancia de estas piezas radica tanto en su significado cultural como en los métodos de fabricación usados para producirlas. Se trata de objetos modestos, realizados con arcilla, alejados de materiales preciosos como el marfil o el metal, lo que indica que estos objetos podían ser adquiridos y utilizados por personas comunes, no sólo por miembros de la élite. Sin embargo, el número y la recurrencia de estas figurillas implica una producción relativamente amplia, lo que ha llevado a los investigadores a preguntarse sobre las técnicas utilizadas para su manufactura masiva. Aquí es donde la tecnología contemporánea ha ofrecido respuestas inéditas.
El equipo dirigido por Gaignerot-Driessen, en colaboración con expertos franceses y el Colegio de Diseño, Arquitectura, Arte y Planificación de la Universidad de Cincinnati, ha utilizado escaneo 3D avanzado para crear modelos digitales precisos de las figurillas originales. A partir de estos escaneos, han producido réplicas mediante impresión 3D con resinas especiales que imitan las propiedades de los materiales originales. Estas reproducciones facilitan un estudio detallado sin riesgo para los artefactos originales y permiten experimentar directamente con técnicas que hubieran sido imposibles de observar de otro modo. En el taller cerámico, los investigadores han recreado moldes de arcilla a partir de las impresiones 3D para ensayar las técnicas que podrían haber empleado los antiguos artesanos. La diferencia entre el modelado manual y la fabricación mediante moldes es crucial para entender cómo se logró la producción en masa.
El modelado es un trabajo detallado y artesanal, mientras que el uso de moldes implica la repetición eficiente de formas estándar, ahorrando tiempo y recursos. Además, la tecnología geoespacial ha permitido un análisis innovador del sitio arqueológico. Con el uso de imágenes satelitales, fotogrametría y lásergrametría, el equipo ha mapificado las áreas donde se encontraron los fragmentos de cerámica, permitiendo simular con gran exactitud cómo y dónde fueron colocados estos objetos en la montaña. Tales simulaciones son cruciales para entender los posibles rituales asociados a la deposición de las figurillas y para especular sobre las ceremonias o actos religiosos que pudieron haberse llevado a cabo. Las figuras representan mujeres con vestimentas detalladas, incluyendo un sombrero decorativo llamado polos y un manto denominado epiblema, lo cual sugiere un contexto cultural específico.
Además, algunas placas exhiben la figura del esfinge, una criatura mítica con cabeza de mujer y cuerpo de león alado, un símbolo que muestra influencias culturales del Cercano Oriente, reflejando las conexiones e intercambios entre civilizaciones antiguas. Esto subraya cómo el arte y la religión no estaban aislados sino que formaban parte de una red amplia de influencias que cruzaban regiones y épocas. Un reto significativo para los investigadores ha sido comprender si las figurillas estaban rotas por accidente o deliberadamente antes de ser depositadas, un aspecto que influye en la interpretación ritual. La experimentación con réplicas ha permitido reproducir rupturas controladas para comparar con los fragmentos originales. Esta clase de investigación experimental, junto con los métodos de conservación y réplica digital, ha abierto una nueva vía para acercarse no solo a la historia material sino al significado intangible que estos objetos tuvieron para sus creadores y usuarios.
Asimismo, la participación activa de estudiantes en el campo y en los laboratorios, usando arcillas locales para fabricar sus propias piezas, fomenta una comprensión profunda y práctica de las técnicas antiguas, generando conocimiento que combina la teoría con la experiencia directa. Esta interdisciplinariedad entre arqueología, diseño y tecnología es hoy una tendencia creciente en la investigación histórica. El proyecto, en colaboración con instituciones internacionales como la Escuela Francesa de Atenas y el Ministerio Griego de Cultura y Deportes, se enmarca dentro de un esfuerzo global para preservar y entender el patrimonio cultural mediante recursos tecnológicos innovadores. Este tipo de iniciativas también refuerzan el papel de las universidades públicas en la generación y difusión del conocimiento, contribuyendo a que sociedades actuales puedan valorar y aprender del pasado compartido. La integración de tecnología punta con estudios arqueológicos permite así no solo una mejor conservación y documentación de piezas únicas, sino también la capacidad de «revivir» antiguos procesos creativos, comprender mejor la organización social y ritual, y abrir nuevas preguntas sobre la vida cotidiana en las culturas antiguas.
La combinación de técnicas digitales y experimentación práctica está redefiniendo la manera en que la historia se investiga y divulga. En definitiva, la utilización de impresoras 3D, escáneres de alta resolución y herramientas geoespaciales está abriendo inéditas posibilidades para descifrar técnicas artísticas perdidas y comprender mejor sociedades milenarias. El caso de las figurillas de Anavlochos es solo un ejemplo de cómo el diálogo entre lo antiguo y lo moderno puede dar nuevos frutos, enriqueciendo nuestro conocimiento y preservando un legado cultural invaluable para las futuras generaciones.