Doom, lanzado originalmente en 1993, no solo revolucionó el género de los shooters en primera persona, sino que también se ha convertido en un fenómeno cultural y tecnológico que ha desafiado los límites de la informática y la creatividad de desarrolladores alrededor del mundo. La pregunta "¿Puede ejecutar Doom?" se ha convertido en un meme y también en una expresión del ingenio humano por llevar este clásico a dispositivos inusuales y sorprendentemente limitados. A lo largo de los años, innumerables entusiastas, programadores y comunidades han logrado portar, adaptar y recrear Doom en una lista interminable de plataformas, muchas de ellas con capacidades técnicas muy alejadas de los ordenadores modernos para los que fue inicialmente diseñado. Este archivo exhaustivo de puertos conocidos recoge la historia de estas hazañas técnicas, ofreciendo un panorama amplio y detallado de cómo Doom ha sido llevado más allá de lo imaginable. Desde la era de los PC con MS-DOS hasta los dispositivos más extravagantes, Doom ha encontrado una forma de correr.
Versiones funcionales han sido desarrolladas para consolas clásicas como la Nintendo Wii incluso en modos no oficiales, demostrando cómo sistemas diseñados para otros tipos de entretenimiento pueden ser adaptados para correr juegos tan exigentes como Doom. También existen implementaciones para consolas portátiles como la Nintendo DSi, que con su hardware limitado han recibido puertos basados en motores ligeros como PrBoom, permitiendo que los usuarios disfruten de la experiencia Doom en sus manos. El mundo del software baremetal, donde Doom corre directamente sobre el hardware sin un sistema operativo intermedio, ha sido particularmente fértil. Un caso emblemático es el desarrollo de Doom para dispositivos aparentemente inimaginables, como cortadoras de césped automáticas Husqvarna, donde durante la temporada de verano de 2024, se lanzó una versión jugable totalmente funcional y optimizada para este tipo de máquina. Otra muestra del ingenio es la recreación de Doom en un microcontrolador Raspberry Pi RP2040 o incluso en libros electrónicos Kindle de Amazon con pantallas táctiles.
Entre los proyectos más curiosos destacan puertos que ejecutan Doom en interfaces poco convencionales como un pinball arcade o máquinas recreativas Dance Dance Revolution, donde los controles y la presentación modifican la experiencia tradicional. También hay versiones que aprovechan tecnologías web, emulando Doom en Google Sheets mediante scripts que actualizan los colores de las celdas para recrear el entorno del juego, o corriendo Doom en navegador web mediante WebAssembly, una tecnología que permite ejecutar código nativo en navegadores modernos con gran eficiencia. Algunos proyectos logran incluso correr Doom en EFI, es decir, como aplicación de arranque en la interfaz del sistema UEFI, antes de que el sistema operativo inicie. Una de las características más destacadas de estos puertos es cómo se adaptan a las limitaciones y particularidades de cada plataforma. Por ejemplo, Doom en modo texto para computadoras antiguas con capacidades gráficas muy limitadas utiliza dibujos basados en caracteres; en el caso del Toshiba T3200 286, se logró una versión de Doom en modo texto 40x25 que despierta nostalgia y respeto por la programación de bajo nivel.
El uso de sonidos y efectos también se ha innovado, como la reproducción de Doom a través de archivos WAV decodificados en otra máquina, un método especialmente curioso y creativo que utiliza el audio como medio de transmisión de datos para el juego. Los puertos no solo demuestran la versatilidad técnica del juego, sino que también resaltan la dedicación de la comunidad. Nombres como GaryOderNichts, Rampboss o Himbeer han contribuido con relevantes desarrollos y adaptaciones que permiten que Doom no solo sea jugable, sino también disfrutable y optimizado para cada nuevo medio. Estas contribuciones a menudo se comparten en plataformas como Github, Reddit y YouTube, creando un ecosistema vibrante donde se documentan los avances, se ofrecen códigos fuente, tutoriales y demostraciones. La expansión de Doom hacia dispositivos que no están diseñados explícitamente para videojuegos es una muestra clara de su impacto sociotecnológico.
Desde relojes inteligentes y calculadoras hasta impresoras y dispositivos bancarios, la pregunta “¿Puede ejecutar Doom?” se transforma en un desafío que retroalimenta la creatividad técnica. No solo es hacer que el juego corra, sino también que funcione con una jugabilidad aceptable, controles adaptados y un rendimiento fluido, todo ello sin perder la esencia que hizo a Doom un juego icónico. Además, la proliferación de mods, como Brutal Doom o Doom RPG, añade nuevas capas de complejidad e interés, posibilitando que estas diferentes plataformas también disfruten de versiones mejoradas o con nuevos contenidos. Algunos puertos exclusivos se han basado en motores específicos como Chocolate Doom, GZDoom o PrBoom, que facilitan la portabilidad y garantizan compatibilidad con las versiones originales del juego. Incluso en sectores alejados de la informática tradicional, como la biología o la maquinaria industrial, hay registros de Doom ejecutándose en dispositivos integrados, demostrando que el arte del porteo va más allá de la simple diversión, siendo un ejercicio de ingeniería desafiante y, a veces, artístico.
Proyectos de integración de Doom con inteligencia artificial o aprendizaje automático también comienzan a aparecer, explorando nuevas fronteras sobre qué se puede hacer con este clásico. La historia de Doom en tantas plataformas diferentes también permite entender cómo la tecnología evoluciona y cómo las limitaciones se vuelven oportunidades para la innovación. La comunidad global que mantiene vivas estas adaptaciones es un claro ejemplo del entusiasmo que un videojuego puede generar a lo largo del tiempo, más allá de su propio código o gráficos. La frase “Todo puede ejecutar Doom” se convierte en símbolo de un legado cultural y un testimonio del poder del desarrollo abierto y colaborativo. Si bien la lista de dispositivos donde Doom corre es vasta y en constante crecimiento, este archivo ha logrado sistematizar la información, estableciendo fechas, autores, fuentes y estados de desarrollo o finalización.
Esto no solo permite a los curiosos y fanáticos conocer qué es posible, sino que también sirve como fuente de inspiración para nuevos proyectos y para comprender el alcance de la comunidad que rodea a uno de los videojuegos más influyentes de la historia. En resumen, el archivo con todos los puertos conocidos de Doom no solo es un compendio técnico, sino una celebración de la creatividad humana, una ventana a la historia de la computación y un récord de cómo un juego de los años 90 sigue vivo, vibrante y desafiando los límites del hardware y software en la actualidad. Desde ordenadores clásicos hasta electrodomésticos, desde el software más complejo hasta el entorno más minimalista, Doom sigue demostrando que, más que un juego, es una plataforma de innovación y cultura tecnológica global.