CoreWCF ha emergido como una alternativa moderna para quienes desean continuar utilizando los servicios de Windows Communication Foundation (WCF) en entornos .NET Core y .NET 8. Sin embargo, a medida que los desarrolladores exploran su uso, especialmente en escenarios que requieren transmisión continua de datos (streaming), surgen desafíos que desafían la arquitectura tradicional de WCF y obligan a repensar la estrategia para la comunicación eficiente entre procesos. El núcleo del problema se manifiesta claramente cuando se intenta transmitir flujos de datos de longitud indefinida desde un servidor hacia un cliente.
En un proyecto reciente que exploraba técnicas de llamada a procedimiento remoto (RPC) y comunicación entre procesos (IPC) usando CoreWCF, se implementó un servicio que genera números aleatorios y los transmite en forma de stream a un cliente. Aunque en apariencia el flujo de datos funciona —con el cliente recibiendo bytes al inicio de la transmisión— en el lado del servidor se detectó un uso intensivo de CPU que persistía incluso después del cierre del cliente. Este comportamiento plantea varias preguntas fundamentales acerca de la naturaleza del streaming en WCF y CoreWCF, y sobre las expectativas que los desarrolladores deben tener respecto al manejo de flujos no acotados. WCF tradicionalmente ha sido optimizado para transmitir mensajes Unitarios o flujos delimitados que tienen un fin definido. El mecanismo de streaming en WCF está pensado para manejar cargas como transferencias de archivos o datos cuyo tamaño es conocido o, al menos, delimitado de forma explícita dentro de una sesión.
Cuando el flujo es ilimitado o la transmisión excede las expectativas del protocolo, el modelo se ve debilitado, lo que puede derivar en escenarios donde el servidor continúa generando datos sin recibir señales claras de la terminación o desconexión del cliente. En el caso concreto explorado, el servicio exponía un método que devuelve un objeto Stream personalizado, el cual generaba bytes aleatorios bajo demanda. Esta aproximación parece lógica para un servicio que simula transmisión continua, pero expone la falta de mecanismos efectivos para gestionar la cancelación o finalización del stream desde el servidor cuando el cliente ha cerrado la conexión. Desde el punto de vista del consumidor, el cliente creaba un canal hacia el servicio usando BasicHttpBinding configurado para transferencia en modo Streamed con tamaños máximos de mensaje elevadamente configurados. Luego, llamaba al método para obtener el stream, leía algunos bytes y después cerraba la conexión.
En la práctica, el flujo inicial de bytes era recibido correctamente, pero el servidor seguía consumiendo recursos notablemente. Este desequilibrio refleja que CoreWCF no ofrece, por defecto, un sistema integrado de presión o control en el canal para que el productor (servidor) detecte oportunamente que el consumidor (cliente) ya no está leyendo, y por ende debería dejar de generar datos. La arquitectura del streaming requiere no solo un buffer para la transmisión, sino también un protocolo bidireccional de control que maneje eficientemente la desconexión o fin del stream. A nivel conceptual, esto indica que el modelo de streaming de CoreWCF está mejor orientado a flujos con tamaño finito y no a flujos infinitos o de duración indeterminada, como podría ser el caso al querer transmitir un conjunto interminable de números aleatorios. La consecuencia práctica es que los desarrolladores necesitan emplear estrategias alternativas cuando su aplicación requiere transmitir datos en cantidades desconocidas o de manera continua.
Una estrategia común es encapsular la transmisión dentro de terminaciones de mensajes más complejas. Por ejemplo, en lugar de devolver un stream abierto sin cierre definido, se pueden implementar sesiones explícitas donde se controlan estados y señales de cierre. Esto podría implicar diseñar contratos que transmitan mensajes discretos con lotes de datos en lugar de flujos estáticos, utilizando mecanismos como sesiones de WCF que permiten mantener el estado y coordinar el intercambio. Otra práctica importante es gestionar manualmente la cancelación y la terminación de streams. Los patrones async/await y tokens de cancelación en .
NET ofrecen herramientas clásicas para indicar cancelaciones anticipadas. Sin embargo, en modelos de RPC o streaming, el servidor debe estar preparado para detectar y responder a estos eventos de forma inmediata, frenando la generación de datos y liberando recursos. Además, la limitación en la longitud de los mensajes en WCF, reflejada en propiedades de configuración como MaxReceivedMessageSize, también debe ser considerada. Cuando se trabaja con flujos largos, las configuraciones predeterminadas pueden ser demasiado restrictivas, pero aumentarlas excesivamente sin controles adecuados puede generar saturaciones y uso descontrolado de CPU y memoria. La experiencia mencionada por el desarrollador pone en evidencia la dificultad de encontrar respuestas concretas en comunidad online, dada la confusión habitual entre CoreWCF, el cliente WCF en .
NET Core y la versión tradicional sobre .NET Framework. Esto refleja también un vacío en la documentación formal y la necesidad de esclarecer las buenas prácticas en este nuevo contexto híbrido. ¿Qué alternativas tienen entonces aquellos usuarios que buscan una solución robusta y eficiente para transmitir datos entre procesos en .NET 8? Una opción que ha ganado fuerza es gRPC, que fue diseñado desde cero para la comunicación remota de alto rendimiento con soporte nativo para streaming bidireccional, flujo controlado de mensajes y contrato claramente definido a través de archivos proto.
gRPC ofrece mecanismos intrínsecos para negociar el flujo de mensajes, detectar desconexiones y operar con patrones asíncronos modernos, lo que facilita su uso en escenarios donde la cantidad de datos es variable o no se puede predecir con anticipación. La experiencia del desarrollador incluye un ejemplo proto que define RPC para obtener un entero o un stream, lo cual es paradigmático para comprender las ventajas de esta tecnología frente al streaming tradicional de WCF. Por otro lado, para quienes requieran seguir con CoreWCF como solución, es recomendable rediseñar la arquitectura de transmisión para que utilice mensajes discretos que transporten paquetes de datos en lugar de flujos indefinidos. También es posible utilizar contratos que integren un mecanismo de sesión o señalización externo que coordine el inicio, la transmisión y el cierre del flujo, lo que agrega complejidad pero mejora la escalabilidad y el control sobre el uso de recursos. En resumen, la experiencia detallada en el blog plantea un aprendizaje valioso para la comunidad de desarrolladores: CoreWCF y su modelo de streaming no están pensados para flujos indefinidos y requieren una planificación cuidadosa para evitar fugas de recursos y comportamientos inesperados en el servidor.