Conseguir los primeros 100 usuarios es un hito crucial para cualquier startup, especialmente para un producto SaaS B2C basado en inteligencia artificial. Este paso inicial representa más que una simple cifra: es una validación temprana del mercado, una oportunidad para recibir retroalimentación valiosa y la base que impulsa el crecimiento posterior. Sin embargo, la pregunta que muchos emprendedores enfrentan es: ¿cómo adquirir esos primeros usuarios cuando aún no se tiene presencia ni reputación en el mercado? Un primer enfoque común que muchos fundadores adoptan es el outreach directo. Contactar personalmente a usuarios clave, líderes de opinión o comunidades específicas puede sembrar las primeras semillas para la adopción. El outreach debe enfocarse en encontrar a quienes realmente se beneficiarían del producto y realizar una comunicación auténtica y orientada al valor.
Proponer colaboraciones, como convertir usuarios iniciales en afiliados, puede motivar a estos primeros usuarios a involucrarse y recomendar la plataforma. Es importante identificar claramente el perfil ideal de cliente (ICP, por sus siglas en inglés). En el caso de una plataforma de ghostwriting para LinkedIn, por ejemplo, individuos que trabajan en personal branding o fundadores conscientes del poder de la narrativa digital son un buen punto de partida. Conociendo su ubicación digital—ya sea LinkedIn, subreddits especializados o grupos de Slack—se puede concentrar el esfuerzo de marketing donde el impacto será mayor. El marketing de contenido y el SEO son estrategias complementarias, más orientadas al mediano y largo plazo.
Crear blogs con artículos ricos en keywords relacionadas al problema que resuelve el producto ayuda a posicionarse en búsquedas orgánicas. Sin embargo, no suele ser una vía rápida para las primeras decenas de usuarios. Lo recomendable es usar el SEO como parte de un enfoque integral, mientras otras tácticas activas traen usuarios inmediatos. Publicar en comunidades relevantes también es un método efectivo. Participar en conversaciones, responder preguntas y aportar valor genuino en foros como Hacker News, Reddit, y grupos específicos permite conectar con usuarios potenciales.
La clave está en evitar ser invasivo o parecer spam, sino ser percibido como un recurso confiable. Algunas startups hacen uso de redes sociales emergentes, como Threads o Mastodon, para alcance orgánico. Los testimonios y casos de uso son grandes aliados para generar confianza en usuarios potenciales. Realizar entrevistas o encuestas a los primeros usuarios para entender qué están valorando y publicar estos insights puede acelerar la adopción. A su vez, simplificar la experiencia del usuario, facilitar el onboarding y eliminar barreras de entrada, como pagos iniciales complicados, son factores que aumentan las posibilidades de retención y recomendación.
Existen también estrategias offline, aunque en un mundo digital suelen tener menor alcance. Algunos ejemplos curiosos incluyen enviar postales físicas a negocios o clientes potenciales, experimentar con contactos cara a cara o asistir a eventos donde se pueda demostrar el producto en vivo. Estas técnicas pueden resultar valiosas en nichos específicos donde la competencia es reducida y los clientes valoran el contacto personal. La viralidad siempre es un objetivo deseado, pero raramente sucede sin trabajo previo. Diseñar incentivos para que los primeros usuarios recomienden el producto, como descuentos o acceso a funciones exclusivas, contribuye a acelerar el crecimiento.
Igualmente, las comunidades creadas alrededor del producto fomentan el boca a boca y la participación activa de los usuarios. En cuanto a la inversión en publicidad pagada, muchos expertos recomiendan cautela en etapas tempranas. Es fundamental entender primero qué canales convierten y qué mensajes resuenan. Pequeñas pruebas pagadas pueden ofrecer datos sobre el costo de adquisición, pero invertir grandes sumas sin validación puede resultar en pérdidas importantes. Por otro lado, el marketing de influencers o micro-influencers en nichos relevantes puede ser efectivo y más económico.
La constancia también es un factor clave. Publicar contenido regularmente, mantener interacciones activas y mejorar continuamente el producto con base en la retroalimentación son pasos esenciales para transformar los primeros usuarios en evangelizadores de la marca. Un aspecto que no debe subestimarse es la importancia de construir una comunidad. Los usuarios quieren sentirse parte de algo más grande, que su opinión es escuchada y que aportan valor en la evolución del producto. Esto crea lealtad y mejora tanto la adquisición como la retención.
En resumen, conseguir los primeros 100 usuarios requiere un balance entre acercamiento directo, generación de contenido valioso, participación genuina en comunidades digitales y una sólida propuesta de valor que solucione una necesidad real. No hay una fórmula mágica, pero sí prácticas probadas que combinadas y adaptadas al contexto aumentan sustancialmente las probabilidades de éxito. Algunos casos de éxito reflejan estas prácticas. Un producto SaaS de gestión para campings alcanzó más de 250 negocios con outreach personalizado, visitas presenciales y esfuerzo SEO a largo plazo. Otro emprendimiento tecnológico distribuyó contenido gratuito a cambio de emails, fortaleció su audiencia y luego lanzó cursos pagos.
En el ámbito musical, un creador usó mensajes directos personalizados para escalar su audiencia activa. Para quienes estén iniciando, el consejo es iterar rápido, escuchar a los primeros usuarios y enfocar esfuerzos en donde la audiencia del producto realmente se encuentra. Además, es recomendable documentar y analizar resultados para optimizar las estrategias paso a paso. Construir un producto que verdaderamente resuelva un problema es necesario, pero no suficiente. La distribución efectiva del mismo, desde los primeros días, es lo que marca la diferencia entre un proyecto que avanza y uno que colecciona ideas sin impacto real.
Las primeras 100 personas no solo pagan, también ofrecen la voz y la autenticidad que abre puertas a un mercado más amplio. Por último, la paciencia y la flexibilidad mental para adaptar la estrategia son virtudes indispensables para los emprendedores. Las circunstancias cambian, los usuarios evolucionan y las mejores tácticas surgen del aprendizaje constante y la experimentación bien dirigida. Así, con empeño, enfoque y un producto bien pensado, dar el salto de cero a 100 usuarios es un desafío que se puede superar con éxito, sentando la base sólida para un crecimiento futuro sostenible y rentable.