Haliey Welch, más conocida en el mundo digital como la 'Hawk Tuah girl', ha vivido un ascenso y una caída vertiginosa en su carrera que ha captado la atención de miles de seguidores y medios de comunicación a nivel mundial. Su viaje desde el estrellato viral hasta la controversia con su criptomoneda ha marcado un capítulo decisivo en su trayectoria profesional, donde ahora anuncia una sorprendente transformación y un cambio de rumbo en su carrera. En este contexto, su experiencia no solo revela las complejidades y riesgos que implican la fama en la era digital, sino que también refleja las consecuencias que puede tener el mundo cripto para los creadores de contenido y sus audiencias. Haliey Welch saltó a la fama gracias a un clip viral relacionado con el fenómeno conocido como ‘Hawk Tuah’. Este contenido, con un estilo irreverente y marcado por su carácter NSFW (Not Safe For Work), explotó en las redes sociales, catapultándola a un estrellato inmediato que poco después decidió capitalizar para construir una carrera en redes sociales.
Tras su popularidad inicial, Haliey amplió su presencia en el ámbito digital creando un pódcast producido por Betr, la compañía de medios de Jake Paul, además de lanzar su propia tienda de merchandising. Este movimiento fue un paso lógico para cualquier influencer que busca diversificar sus fuentes de ingresos y consolidar su marca personal. Sin embargo, la verdadera polémica llegó cuando Haliey decidió incursionar en el mundo de las criptomonedas lanzando en diciembre del año pasado su propio memecoin llamado $HAWK. La propuesta surgía en un momento en el que las criptomonedas gozaban de gran popularidad y muchas personalidades buscaban aprovechar la tendencia para expandir su cartera de negocios. Lo que inicialmente parecía una oportunidad comercial acabó convirtiéndose en un desastre financiero para muchos de sus seguidores.
El memecoin $HAWK, inexplicablemente y sin aviso previo, sufrió un desplome brutal, perdiendo más del 90% de su valor en cuestión de horas, según reportes de Bloomberg Law y Crypto Times. Además, la moneda nunca fue registrada en la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), lo que generó inquietud y sospechas sobre la legalidad del proyecto. Más allá de la caída económica, la consecuencia más dura consiguió resonancia social cuando algunos fans comenzaron a manifestar públicamente que habían perdido los ahorros de toda su vida tras invertir en la criptomoneda de Haliey. La presión mediática y la indignación de sus seguidores la llevaron a desaparecer temporalmente de las redes sociales mientras se enfrentaba a la creciente controversia. Ante esta crisis, Haliey declaró que colaboraba activamente con las autoridades para esclarecer los hechos y, en la medida de lo posible, ayudar a los afectados.
Posteriormente, reapareció con un video donde explicaba su ausencia y se mostraba reflexiva respecto a su futuro y los errores cometidos. Esta pausa le ofreció un espacio valioso para replantear su carrera y contemplar un nuevo enfoque profesional. Este proceso de cambio quedó más que evidenciado cuando la joven influencer regresó públicamente el 2 de mayo de 2025, participando en un evento de la Celebrity Poker Tour (CPT) celebrado en el PokerGO Studio de ARIA. En esta competencia, no solo se reunió con otras celebridades e influencers como Alexandra Botez, Jose Canseco, Adrian Peterson, Mackenzie Dern, CJ So Cool y Suede Brooks, sino que también aprovechó para compartir con los medios y sus seguidores su visión renovada y aspiraciones. Durante el torneo, Haliey manifestó abiertamente su nerviosismo por estar en un evento observador y competitivo, afirmando que aún se encontraba en un proceso de aprendizaje y adaptación.
Más relevante fue su declaración acerca del proceso de transformación personal y profesional que estaba atravesando, señalando que se encontraba rebranding —un concepto que significa reinventar su imagen y enfoque— y dejando en suspenso los detalles de sus próximos proyectos, invitando a su audiencia a mantenerse atentos. Este anuncio genera gran expectación en la comunidad digital y más allá, pues representa la oportunidad para Haliey de reconstruir su reputación y, al mismo tiempo, establecer una carrera interdisciplinaria que podría abarcar desde el entretenimiento hasta aspectos relacionados con finanzas digitales y cultura pop. La polémica no terminó con la caída del memecoin, dado que en 2024 la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos abrió una investigación para analizar el caso. Sin embargo, un alivio para Haliey llegó cuando su abogado confirmó que la SEC cerró la investigación sin presentar cargos ni imponer sanciones económicas. Esto significa que, legalmente, no tiene ninguna restricción para volver a operar dentro del mundo de las criptomonedas o de valores en el futuro, aunque seguramente deberá navegar con mayor cautela y transparencia.
El caso de Haliey Welch es ilustrativo de los desafíos que enfrentan los influencers y creadores de contenido en la era contemporánea, donde la capacidad de monetizar la fama a través de nuevos instrumentos digitales puede traer tanto oportunidades como riesgos. Su experiencia pone en primer plano la necesidad de una regulación más clara, educación financiera, y la responsabilidad tanto de quienes promueven inversiones como de quienes deciden participar en ellas. A nivel personal, la transformación que busca Haliey representa un claro reconocimiento de las dificultades que enfrentó y una voluntad de aprender y reinventarse. El mundo la observa con atención para descubrir qué nuevos caminos tomará, mientras ella, en sus propias palabras, prefiere dejar que las acciones hablen por sí mismas y que el público descubra su evolución de forma orgánica. Para los seguidores y detractores, este episodio servirá como una lección sobre la volatilidad del mercado cripto, el poder de las redes sociales y el impacto que las figuras públicas pueden tener en la vida financiera de sus fans.
Haliey Welch continúa siendo un personaje emblemático que refleja cómo el fenómeno viral puede trascender más allá de la fama momentánea y dejar huellas significativas tanto en la carrera de la influencer como en la experiencia colectiva de su comunidad.