En un movimiento estratégico que refleja la evolución del sector logístico y la cambiante relación con Amazon, UPS ha anunciado una reducción significativa en su plantilla laboral, con el despido de aproximadamente 20,000 empleados, además del cierre de más de 70 instalaciones distribuidas en diferentes regiones. Esta drástica medida forma parte de un ajuste necesario para adaptarse a la decisión de la compañía de disminuir el volumen de envíos que realiza para Amazon, su cliente más grande y durante casi tres décadas un pilar fundamental en sus operaciones. La decisión de UPS tiene un trasfondo complejo. En enero de 2025, la empresa confirmó un acuerdo con Amazon para reducir en más del 50% el volumen de paquetes que procesa para la gigante del comercio electrónico para la segunda mitad de 2026. Este ajuste implica un cambio profundo en la estrategia de negocio de UPS, que hasta ahora ha dependido fuertemente de la demanda de Amazon para sostener su crecimiento en el mercado de entregas de última milla.
Carol Tomé, CEO de UPS, señaló que aunque Amazon sigue siendo un cliente valioso, la rentabilidad que aporta no compensa los altos costos asociados. “Amazon es nuestro mayor cliente, pero no es el más rentable”, afirmó Tomé. La relación a lo largo de los años ha sido beneficiosa en términos de volumen, pero el margen reducido ha afectado las ganancias netas del negocio doméstico en Estados Unidos. En consecuencia, UPS ha optado por reconfigurar su red logística para fomentar una operación más eficiente y menos dependiente de grandes volúmenes con menor margen. Este proceso incluye la eliminación de empleos, el cierre de hasta 73 edificios con contratos de alquiler y propiedad, y una revisión continua de su infraestructura que podría conducir a nuevos cierres adicionales.
Este ajuste tiene un impacto considerable en la fuerza laboral, que actualmente cuenta con cerca de 490,000 empleados a nivel global. La pérdida de 20,000 puestos de trabajo representa aproximadamente un 4% de su plantilla total, reflejando la magnitud del recorte. Estos movimientos no solo afectan a los empleados directos, sino que también tienen repercusiones en las comunidades locales y en el mercado laboral del sector logístico y de transporte. El cierre de instalaciones es igualmente significativo. Más de 70 ubicaciones serán desactivadas antes de junio de este año, incluyendo centros de distribución, almacenes y otros puntos críticos que forman parte de la red de UPS.
La reducción busca eliminar redundancias, optimizar rutas de entrega y disminuir costos fijos que afectan la rentabilidad. Este ajuste en la operación y estructura se produce en un contexto económico global incierto, donde las empresas buscan fortalecer su posición financiera ante posibles escenarios de recesión o estancamiento del crecimiento. UPS reportó en el primer trimestre de 2025 ganancias netas de 1.19 mil millones de dólares, con ingresos que superaron las expectativas del mercado, alcanzando los 21.55 mil millones.
Sin embargo, la compañía no ha actualizado su pronóstico anual debido a la volatilidad presente en la economía mundial. La relación entre UPS y Amazon ha sido durante años un motor crucial para el crecimiento de ambos, pero también un desafío estratégico. Amazon ha avanzado sustancialmente en desarrollar su propia red de distribución y en tercerizar con otros proveedores, buscando reducir costos y aumentar el control sobre la logística de sus productos. Frente a esto, UPS debe adaptarse a un mercado más fragmentado donde la dependencia de un solo cliente, por muy grande que sea, puede representar un riesgo excesivo. Por ello, la decisión de disminuir el volumen de envíos para Amazon permite a UPS diversificar su base de clientes y centrarse en operaciones con márgenes más sólidos.
Esta estrategia apunta a la sostenibilidad a largo plazo y la flexibilidad para responder a cambios futuros en la demanda y en la competencia del sector. La industria de la paquetería y el transporte está experimentando una transformación acelerada impulsada por el comercio electrónico, la automatización y las expectativas de entrega rápida. Empresas como UPS enfrentan el reto de mantener eficiencia operativa y rentabilidad mientras invierten en tecnología y adaptan sus redes logísticas para responder a estas tendencias. El anuncio de los recortes ha generado preocupación y debate sobre el futuro del empleo en el sector, especialmente en lo que respecta a empleos de nivel medio y operativo. Al mismo tiempo, ha abierto la oportunidad para que UPS potencie la innovación en sus procesos, implemente nuevas tecnologías y mejore la experiencia del cliente mediante redes optimizadas y servicios adaptados a las nuevas dinámicas del mercado.
En conclusión, UPS afronta un crucial proceso de transformación que, aunque conlleva dificultades en el corto plazo, busca posicionar a la empresa para un futuro más resiliente y eficiente. La reducción de empleos y el cierre de instalaciones son pasos dolorosos pero necesarios para ajustar la estructura a la nueva realidad del mercado, particularmente ante la menor dependencia de Amazon y la búsqueda de una rentabilidad sostenible. Los próximos meses serán clave para observar cómo esta estrategia impacta en la competitividad de UPS y en el panorama general de la logística global.