El sector retail en Estados Unidos ha registrado un aumento alarmante en el número de recortes de empleo durante los primeros cuatro meses de 2025. Según un reciente informe de la firma consultora Challenger, Gray & Christmas, más de 64,000 puestos de trabajo fueron eliminados en la industria minorista, situándola como la segunda más afectada entre todos los sectores económicos. Esta cifra representa un incremento del 296% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Solo en abril, se reportaron 7,235 despidos en el ámbito retail, un aumento del 77% respecto al mes de abril de 2024. Estos datos evidencian un escenario de incertidumbre y fuertes ajustes laborales en un sector tradicionalmente dinámico y generador de empleos.
La magnitud de los despidos en retail forma parte de una tendencia más amplia; en total, el conjunto de industrias estadounidense perdió cerca de 603,000 empleos en los primeros cuatro meses del año, la mayor cantidad desde 2020, año marcado por la pandemia y sus consecuencias económicas. De este total, aproximadamente la mitad de las reducciones de fuerza laboral fueron atribuibles a decisiones gubernamentales relacionadas con la eficiencia institucional, un factor inusual que añade complejidad al panorama laboral actual. Los recortes en el sector retail se deben a una combinación de factores macroeconómicos y microeconómicos que están afectando a empresas y consumidores por igual. Entre las causas principales destacan los ajustes en políticas comerciales, como la modificación y aumento de aranceles que impactan la cadena de suministro, generando incertidumbre en la disponibilidad y el costo de productos. Esta situación obliga a los minoristas a reconsiderar sus estructuras de costos y estrategias operativas para mantener la competitividad.
Además, los cambios tecnológicos y la automatización están transformando la manera en que las empresas interactúan con sus clientes y administran los inventarios, lo que, en algunos casos, provoca la reducción de personal en roles tradicionales. La desaceleración económica global y la disminución en la confianza del consumidor también juegan un papel crucial. Ante un panorama donde el gasto de los consumidores es más cauteloso, las empresas optan por limitar nuevas contrataciones y ajustar sus plantillas para minimizar riesgos y proteger márgenes de beneficio. En este sentido, Andrew Challenger, vicepresidente senior de Challenger, Gray & Christmas, ha señalado que las compañías están adoptando una postura prudente frente a la contratación, observando con cautela el desarrollo del comercio internacional, la gestión de la cadena de suministro y el comportamiento del gasto del consumidor antes de tomar decisiones importantes. Las repercusiones de estos ajustes laborales se reflejan en cambios estructurales en grandes minoristas.
Empresas reconocidas como The Container Store, Catalyst Brands – operador de J.C. Penney – y Saks Global han implementado recortes en sus plantillas, buscando adaptarse a las nuevas realidades del mercado. VF Corporation también ha confirmado el despido de alrededor de 400 empleados a nivel global durante los últimos meses, subrayando que estas medidas no se limitan solo a nivel nacional sino que responden a condiciones globales. La dinámica laboral en retail no solo afecta al nivel operativo sino que también ha generado cambios en los cargos de alta dirección.
Marzo de 2025 ha registrado una cifra récord en la rotación de puestos de CEO en el sector minorista, con ocho directores generales saliendo de sus cargos, lo que representa un aumento del 700% en comparación con el año anterior. Este nivel de movilidad en la alta gerencia refleja la presión creciente sobre las empresas para readecuar sus estrategias corporativas frente a un entorno económico incierto. Esta volatilidad en la dirección de las compañías busca inyectar nuevas perspectivas y liderazgos que puedan guiar a las empresas a través de desafíos como la inflación persistente, las tensiones comerciales internacionales, y las nuevas regulaciones federales que afectan a múltiples sectores. La combinación de estos factores económicos, tecnológicos y regulatorios contribuye a que la industria del retail se encuentre en un periodo de transformación acelerada, donde la prudencia en la gestión de recursos humanos y la adaptación a escenarios cambiantes son fundamentales para la supervivencia del negocio. Desde la perspectiva del trabajador, la situación implica enfrentar un mercado laboral complicado, donde la búsqueda de estabilidad y nuevas oportunidades demanda flexibilidad, actualización constante y, en muchos casos, la adquisición de nuevas competencias tecnológicas.
En términos económicos más amplios, los recortes en el comercio minorista tienen consecuencias sobre el consumo interno, dado que este sector es una parte esencial del tejido económico de Estados Unidos, involucrando a millones de empleados y generando un flujo constante de bienes y servicios hacia los consumidores. Por tanto, las tendencias actuales en empleo retail no solo son un reflejo de las tensiones en la economía global, sino también un indicador de cómo las empresas y el mercado laboral se están ajustando a parámetros inéditos. En conclusión, el aumento de casi un 80% en los recortes de empleos en retail durante abril de 2025 señala un momento crítico para el sector. Las empresas deben equilibrar la necesidad de contener costos y adaptarse a una economía volátil mientras buscan innovar y mantener la confianza de los consumidores. Para los trabajadores, es un llamado a la resiliencia y la reinvención profesional.
La evolución futura del retail dependerá en gran medida de la capacidad de todas las partes involucradas para navegar estas transformaciones económicas y tecnológicas con visión estratégica y cooperación efectiva.