En un mundo cada vez más globalizado y digital, la monetización del contenido en plataformas sociales ha cobrado una gran relevancia para millones de creadores en todo el planeta. Meta, la gigante tecnológica detrás de Facebook e Instagram, ha puesto en marcha nuevas iniciativas para mejorar la forma en la que realiza los pagos a sus creadores de contenido a nivel internacional. Una de las propuestas más destacadas, que está en proceso exploratorio, es la posible adopción de stablecoins como medio para remunerar a los creadores de diversos países. Las stablecoins son un tipo de criptomoneda que se caracterizan por mantener su valor estable al estar vinculadas directamente a activos físicos o monedas fiduciarias, como el dólar estadounidense. Esta característica las hace menos volátiles en comparación con otras criptomonedas populares, lo cual resulta fundamental al considerar pagos internacionales que involucran múltiples monedas y fluctuaciones cambiarias.
Meta busca aprovechar estas ventajas para enviar pagos a creadores ubicados en distintas regiones del mundo, simplificando así los procesos y reduciendo los costos asociados con las transferencias tradicionales. Actualmente, el sistema habitual para realizar estos pagos implica trámites complejos, altas comisiones y tiempos prolongados, debido a los diversos métodos bancarios y sistemas de transferencia financiera global. Al integrar stablecoins, la empresa aspira a agilizar estas operaciones, haciendo el proceso más eficiente, económico y transparente. Las conversaciones de Meta con empresas del ecosistema cripto comenzaron a principios de 2025 y actualmente están en fase inicial. La compañía ha mostrado interés en colaborar con actores relevantes que manejen stablecoins estables y reconocidas en el mercado, como USDT de Tether y USDC de Circle, que son dos de las monedas digitales más grandes y aceptadas hasta la fecha.
Un aspecto importante de esta posible implementación es la integración directa con plataformas sociales de Meta, especialmente Instagram. Se prevé que los creadores podrían recibir pagos de hasta 100 dólares vía stablecoins por su contenido y contribuciones en estas redes, una estrategia para incentivar la producción de contenidos y dinamizar el ecosistema de creadores dentro de estas plataformas. Desde el punto de vista operativo, las stablecoins podrían ayudar a Meta a reducir enormemente las comisiones que suelen cobrarse al realizar transferencias internacionales mediante métodos tradicionales como transferencias bancarias o procesadores de pago que operan con monedas fiduciarias. La reducción de costes no solo beneficiaría a la empresa, sino que también representaría mayor ingreso neto para los creadores, quienes en muchos casos operan en mercados menos desarrollados donde el acceso a servicios financieros internacionales es limitado o costoso. Además de las ventajas económicas, el uso de stablecoins ofrece beneficios técnicos y estratégicos.
La rapidez con la que se realizan las transacciones en blockchain puede reducir tiempos de espera, aumentar la transparencia en el movimiento de fondos y disminuir la dependencia de sistemas bancarios tradicionales que a menudo presentan restricciones regulatorias o de acceso en determinados países. Meta también está ampliando su equipo con profesionales especializados en criptomonedas y tecnología blockchain, indicando un compromiso serio para entender y manejar con precisión las complejidades que involucra el trabajo con criptoactivos. Esta contratación estratégica permitirá a la empresa avanzar en la creación de infraestructuras más robustas y reguladas que puedan soportar el uso masivo de stablecoins en sus plataformas. Este movimiento ocurre en un contexto donde las stablecoins y los activos digitales están ganando mayor aceptación a nivel mundial, no solo como herramientas de inversión, sino también en aplicaciones prácticas como pagos, comercio electrónico y transferencia de valor. Por ejemplo, diversas empresas y organizaciones han comenzado a aceptar stablecoins para pagos transfronterizos, además de soluciones de remesas innovadoras que buscan reducir los costos para usuarios en mercados emergentes.
Hay que recordar que esta no es la primera vez que Meta incursionó en el mundo de las criptomonedas. En 2019, la compañía anunció Libra, un ambicioso proyecto estableciendo una criptomoneda respaldada por una cesta de activos, diseñada para facilitar pagos globales. Sin embargo, debido a diversas presiones regulatorias y políticas, Libra fue finalmente cancelado en 2022. Ahora, esta nueva exploración con stablecoins podría representar un enfoque más pragmático y adaptado al entorno actual. A pesar del optimismo, la integración de stablecoins para pagos a creadores internacionales enfrenta retos importantes.
Desde el punto de vista regulatorio, las criptomonedas todavía se encuentran bajo la lupa de distintas autoridades financieras en varios países, lo que implica que Meta deberá cumplir con estrictas normativas para asegurar la legitimidad y seguridad del sistema. También existen riesgos tecnológicos y de mercado. Aunque las stablecoins son menos volátiles que otras criptomonedas, no están exentas de controversias o problemas, como la garantía plena de los activos que respaldan la moneda, la solvencia de los emisores y posibles hackeos o fallas en las plataformas que manejan estas monedas digitales. Por último, la aceptación generalizada por parte de los creadores de contenido dependerá de la facilidad para convertir estas stablecoins a monedas locales, la variedad de métodos para retirarlas y usarlas, así como de la confianza que depositen en esta tecnología. Meta deberá trabajar en una experiencia de usuario intuitiva y educativa que incentive a los creadores a adoptar esta nueva forma de pago.
En conclusión, la intención de Meta de explorar el uso de stablecoins como método de pagos internacionales para creadores de contenido representa una evolución relevante en la forma en que las plataformas digitales gestionan la monetización global. Si se implementa adecuadamente, podría reducir costos, acelerar las transacciones y ampliar las oportunidades para creadores que operan en distintos rincones del mundo, promoviendo un ecosistema digital más inclusivo y eficiente. Este desarrollo no solo impacta a Meta o a sus usuarios, sino que también refleja una tendencia más amplia en la industria tecnológica y financiera hacia la adopción de tecnologías blockchain y activos digitales estables. A medida que avanzan las discusiones y proyectos en esta dirección, será crucial observar cómo las grandes corporaciones equilibran innovación, regulación y seguridad para dar forma al futuro de los pagos digitales a escala global.