Detroit, una ciudad conocida por sus retos urbanos y económicos, está experimentando un cambio ecológico sorprendente gracias a un ambicioso proyecto que introduce secuoyas gigantes en sus paisajes urbanos. Aunque estas majestuosas secuoyas, oriundas de las montañas de Sierra Nevada en California, parecen fuera de lugar en una ciudad del medio oeste con clima frío y húmedo, están encontrando un nuevo hogar en el barrio de Poletown East, uno de los más deteriorados de Detroit. Esta iniciativa está liderada por dos organizaciones sin fines de lucro, Arboretum Detroit y Archangel Ancient Tree Archive, que han unido fuerzas para transformar áreas desoladas en espacios verdes vibrantes que beneficiarán tanto al medio ambiente como a la comunidad local. La llegada de las secuoyas gigantes a Detroit empezó en 2020 y 2021 con la plantación inicial de 20 árboles jóvenes en propiedades privadas y terrenos abandonados. Este esfuerzo se intensificó en el Día de la Tierra de 2025, cuando voluntarios plantaron cerca de 100 nuevos ejemplares en el barrio, demostrando un compromiso sostenido para reforestar urbanamente el área.
Estas secuoyas, aunque ahora miden apenas un pie de altura, tienen el potencial de crecer hasta 15 pies en la próxima década, con un ritmo de crecimiento de aproximadamente dos pies por año. La elección de secuoyas para este proyecto no es casual. Estas especies no solo son las más altas del mundo, llegando a alcanzar más de 90 metros en su ambiente nativo, sino que también presentan características únicas que las hacen adecuadas para combatir problemas ecológicos urbanos. Detroit es un conocido punto caliente de polución y efectos de isla de calor, fenómenos dañinos que impactan la salud de sus habitantes. Las secuoyas, con su denso follaje y gran tamaño, actúan como verdaderos filtros naturales, mejorando la calidad del aire, proporcionando sombra y ayudando a reducir las temperaturas locales.
Estas poderosas aliadas verdes también son un excelente mecanismo para la captura de carbono, una herramienta crucial en la lucha contra el cambio climático. Los expertos de Arboretum Detroit enfatizan que, aunque la mayoría de los árboles nativos como el alerce, el olmo y el haya luchan por adaptarse a los cambios climáticos y condiciones urbanas, la secuoya demuestra una resiliencia notable en el entorno fresco y húmedo de Michigan. Además, la ausencia de incendios forestales, un peligro constante en California, ofrece un ambiente seguro donde estas seculares especies pueden prosperar. Para garantizar éxito y continuidad, las secuoyas en Detroit son clones de dos especímenes emblemáticos de California: el árbol Amos Alonzo Stagg, que mide 243 pies y es el quinto más alto del mundo, y el Waterfall, que anteriormente ostentaba el récord de perímetro más grande antes de ser destruido por un incendio en 2020. La creación de clones a partir de estos ejemplares se logró gracias a la labor de Archangel Ancient Tree Archive, que desde 2010 recolecta material genético para preservar y propagar árboles antiguos con el fin de restaurar ecosistemas alrededor del mundo.
El impacto social de plantar estas gigantes en Detroit va mucho más allá del paisaje. El proyecto busca revitalizar Poletown East, un área marcada por lotes vacíos, casas abandonadas, antiguas plantas industriales y autopistas, una zona que la Universidad de Michigan describe como una de las más deterioradas de la ciudad. Con la plantación de estos árboles, combinada con la creación de una red de parques, el proyecto ofrece esperanzas renovadas para mejorar la salud física y mental de la comunidad, fomentar la recreación y crear espacios para la educación ambiental. De hecho, un componente clave del programa es su enfoque educativo, que integra a niños y jóvenes de Detroit en el cuidado y protección de estos nuevos bosques urbanos. Llamado “propagando a los propagadores”, este esfuerzo busca inculcar una mentalidad ecológica y de conservación en las nuevas generaciones, asegurando la continuidad y el cuidado de esta revolución verde a largo plazo.
Además, la iniciativa representa un modelo pionero para la urbanización sostenible que busca adaptarse a las condiciones cambiantes del clima y de los entornos urbanos. A medida que los árboles nativos enfrentan desafíos, la diversidad arbórea, incluyendo especies foráneas como la secuoya, se convierte en una estrategia vital para mantener y restaurar los servicios ecosistémicos esenciales que los árboles ofrecen: desde la gestión de aguas pluviales hasta la purificación del aire y la regulación térmica. El proyecto en Detroit no solo es un ejemplo de innovación local, sino parte de una visión global promovida por Archangel Ancient Tree Archive, que también planea plantar secuoyas en otras áreas urbanas como Los Ángeles, Oakland y Londres. Esta expansión refleja una filosofía de reforestación no tradicional, catalogada por los expertos como una verdadera revolución en la forma en que entendemos y gestionamos los ecosistemas en las ciudades. Para Detroit, el futuro verde parece prometedor.