El mercado bursátil estadounidense mostró un panorama mixto en las últimas sesiones, con movimientos significativos en distintos sectores y un contexto económico marcado por una inflación que parece estar cediendo terreno. En particular, el Dow Jones Industrial Average sufrió un retroceso notable debido a la caída en las acciones de UnitedHealth, mientras que otros índices como el S&P 500 y el Nasdaq lograron avances importantes, impulsados principalmente por el sector tecnológico y el optimismo derivado de noticias comerciales y macroeconómicas favorables. Uno de los puntos focales del mercado fue la fuerte caída del 18% en las acciones de UnitedHealth, una de las empresas más grandes dentro del sector salud y un componente clave del Dow Jones. Este declive abrupto estuvo motivado por la suspensión de su guía financiera para 2025 y la inesperada renuncia inmediata de su CEO Andrew Witty, situación que generó inquietud entre los inversores sobre los costos crecientes y las perspectivas de la compañía. La repercusión en el Dow fue inmediata, reduciendo el rendimiento general del índice y causando una presión bajista significativa en el sector salud.
Mientras tanto, el S&P 500 tuvo un comportamiento sorprendente y positivo al borrar completamente las pérdidas acumuladas en 2025 en un lapso de seis semanas, un rebote que se considera el más rápido desde 1982 para una caída del 15% en lo que va del año. Este rally espectacular fue impulsado en gran medida por el crecimiento del sector tecnológico, destacando especialmente el papel de Nvidia. La empresa, conocida por sus innovadores chips para inteligencia artificial, superó una capitalización de mercado de tres billones de dólares durante las operaciones, con un aumento cercano al 6% en sus acciones durante la jornada. Esta alza fue acompañada por avances notables en otras acciones tecnológicas de renombre como Tesla y Meta, consolidando un sentimiento bullish entre los inversores. El contexto macroeconómico también jugó un papel importante en el ánimo del mercado.
El índice de precios al consumidor (CPI) de abril reveló una inflación anual que descendió al 2.3%, la cifra más baja desde febrero de 2021. Esta desaceleración en el incremento de precios refleja una moderación de las presiones inflacionarias que el mercado había estado siguiendo de cerca, especialmente en un entorno donde la incertidumbre por las políticas arancelarias implementadas el mes anterior por la administración Trump aún es palpable. A pesar de que estos nuevos aranceles no parecen haber impactado de inmediato en la inflación mensual, los operadores del mercado están atentos a la evolución de estos indicadores para anticipar la dirección futura de las tasas de interés que fijará la Reserva Federal. El informe de inflación resultó ser un factor clave para calibrar las expectativas de política monetaria.
La combinación de una inflación más baja y el pacto temporal para reducir las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China alimentó la esperanza de una posible reducción en la tasa de interés en septiembre, desfasando las expectativas previas que apuntaban a un recorte en junio. Sin embargo, el rendimiento del bono del Tesoro a diez años aumentó hasta cerca del 4.5%, marcando un nivel no visto en más de un mes, lo que indica que los inversores continúan evaluando cuidadosamente los riesgos inflacionarios y las decisiones de política monetaria. En el ámbito corporativo, otras noticias importantes influenciaron el mercado. Honda, uno de los fabricantes de automóviles más relevantes a nivel global, advirtió que las nuevas tarifas de Estados Unidos podrían provocar una pérdida de alrededor de tres mil millones de dólares en sus beneficios anuales.
Este anuncio tuvo un impacto negativo en sus acciones, que retrocedieron un 4% en la sesión bursátil. Por otro lado, Palantir, una empresa tecnológica que desarrolla software de inteligencia artificial para gobiernos y entidades policiales, experimentó un salto del 9% tras la materialización de un contrato de defensa valorado en 142 mil millones de dólares con Arabia Saudita. La posición estratégica de Palantir en proyectos de alta tecnología y seguridad nacional se fortalece con estas alianzas, impulsando la confianza de los inversores. La incorporación de Coinbase al índice S&P 500 fue otra señal de la transformación que vive la industria de criptomonedas en Wall Street. La casa de intercambio de criptodivisas vio un aumento en sus acciones superior al 18%, reflejando el reconocimiento formal de su relevancia y resiliencia tras superar disputas regulatorias importantes.
Este hecho también simboliza un catalizador para el aumento de la confianza en el sector cripto, que durante años enfrentó escepticismo y presiones legales. En cuanto a los índices bursátiles, el Nasdaq experimentó una notable entrada en mercado alcista, con subidas superiores al 20% desde sus mínimos de abril y un crecimiento cercano al 1.8% en la última sesión, impulsado claramente por el auge en las acciones tecnológicas. El Dow, sin embargo, mostró una tendencia opuesta, con una caída cercana al 0.6%, afectado por los problemas del sector salud y la incertidumbre alrededor de empresas influyentes como UnitedHealth.
El Russell 2000, índice que agrupa a empresas de pequeña capitalización, registró aumentos modestos, reflejando una volatilidad relativa en medio de la mezcla de factores económicos y geopolíticos. La atención de los inversores también está puesta en las señales que enviarán próximamente los datos económicos adicionales y las decisiones de los bancos centrales. La política monetaria de la Reserva Federal sigue siendo un punto de inflexión, especialmente porque cualquier indicio de recortes en las tasas de interés podría relanzar el apetito por los activos de riesgo. Al mismo tiempo, el equilibrio entre la guerra comercial y sus implicaciones en las cadenas de suministro y costos sigue siendo frágil, con negociaciones que continúan influenciando la confianza empresarial y el comportamiento del consumidor. En resumen, el mercado de valores estadounidense muestra una dinámica compleja y multifacética en la que el optimismo tecnológico y las señales de moderación inflacionaria contrastan con la inestabilidad sectorial, particularmente en el ámbito de la salud, y el impacto persistente de las políticas comerciales.
Los inversionistas observan con cautela y expectativa cómo estas fuerzas convergen para determinar la trayectoria del mercado en los próximos meses, en un escenario donde la volatilidad y las oportunidades conviven en medida similar.