En una era dominada por gigantes como Apple y Google, la historia de Palm webOS queda muchas veces eclipsada, pese a su enorme potencial y sus innovaciones adelantadas a su tiempo. Desde sus primeros días hasta el inesperado abandono por parte de HP, la trayectoria de webOS es una mezcla de ambición, innovación y una lucha constante contra el inminente dominio de otros sistemas operativos. Aunque para muchos el nombre de Palm evoca dispositivos ya nostalgia, la historia detrás de webOS es aún más profunda y contiene secretos que revelan lo que pudo haber sido uno de los sistemas operativos móviles más influyentes y revolucionarios. Palm webOS comenzó como un sistema multitarea basado en un innovador concepto de "tarjetas" que facilitaba la gestión de aplicaciones, muy por delante en su época. Esta filosofía, junto a una sencilla y elegante interfaz, permitía a los usuarios navegar entre aplicaciones abiertas de manera intuitiva y eficiente.
El equipo detrás de webOS, con figuras destacadas como Jon Rubinstein y Matias Duarte, buscaba crear un sistema operativo que no solo fuera funcional, sino que también redefiniera la experiencia móvil para consumidores y profesionales. Sin embargo, a pesar del entusiasmo y esfuerzo, Palm enfrentó grandes obstáculos. La feroz competencia, principalmente de Apple con su iPhone y de dispositivos Android, marcó una guerra difícil de ganar. El lanzamiento de productos como el TouchPad de HP, que funcionaba con webOS tras la adquisición de Palm, fue un paso hacia adelante, pero no exento de problemas. El TouchPad, aunque prometía en el software, era pesado y voluminoso en comparación con rivales más ágiles como el iPad 2 de Apple, que vio la luz poco tiempo después y revolucionó el mercado con su diseño delgado y potente rendimiento.
La reacción de HP frente a esta situación fue una mezcla de urgencia y reacción. En un esfuerzo por recuperar terreno, se planearon varios dispositivos y actualizaciones bajo diferentes nombres en clave como "Sapphire", "Mako", "Twain" y "Eel". Cada uno representaba un intento de innovar y adaptar webOS a nuevas tendencias y demandas del mercado. "Sapphire" apuntaba a replantear el TouchPad con mejoras en velocidad y diseño para igualar a la competencia, mientras que "Mako" pretendía ser un smartphone de alta gama con capacidades como pantallas de alta resolución, carga inalámbrica y conectividad LTE, que lo hubieran colocado a la par con otros dispositivos punteros de la época. Además, HP trabajaba en "Twain", un concepto híbrido que combinaría la versatilidad de una tableta con la funcionalidad de un portátil, adelantándose a dispositivos híbridos que más tarde se volverían populares.
La idea incluía un diseño innovador de pantalla deslizante que revelaría un teclado físico, junto con características orientadas a la productividad empresarial como NFC, HDMI y un nuevo sistema de intercambio de datos entre dispositivos mediante tecnología ultrasónica. En el plano del software, el proyecto "Eel" buscaba expandir y mejorar la interfaz de usuario de webOS, incorporando paneles y tarjetas capaces de manejar múltiples tareas con flexibilidad, sin perder la sencillez que caracterizaba al sistema. Además, se trabajaba en un lenguaje de diseño llamado "Mochi", que proponía una estética más limpia, plana y moderna, muy avanzada para su tiempo y capaz de competir con la evolución del diseño visual que años más tarde liderarían sistemas como iOS y Android. Desafortunadamente, estos proyectos quedaron atrapados en procesos internos complejos y una firme decisión dentro de HP de abandonar el desarrollo de hardware con webOS. Esta decisión, guiada por razones estratégicas y financieras, dejó a Palm y webOS en un limbo.
Varios prototipos y documentos revelan que, si bien el hardware nunca vio la luz, el software estaba en camino de ser algo grande, con propuestas que podrían haber redefinido el uso de dispositivos móviles y su interacción. La competencia implacable y los cambios acelerados en el mercado móvil, junto con la falta de tiempo y recursos para evolucionar, condenaron a webOS a ser un sistema operativo olvidado, pese a su calidad técnica y visión creativa. No obstante, la historia de webOS no termina ahí. En 2013, LG adquirió el sistema operativo con la intención de integrarlo en sus televisores inteligentes, dando un nuevo impulso y enfoque a esta plataforma, aunque en un ámbito diferente al original. Esta evolución dejó claro que, aunque webOS no conquistó el mercado móvil, su núcleo tecnológico y experiencia de usuario aún tenían valor y podían adaptarse a otros formatos y públicos.
Reflexionar sobre webOS y su recorrido nos recuerda que la innovación tecnológica no solo depende de ideas brillantes, sino también de tiempos oportunos, recursos y decisiones estratégicas. El legado de Palm es un testimonio de la creatividad aplicada a la tecnología, y aunque sus sueños de competir en el podio móvil nunca se realizaron, su influencia sigue presente en conceptos modernos de usabilidad, multitarea y diseño de interfaces. A día de hoy, el legado de webOS inspira desarrolladores y diseñadores a pensar más allá de lo establecido, explorando maneras de hacer que los dispositivos sean no solo herramientas poderosas, sino también accesibles, elegantes y centradas en el usuario. Los secretos perdidos de Palm webOS son por tanto un recordatorio de un capítulo olvidado, sí, pero lleno de lecciones valiosas y una fuente continua de inspiración para el futuro de la tecnología.