Desde su creación en 2015, Ethereum ha sido una de las criptomonedas más destacadas, acompañando a Bitcoin en su evolución y consolidación como activos digitales clave. Sin embargo, a pesar de su popularidad y potencial innovador, Ethereum ha mostrado un desempeño inferior en comparación con Bitcoin en un gran porcentaje de los días de trading. El ratio ETH/BTC, utilizado para medir la valoración relativa de Ether frente a Bitcoin, ha caído a su nivel más bajo en cinco años, alcanzando un mínimo de 0.018 el 9 de abril de 2025. Esta cifra evoca recuerdos de diciembre de 2019, cuando el ratio también estuvo en niveles similares, con Ethereum cotizándose alrededor de 125 dólares y Bitcoin cerca de los 7,000 dólares.
La caída actual es un reflejo de varios factores económicos, tecnológicos y de mercado que han afectado el valor y la percepción de Ethereum en relación con su contraparte más establecida. Actualmente, Ethereum se cotiza aproximadamente en 1,670 dólares según CoinMarketCap, mientras Bitcoin ha experimentado una ligera caída, descendiendo un 6% para situarse en torno a los 75,000 dólares, cifra que aún supera en más del 275% su máximo durante el auge alcista de 2017. Pese a esta disminución, Bitcoin logró recuperarse más tarde en el día y superar los 83,000 dólares, manteniendo su posición dominante en el mercado. Por otro lado, Ethereum ha caído por debajo de su pico de mercado del ciclo de 2018, borrando así casi siete años de ganancias relativas y dejando a la mayoría de los inversores a largo plazo en pérdidas. Esta dinámica plantea interrogantes sobre la fortaleza y el futuro de Ethereum como activo digital competitivo, especialmente frente a la consolidación histórica de Bitcoin como reserva de valor y pionero en tecnología blockchain.
En sus primeros años, Ethereum logró superar temporalmente a Bitcoin en rentabilidad, siendo superior desde mediados de 2015 hasta mediados de 2017, y después brevemente de finales de 2019 a comienzos de 2020. No obstante, desde entonces, Bitcoin ha mantenido una clara ventaja en términos de rendimiento y confianza del mercado. James Check, analista en Glassnode, ha destacado que Ethereum solo ha superado a Bitcoin en un 15% de sus días de trading a lo largo de toda su historia, lo que subraya la preferencia sostenida por Bitcoin entre los inversores y traders. Esta situación genera preocupaciones en torno a la atractividad de Ethereum como activo para inversores tradicionales y entusiastas de las tecnologías blockchain. Un aspecto clave que ha influido en el estancamiento relativo de Ethereum es la actividad dentro de su red y la adopción por parte de los usuarios.
Según observaciones de Stacy Muur, investigadora en Web3, el número de direcciones activas en la red Ethereum ha permanecido bastante constante durante los últimos cuatro años. Este dato revela que, a pesar del crecimiento general del ecosistema blockchain, Ethereum no ha logrado expandir significativamente su base activa de usuarios, lo que podría limitar su capacidad para sostener operaciones y valor a largo plazo. No obstante, algunos expertos opinan que la actividad de los usuarios no ha desaparecido sino que ha migrado hacia soluciones de segunda capa, como Arbitrum y Optimism, diseñadas para ofrecer mayor eficiencia y menores costes de transacción. Estas plataformas han experimentado un aumento considerable en el valor total bloqueado, indicando una fuerte adopción e implicación por parte de la comunidad en alternativas escalables dentro del entorno Ethereum. La importancia de estas soluciones radica en su potencial para aliviar la congestión de la red principal, algo esencial dado que las tarifas promedio de transacción en Ethereum se han reducido a 0.
41 dólares, el nivel más bajo desde finales de agosto. Esta disminución drástica señala una reducción en la congestión y una mejora en la accesibilidad para los usuarios que interactúan con la red, aunque también refleja un menor volumen y actividad en la capa base. Un debate relevante dentro del ecosistema se centra en las consecuencias de la proliferación de tokens y la expansión de las soluciones de capa dos en la inversión y el desarrollo tecnológico de Ethereum. Nic Carter, socio de Castle Island Ventures, ha sugerido que estos factores han mermado el atractivo de Ethereum como opción de inversión directa, acusando a las llamadas «Eth L2s codiciosas» de captar la mayor parte de la actividad sin trasladar beneficios significativos a la capa base de Ethereum. Este fenómeno ha generado críticas sobre la dirección que está tomando la comunidad Ethereum, que según Carter, ha permitido que la plataforma se vea saturada por la creación masiva de tokens sin fundamentos sólidos.
Quinn Thompson, fundador de Lekker Capital, ha sido aún más contundente, calificando a Ethereum como una oportunidad de inversión “totalmente muerta”, citando la disminución en la actividad de transacciones, el estancamiento en el crecimiento de usuarios y el colapso de los ingresos generados por la red. Estas afirmaciones reflejan un sentimiento de escepticismo sobre la capacidad de Ethereum para recuperar su dinamismo y competir eficazmente con otras redes emergentes o tecnologías blockchain innovadoras. En septiembre de 2024, Carter ya había advertido sobre un desplome del 99% en los ingresos por tarifas de Ethereum durante seis meses, coincidiendo con la dominancia progresiva de las soluciones de capa dos en el manejo de flujos de usuario y generación de ingresos. Este cambio estructural en el ecosistema podría significar una transformación profunda en cómo interactúan, se valoran y se monetizan las redes blockchain, con repercusiones en las estrategias de inversión y desarrollo a mediano y largo plazo. Sin embargo, a pesar de los desafíos, la comunidad Ethereum sigue activa y comprometida con la búsqueda de mejoras técnicas y alternativas para revitalizar el proyecto.
La migración hacia redes de capa dos puede verse no solo como una señal de desconexión sino también como una oportunidad para innovar y adaptar el sistema a las exigencias del mercado actual. La creación de soluciones de escalabilidad que reduzcan costos y aumenten la velocidad de las transacciones puede sentar las bases para una nueva fase de crecimiento y adopción, siempre que se logre mantener el equilibrio entre innovación tecnológica y sustentabilidad económica. La comparación histórica y el análisis actual del ratio ETH/BTC reflejan la complejidad del ecosistema de las criptomonedas, donde factores económicos, tecnológicos y sociales interactúan de manera dinámica y muchas veces impredecible. Mientras Bitcoin se afianza como estándar de valor digital y referencia en el mundo cripto, Ethereum continúa desafiando los límites con su propuesta de contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas, enfrentando simultáneamente obstáculos que deberán superarse para recuperar terreno en el competitivo mercado de activos digitales. El futuro de Ethereum dependerá no solo de la evolución tecnológica y las mejoras en su red sino también de su capacidad para atraer y retener usuarios, fomentar proyectos de calidad y ofrecer ventajas claras sobre alternativas emergentes.
En un ámbito en constante cambio, la innovación, la adaptabilidad y la claridad en la propuesta de valor serán esenciales para que Ethereum dejé atrás su periodo de estancamiento relativo y se consolide nuevamente como una plataforma líder en el universo blockchain.