En un desarrollo electoral significativo, la vice presidente demócrata Kamala Harris ha sido vista como la ganadora del reciente debate presidencial, lo que le ha permitido ampliar su ventaja nacional sobre el ex presidente Donald Trump, según una encuesta de Reuters/Ipsos publicada el 12 de septiembre de 2024. Esta encuesta, que se realizó poco después del debate entre Harris y Trump, muestra que actualmente Harris lidera al candidato republicano con un 47% de apoyo entre los votantes registrados, mientras que Trump se queda atrás con un 42%. El debate, llevado a cabo en Filadelfia, no solo se anotará en los anales de la política estadounidense como un evento electrizante, sino que también ha dado lugar a una serie de opiniones sobre el desempeño de ambos candidatos. La encuesta indica que el 53% de los votantes que estaban al tanto del debate cree que Harris emergió como la clara ganadora, comparado con solo el 24% que expresó que Trump se llevó el triunfo. Estos números reflejan no solo las percepciones de los votantes, sino también una posible tendencia en el electorado que podría tener un gran impacto en las elecciones programadas para el 5 de noviembre.
Uno de los puntos críticos del debate fue la forma en que Harris logró presionar a Trump sobre sus problemas legales y su idoneidad para el cargo. Con una estrategia combativa, Harris resaltó las preocupaciones sobre la salud mental y física del ex presidente, que muchos votantes ven como factores determinantes en su decisión de apoyarlo. La encuesta revela que un 52% de los votantes que escucharon el debate considera que Trump mostró signos de debilidad, una percepción que podría costarle caro en los próximos meses. El contraste entre los dos candidatos también se evidenció en la percepción pública de integridad. Un destacable 52% de los encuestados que estaban familiarizados con el debate expresó que Harris proyectó una gran integridad moral, mientras que solo el 29% tuvo una opinión similar sobre Trump.
Este punto es crucial, especialmente en un momento donde los votantes buscan candidatos que puedan representar valores sólidos y consistentes. Los republicanos, históricamente un bloque sólido de apoyo para Trump, también están comenzando a mostrar signos de duda. Aunque el 53% de los votantes republicanos que conocieron el debate aún creen que su candidato ganó, un preocupante 31% consideró que nadie ganó y un 14% se inclinó a favor de Harris. Este cambio en la confianza de los votantes puede ser una señal de que el apoyo hacia Trump no es tan inquebrantable como se podría pensar. Más allá de las opiniones de los votantes, las cifras de audiencia para el debate fueron notablemente altas, atrayendo a 67.
1 millones de televidentes. Este número supera al de otros debates históricos, como el debate entre Trump y el entonces candidato Joe Biden, que reunió a aproximadamente 51 millones de espectadores. La importancia y el interés en esta contienda se reflejan en el hecho de que el 91% de los votantes registrados había oído al menos algo sobre el debate, lo que amplifica su relevancia en el contexto electoral. Otro punto a destacar es la percepción sobre la edad de ambos candidatos. Según la encuesta, el 52% de los votantes considera que Trump, a sus 78 años, es demasiado viejo para desempeñar un trabajo en el gobierno.
En contraste, únicamente un 7% pensó lo mismo acerca de Harris, quien tiene 59 años. Esta diferencia puede tener una influencia considerable en la forma en que los votantes evalúan la capacidad de cada candidato para liderar, especialmente en un país que cada vez muestra más aprecio por la salud y energía de sus líderes. La forma en que Harris se presentó durante el debate dejó una impresión favorable en los votantes. Cuando se les preguntó quién de los dos parece más digno, un 56% eligió a Harris, en comparación con solo el 24% que se inclinó por Trump. Además, un 49% de los encuestados consideró que Harris “parecía alguien que escucharía y entendería mis preocupaciones”, frente a un desalentador 18% que compartió esta percepción sobre Trump.
Este tipo de respuestas subrayan un principio fundamental en la política: la capacidad de un candidato para conectarse emocionalmente con los votantes puede ser determinante. Sin embargo, es esencial recordar que, a pesar de estos movimientos en la opinión pública, las encuestas nacionales son solo una parte del rompecabezas electoral. La realidad es que serán los resultados en los estados clave del Colegio Electoral los que decidirán al próximo presidente de Estados Unidos. La situación en estados como Michigan, Wisconsin y Pennsylvania será crucial, y cualquier cambio en la percepción de los votantes en estos lugares podría cambiar radicalmente el rumbo de la elección. A medida que nos acercamos al día de las elecciones, la estrategia de Harris y su equipo probablemente se centrará en capitalizar estos resultados positivos.
Además, su enfoque en las cuestiones que preocupan a los votantes, como la economía, la salud y los derechos civiles, serán fundamentales para mantener y aumentar su ventaja. La figura de Trump, que ha sido el foco de atención debido a sus problemas legales y su estilo de liderazgo, podría continuar siendo un factor que juegue en contra del apoyo hacia él. En conclusión, la victoria percibida de Kamala Harris en el debate podría ser un punto de inflexión en la campaña para las elecciones de 2024. Con una ventaja que se ha ampliado y un apoyo reforzado por la opinión pública, Harris se posiciona no solo como candidata a la presidencia, sino como una figura poderosa en la política estadounidense. Con un electorado que parece estar respondiendo de manera positiva a su mensaje y su estilo, la recta final hacia las elecciones promete ser feroz y llena de sorpresas.
A medida que se despliegan los acontecimientos, solo el tiempo dirá si esta ventaja se traducirá en una victoria en las urnas.