Mudarse implica un gran desafío logístico, emocional y económico, especialmente cuando se trata de una mudanza interestatal. En este proceso, confiar en una empresa profesional es vital para proteger tus pertenencias y recibir un servicio acorde con lo pagado. Sin embargo, no todas las compañías cumplen con sus promesas y, peor aún, algunas desaparecen cuando surge algún problema. Este es el caso de Flat Rate Movers, una empresa de mudanzas con la que muchos clientes han experimentado dificultades, incluyendo la falta de respuesta a sus reclamos y llamadas. En el año 2023, un cliente compartió su experiencia negativa al contratar Flat Rate Movers.
Pagó más de 14,000 dólares por un servicio integral que incluía embalaje profesional, materiales para proteger sus muebles y una cobertura de seguro extendida. Sin embargo, al momento de la mudanza contratada para marzo de ese año, la empresa no solo sustituyó el equipo prometido por otro completamente diferente, sino que tampoco cumplió con lo pactado. El equipo que arribó no sabía que debía hacer el embalaje, no trajeron materiales suficientes y el mobiliario terminó dañado, al igual que partes de la casa del cliente. Más grave aún fue el comportamiento subsecuente de Flat Rate Movers. Tras reportar los daños y la insatisfacción con el servicio, la empresa prácticamente ignoró todas las formas de contacto: llamadas telefónicas, correos electrónicos y cartas no recibieron respuesta significativa.
Apenas enviaron una carta genérica desde su departamento de reclamos, y cuando finalmente un representante atendió una llamada, la atención fue insuficiente y tampoco hubo respuesta formal después de eso. Este tipo de conducta no es solo una falta de profesionalismo, sino que genera una situación de indefensión para el consumidor, quien ha invertido una suma considerable en un servicio que no se entregó correctamente. Es también un ejemplo de cómo algunas empresas de mudanza pueden usar tácticas de evasión para aplazar o negar responsabilidades. ¿Cómo actuar en estas circunstancias? La primera recomendación es siempre documentar meticulosamente el proceso de mudanza. Esto incluye realizar videos y fotografías detalladas del inventario previo y posterior, guardar toda la correspondencia, recibos, contratos y cualquier prueba que respalde la reclamación.
Además, tener todo por escrito es fundamental para evitar malentendidos o negaciones posteriores. Cuando la empresa no responde, es importante conocer que las compañías de mudanza no son aseguradoras propiamente dichas, sino que su protección y compensación por daños está respaldada por seguros específicos contratados con aseguradoras reales. Por ello, una estrategia efectiva es buscar directamente a la aseguradora que respalda a la mudanza. La Administración Federal de Seguridad de Autotransportes (FMCSA, por sus siglas en inglés) permite consultar una base de datos con todos los detalles de estas empresas, incluyendo su número de registro, historial y pólizas de seguros activas. Con esta información, es posible contactar directamente a la aseguradora heredera del cargo, evitando así la evasión del intermediario, en este caso, Flat Rate Movers.
En la experiencia del cliente mencionado, la compañía aseguradora, Hanover Insurance Company, confirmó que nunca había recibido un reclamo formal por parte de Flat Rate y permitió que el cliente gestionara directamente la reclamación. Tras enviar la documentación y pruebas, Hanover se contactó con Flat Rate, pero encontró que ellos tampoco respondían a sus llamados. Finalmente, la aseguradora acordó pagar una compensación parcial por los daños a las pertenencias, aunque no cubrió los daños a la propiedad del cliente. Es importante destacar que, aunque esta vía permitió obtener algo de restitución, la experiencia puntualiza las limitaciones de las compensaciones y la complejidad de resolver estos problemas frente a compañías que no asumen responsabilidad. Por eso, resulta vital que los usuarios investiguen a fondo a las empresas de mudanza antes de contratar, lean reseñas, comparen servicios y exijan contratos claros, donde se detallen los alcances del servicio y de la cobertura de seguro.
Además, el fenómeno de la subcontratación —o en algunos casos, la doble intermediación conocida como "doble brokeraje"— agrava aún más la situación. Se refiere a cuando la empresa inicial no realiza la mudanza, sino que transfiere la carga a otra empresa sin informar al cliente. Esta práctica puede derivar en un servicio deficiente y en la dificultad para realizar reclamaciones, ya que se fragmentan las responsabilidades. Ante la inacción empresarial, el consumidor tiene la opción de acudir a organismos reguladores para elevar quejas formales. En Estados Unidos, entidades como la FMCSA y los departamentos estatales de transporte o servicios financieros ofrecen canales para denuncias.
También es posible recurrir a procesos legales, como las cortes de reclamos menores, arbitrajes o demandas, aunque estos implican tiempo y recursos. Para quienes planean mudarse, el relato de Flat Rate Movers sirve como advertencia para adoptar medidas precautorias. Empacar algunos objetos personalmente, conservar evidencia audiovisual, contratar seguros externos complementarios y predisponer un plan de acción ante potenciales conflictos son tácticas que pueden mitigar riesgos. En resumen, si una empresa de mudanza no responde a tus llamadas ni correos tras un problema, no pierdas la calma ni te des por vencido. Documenta todo, utiliza los recursos regulatorios, contacta a aseguradoras de respaldo e informa a las autoridades correspondientes.
Así puedes protegerte y, en algunos casos, recuperar parte de lo invertido en servicios que no se entregaron adecuadamente. La experiencia con Flat Rate Movers muestra que, aunque ciertos problemas persisten y la respuesta empresarial puede ser insuficiente, existen mecanismos legales y administrativos para hacer valer tus derechos. Informarse y actuar con diligencia es la clave para evitar que una mudanza se convierta en una pesadilla. Cuidar bien estos aspectos garantiza que tu próximo traslado sea más seguro, transparente y satisfactorio.