Bitcoin continúa capturando la atención mundial al acercarse a niveles de precio que no se veían desde las fases más optimistas de ciclos alcistas anteriores. Actualmente, más del 85% de los poseedores de Bitcoin están en ganancia, un hito que históricamente se ha asociado con zonas de euforia del mercado. Este indicador, junto con diversos datos on-chain, técnicos y comportamentales, plantea la pregunta de si el tope del precio de esta etapa se aproxima y si se avecina una posible corrección en el corto plazo. La métrica conocida como "suministro en ganancia" (supply in profit) mide el porcentaje de bitcoins que están siendo retenidos por inversores que compraron a un precio inferior al valor actual del mercado, lo que refleja la proporción de la oferta total que está en una posición ventajosa. En las condiciones recientes, esta cifra ha superado el 85%, marcando una recuperación importante tras una caída a aproximadamente 75% durante correcciones previas.
Este nivel es significativo porque en ciclos anteriores, una cifra cercana al 90% ha sido sinónimo de optimismo extremo y ha precedido movimientos bajistas considerables. Si bien un elevado porcentaje de tenedores en ganancia apoya generalmente una tendencia alcista, también se convierte en una señal de advertencia cuando se acerca a la zona de euforia. El exceso de optimismo puede llevar a un incremento en la toma de ganancias, aumentando la presión vendedora y generando volatilidad en el precio. Además, esta fase suele estar caracterizada por un aumento notable en la actividad especulativa, especialmente entre los inversores a corto plazo que buscan capitalizar movimientos rápidos. Más allá de esta métrica, la actividad on-chain presenta una imagen compleja.
El número de direcciones activas diariamente ha superado la barrera de las 800,000, mostrando un repunte en el compromiso de los usuarios con la red Bitcoin. Históricamente, incrementos en la cantidad de direcciones activas han coincidido con etapas de alta volatilidad y tendencia alcista, ya que la participación de los inversores suele aumentar ante movimientos importantes del mercado. No obstante, esta cifra, aunque positiva, aún se encuentra por debajo del pico de 900,000 direcciones observado en 2023 y muy distante de los máximos históricos de alrededor de 1.2 millones de direcciones durante los torneos alcistas de 2017 y 2021. Esto indica que, aunque el interés está en alza, Bitcoin todavía no ha alcanzado el nivel de atención masiva que caracterizó los ciclos previos con máximos de euforia.
El panorama se complica al analizar las métricas de volatilidad implícita y el interés abierto en el mercado de derivados. Por un lado, la volatilidad implícita de Bitcoin ha disminuido notablemente en el último mes, pasando del 53% al 38% en el rango de 7 días, lo que sugiere una tendencia hacia la estabilización del mercado y una menor expectativa de movimientos abruptos a corto plazo. Por otro lado, el interés abierto en opciones sobre Bitcoin ha experimentado un aumento significativo, con un crecimiento de cerca de mil millones de dólares en cuestión de días. Este incremento indica una oleada de actividad especulativa. Además, la mayoría de las primas de opciones están siendo usadas para comprar llamadas, con una relación de tres a uno en favor de estas, lo que refleja un sentimiento mayoritariamente alcista entre los traders profesionales y minoristas que operan con derivados.
Sin embargo, un indicador crucial arroja una luz de precaución: el momentum de demanda a 30 días permanece profundamente negativo. Esto significa que los tenedores a corto plazo están distribuyendo más Bitcoin del que los inversores a largo plazo están acumulando, una señal típica de fases avanzadas de distribución donde los precios pueden alcanzar su punto máximo antes de una corrección. En términos prácticos, esto implica que gran parte de la reciente compra ha sido motivada por operadores con intenciones de corto plazo, en lugar de inversores comprometidos con mantener sus activos por períodos extensos. Este patrón ha sido observado anteriormente en momentos previos de caídas significativas en el mercado, como en la segunda mitad de 2021 y en el segundo trimestre de 2022. En ambas ocasiones, la combinación de un elevado porcentaje de holders en ganancia y momentum de demanda negativo terminó precediendo importantes retrocesos en el precio.
A nivel técnico, Bitcoin está consolidando su precio dentro de un rango estrecho entre 94,000 y 95,000 dólares, con resistencias clave alrededor de los 98,000 dólares y soportes que oscilan entre 85,000 y 87,000 dólares. Indicadores como el Índice de Fuerza Relativa (RSI) señalan que el activo está cerca de niveles de sobrecompra, mientras que el RSI Estocástico sugiere fatiga en la tendencia alcista actual. No obstante, señales de momentum y el MACD mantienen una perspectiva positiva para posibles movimientos ascendentes. El entorno actual muestra, por tanto, una estructura sólida respaldada por la entrada de capital institucional, que ha incrementado su presencia en los mercados de Bitcoin de manera constante. Sin embargo, la falta relativa de convicción por parte del inversor minorista, evidenciada por la moderada actividad en la red y métricas de demanda negativas, podría limitar la capacidad del precio para romper resistencias importantes sin una fase de consolidación o corrección previa.
Los próximos días y semanas resultan cruciales para determinar la dirección de Bitcoin. Si el suministro en ganancia logra superar la barrera psicológica del 90% y las direcciones activas continúan aumentando, el mercado podría estar en condiciones de romper la marca simbólica de los 100,000 dólares, lo que reforzaría un ambiente puramente alcista. Por el contrario, si la venta por parte de short-term holders persiste y el momentum de demanda negativo no se revierte, es probable que el precio alcance un tope en el corto plazo y experimente una corrección técnica. En conclusión, Bitcoin se encuentra en una encrucijada crítica que combina señales alcistas apoyadas en métricas on-chain y fundamentales con indicadores tradicionales y de comportamiento que advierten de un posible cambio de ciclo. La euforia acumulada en el mercado, junto con el predominio de inversores especulativos, siempre ha sido una receta para la volatilidad y correcciones importantes.
Por tanto, los participantes del mercado deben mantener una vigilancia estrecha sobre estos indicadores, diversificar sus estrategias y estar preparados para movimientos bruscos tanto al alza como a la baja. La evolución de Bitcoin en las próximas semanas no solo reflejará la psicología colectiva de sus inversores, sino también las dinámicas fundamentales que han definido su historia desde sus orígenes: ciclos de euforia seguidos de correcciones, consolidaciones y nuevos ascensos. Para quienes invierten o analizan el mercado, comprender y anticipar estas fases es clave para aprovechar las oportunidades y mitigar riesgos en un escenario que sigue siendo altamente volátil e impredecible.