El mercado de las criptomonedas atraviesa momentos de alta volatilidad y tensión, y uno de los tokens más afectados recientemente es XRP, el activo digital nativo de Ripple, conocido por su enfoque en soluciones de pagos transfronterizos. El precio de XRP ha experimentado una caída abrupta, perdiendo soportes fundamentales que mantenían la confianza de los inversores y traders. Además, la formación técnica conocida como “cruz de la muerte” en sus medias móviles sugiere que la tendencia bajista podría continuar a corto y medio plazo. El reciente derrumbe del valor XRP refleja síntomas claros de un mercado en retroceso. La criptomoneda ha descendido hasta tocar los 1.
6185 dólares, su nivel más bajo desde noviembre del año anterior, lo que representa una caída superior al 52% desde el máximo registrado en 2025. Esta caída significa que Ripple ha roto barreras psicológicas y técnicas que mantenían el precio relativamente estable, generando nerviosismo entre los participantes del mercado. Diversos factores macroeconómicos han contribuido a esta situación adversa. En particular, las tensiones comerciales a nivel global, con especial énfasis en la escalada arancelaria impulsada por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, han desatado una reacción negativa en varios activos de riesgo, incluido el sector cripto. La retórica agresiva sobre tarifas y posibles represalias por parte de China ha aumentado las expectativas de una recesión económica en 2025, lo que eleva la incertidumbre y reduce la apetencia por invertir en activos volátiles.
Instituciones financieras de renombre como Goldman Sachs, JPMorgan, Wells Fargo y Citi han revisado al alza sus probabilidades de recesión y advierten sobre un enfriamiento económico prolongado. La subida en el riesgo percibido ha presionado a la baja a los mercados, afectando a las criptodivisas que, pese a su carácter descentralizado, no son inmunes a cambios económicos y políticos globales. Desde el punto de vista técnico, XRP muestra señales de debilidad pronunciada. La ruptura por debajo del nivel psicológico de 2 dólares ha sido una señal clara de pérdida de control por parte de los compradores. Este umbral había sido defendido agresivamente durante meses, pero el aumento de la presión bajista finalmente lo quebró.
Más relevante aún, el coste ha quebrado el nivel de 1.9193 dólares, coincidente con el 50% del Retroceso de Fibonacci y el cuello de un patrón de cabeza y hombros, una estructura clásica que indica reversión bajista. En este esquema, la cabeza representa un pico alrededor de los 3.4220 dólares, mientras que los dos hombros se sitúan en torno a los 3. Estos niveles son referencias importantes en análisis chartista y confirmar su ruptura suele anticipar movimientos negativos significativos.
La confirmación técnica llega con la formación de la llamada “cruz de la muerte” o death cross, un fenómeno que ocurre cuando la media móvil de corto plazo (en este caso la de 50 días ponderada, o WMA) cruza por debajo de la media móvil de largo plazo (la de 200 días ponderada). Este evento indica una inversión de la tendencia y suele preceder descensos prolongados en el precio. Cabe destacar que el uso de medias móviles ponderadas (WMA) otorga mayor sensibilidad a los datos recientes, lo que significa que la reacción a los movimientos actuales es más rápida que con otros tipos de medias, como las exponenciales (EMA). La formación de una death cross con estas medias añade robustez a la señal bajista actual de XRP. Además, el precio ha caído bajo niveles asociados al sistema Murrey Math Lines, una herramienta basada en niveles de soporte y resistencia que los traders emplean para detectar puntos críticos donde el precio puede rebotar o seguir su tendencia.
Romper estas líneas suaves implica una mayor probabilidad de movimientos negativos continuados. Con todo esto en perspectiva, los analistas cuantifican la posible dirección futura del precio midiendo la distancia entre la cabeza y el cuello del patrón cabeza y hombros, y aplicándola hacia abajo a partir del cuello. Este cálculo situaría el próximo soporte en torno a los 0.9340 dólares, un nivel que representa una caída adicional significativa y que impactaría la valoración y confianza en la criptomoneda. Las implicaciones de esta caída no solo afectan a los inversionistas individuales, sino también a instituciones y proyectos que utilizan XRP como medio para transferencias internacionales debido a sus características de velocidad y bajo costo en comparación con métodos tradicionales.
Por otro lado, algunos expertos sugieren que la perspectiva de recesión y la posible reducción de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal podrían eventualmente actuar como catalizadores positivos para los activos de riesgo como las criptomonedas. La expectativa está puesta en que tasas más bajas favorecerían flujos de capital hacia instrumentos alternativos y digitales, recuperando de este modo algo del terreno perdido. Sin embargo, en el corto y mediano plazo, la cautela predomina y no se descarta que el actual ciclo bajista para XRP se prolongue de 6 a 12 meses, de acuerdo con las advertencias de reconocidos analistas del sector criptográfico. Esta proyección implica que quienes consideren invertir o mantenerse en Ripple deben tener estrategias claras y considerar los riesgos asociados a la alta volatilidad y la tendencia negativa vigente. En conclusión, la pérdida de soporte clave y el establecimiento de una cruz de la muerte son señales contundentes para que los inversores evalúen su exposición a XRP.