En un contexto donde las criptomonedas están ganando protagonismo a nivel mundial, un reciente informe de Chainalysis ha revelado que tanto Israel como Arabia Saudita están mostrando un fuerte interés en las altcoins. Esta tendencia destaca no solo la evolución de las criptomonedas en el Medio Oriente y el Norte de África (MENA), sino también las diversas dinámicas que están impulsando la adopción de criptomonedas en la región. Según el informe "Geografía de las Criptomonedas 2024" de Chainalysis, la región MENA se posiciona como el séptimo mercado de criptomonedas más grande del mundo, habiendo recibido un impresionante valor en cadena de aproximadamente 338,7 miles de millones de dólares entre julio de 2023 y junio de 2024. Esto representa el 7,5% del volumen total de transacciones de criptomonedas a nivel global. Aunque el mercado es más pequeño en comparación con otras regiones, su capacidad de crecimiento es notable y está impulsada por transacciones de gran volumen, donde un 93% de la actividad corresponde a operaciones de 10,000 dólares o más.
Un factor clave que resalta en el informe es la inclinación hacia las plataformas centralizadas (CEX) para las transacciones de criptomonedas. Aunque estas siguen siendo la fuente principal de influjos en MENA, se observa un creciente interés en las plataformas descentralizadas y las aplicaciones de finanzas descentralizadas (DeFi). Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) son pioneros en la participación en estas plataformas, con Arabia Saudita mostrando una mayor tasa de adopción en comparación con otros países de la región. La población joven de Arabia Saudita, donde alrededor del 63% de los ciudadanos tienen menos de 30 años, es un factor fundamental para este aumento en la adopción de tecnologías emergentes, incluyendo las criptomonedas. Este segmento demográfico tiende a ser más receptivo a experimentar con nuevas tecnologías financieras, lo que podría explicar el creciente interés en las altcoins y las plataformas de DeFi.
Por otro lado, los EAU han implementado un enfoque regulatorio proactivo y colaborativo hacia las criptomonedas, consolidándose como un hub para la actividad de criptomonedas y DeFi. La claridad regulatoria ha atraído a una variedad diversa de usuarios, fomentando un ambiente donde las innovaciones en el espacio de criptomonedas pueden prosperar. El informe también menciona que mientras que en países como Turquía y Qatar aún hay una fuerte dependencia de las plataformas CEX, los avances regulatorios en Qatar podrían potencialmente cambiar el panorama en el futuro. En 2024, Qatar ha comenzado a permitir a las empresas solicitar licencias para convertirse en proveedores de servicios de token, lo que podría impulsar la adopción de criptomonedas en el país. En la actualidad, las stablecoins y las altcoins están ganando terreno frente a activos más tradicionales como Bitcoin y Ether en varias naciones de la región, especialmente en Turquía, Arabia Saudita y EAU.
Este cambio muestra un mayor apetito por el riesgo entre los inversionistas, así como un interés por diversificar las carteras más allá de las criptomonedas más conocidas. Esto se traduce también en una mayor exploración de nuevas oportunidades en el mundo de las finanzas descentralizadas. Israel, por su parte, ha estado a la vanguardia con iniciativas innovadoras como la tokenización de bonos gubernamentales. Este tipo de proyectos no solo subraya el compromiso del país con la adopción de nuevas tecnologías, sino que también se alinea con tendencias más amplias que se esperan en el sector financiero global. Según McKinsey, el mercado de activos tokenizados podría alcanzar un valor de 4 billones de dólares para el año 2030, lo que resalta el potencial que este sector tiene para transformar las finanzas.
A medida que las plataformas de DeFi se siguen desarrollando, su capacidad para ofrecer servicios financieros sin intermediarios podría desempeñar un papel crucial en la inclusión financiera en MENA. Con menos del 50% de los adultos en la región teniendo acceso a servicios bancarios en 2021, la oportunidad de brindar alternativas a los no bancarizados y sub-bancarizados es esencial. El informe de Chainalysis sugiere que, aunque la adopción de DeFi todavía no es universal en algunas de estas naciones, su crecimiento podría abrir nuevas oportunidades para personas en áreas desatendidas, proporcionándoles acceso a herramientas de ahorro, inversión y crédito que anteriormente les eran inaccesibles. La evolución de la regulación en mercados clave de la región también influenciará significativamente la distribución de plataformas CEX y DeFi, lo que impactará la inclusión financiera y la adopción general de sistemas financieros descentralizados. Además de la inclusión financiera, la tendencia hacia el uso de altcoins puede también ser reflejo de una búsqueda de diversificación y seguridad en un entorno económico en constante cambio.
En un mundo donde los activos digitales son cada vez más aceptados, países como Arabia Saudita e Israel están tomando medidas para asegurarse de no quedarse atrás en esta revolución financiera. La educación y la preparación de la población joven son fundamentales para capitalizar este interés y convertirlo en una realidad económica sólida. A medida que 2024 avanza, será interesante observar cómo continúan evolucionando las dinámicas de adopción en el espacio de las criptomonedas en MENA, así como las respuestas regulatorias que podrían surgir. La interacción de estos factores determinará no solo el futuro de la criptografía en la región, sino también su integración en el sistema financiero más amplio a nivel global. La capacidad de los países para adaptarse y regulaciones que fomenten la innovación sin comprometer la seguridad financiera serán cruciales para el potencial de crecimiento de las criptomonedas y de las altcoins.
Con todos estos elementos en juego, queda claro que el interés por las altcoins en Israel y Arabia Saudita no es un simple capricho, sino una manifestación de un cambio más amplio en cómo percibimos y utilizamos el dinero en la era digital. A medida que el mundo avanza hacia un futuro más digitalizado, las naciones que abrazan esta transformación probablemente estarán mejor equipadas para aprovechar las oportunidades que surgen en el camino. La alianza entre tecnología, juventud e innovación podría dar lugar a un nuevo ecosistema financiero donde todos tengan la posibilidad de participar y prosperar.