En el mundo laboral actual, la manera en que se redactan las ofertas de empleo puede tener un impacto profundo en el tipo de candidatos que llegan a postularse. Más allá de simplemente describir tareas y responsabilidades, el lenguaje utilizado en estos anuncios podría estar dirigiéndose inadvertidamente a perfiles específicos de personalidad, incluyendo a aquellos con rasgos narcisistas. Este fenómeno cobra particular relevancia en sectores como el contable y financiero, donde la presencia de ejecutivo con tendencias narcisistas puede influir en la cultura organizacional y en la gestión ética de la empresa. Diversos estudios recientes, incluyendo uno relevante publicado en Management Science en septiembre de 2024, han comenzado a desglosar cómo ciertas palabras y frases atraen inconscientemente a ciertos tipos de candidatos. Estos términos difieren notablemente en lo que se define como “Rule-Bender” (quien dobla o rompe las reglas) y “Rule-Follower” (quien sigue y respeta estrictamente las reglas).
La elección de lenguaje en las descripciones de empleo puede hacer que los perfiles de tipo Rule-Bender, que a menudo correlacionan con características narcisistas, se sientan más atraídos y motivados a aplicar. Los narcisistas suelen caracterizarse por una gran autoestima, deseo de reconocimiento y cierto desprecio por las normas o límites impuestos externamente cuando lo consideran necesario para alcanzar sus objetivos personales. En cargos como el de directores de contabilidad, esto puede traducirse en conductas problemáticas, como manejos agresivos de reportes financieros o decisiones éticamente cuestionables, que a largo plazo afectan la transparencia y estabilidad de la organización. El estudio que menciona esta dinámica explora múltiples experimentos donde se validan términos asociados con estas dos categorías de candidatos. El consenso general entre evaluadores indica que los términos Rule-Bender están relacionados con una mayor propensión a comportamientos poco éticos y a habilidades gerenciales inferiores, pero aun así estos envíos reciben mayor atracción por parte de candidatos narcisistas.
Esto genera un dilema para las organizaciones que buscan contratar talentos alineados con la innovación y crecimiento, ya que estas características pueden correlacionarse con la preferencia por candidatos que doblan las reglas. Empresas en sectores de alto crecimiento o muy innovadores tienden a favorecer esta clase de lenguaje en sus convocatorias, ya que buscan ejecutivos que asuman riesgos y manejen la ambigüedad para sacar ventaja competitiva. Sin embargo, esta estrategia puede resultar en la incorporación de individuos que no solo desafían las normas, sino que también podrían comprometer la integridad financiera y reputacional de la empresa. Es un equilibrio delicado entre fomentar la flexibilidad y la creatividad y evitar prácticas poco éticas. Desde la perspectiva de los reclutadores profesionales, a menudo se utilizan términos sugerentes de liderazgo audaz, autonomía extrema y habilidades para navegar en entornos ambiguos, lo que atrae a los denominados Rule-Benders.
Estas palabras, aunque positivas en apariencia, actúan como un imán para personalidades que valoran menos el cumplimiento rígido de reglas y que podrían justificar comportamientos cuestionables en pos del éxito. Además, la presencia de un único lenguaje dentro de una oferta de trabajo puede alterar la composición del grupo de candidatos, haciendo que los reclutadores reciban aplicaciones de perfiles psicológicos muy específicos. Esto plantea la necesidad de una mayor conciencia y estrategia en el diseño de las ofertas de empleo, para asegurar una diversidad de postulantes y reducir la probabilidad de atraer solo a candidatos con características potencialmente problemáticas. Por otra parte, se abre el tema ético sobre si es correcto o deseable orientar el lenguaje para atraer a mismos narcisistas, bajo el argumento que en ciertos roles de alto nivel la agresividad o audacia pueden beneficiar la empresa. Este debate pone sobre la mesa la importancia de valorar el carácter y los rasgos de personalidad más allá del conjunto de habilidades técnicas y experiencia.
Incorporar psicólogos organizacionales en los procesos de reclutamiento puede ser una solución para identificar mejor las motivaciones y predisposiciones de los candidatos. Finalmente, las implicaciones empresariales son profundas. La atracción de perfiles narcisistas a través del lenguaje de las ofertas laborales puede formar una cultura organizacional que favorezca comportamientos poco éticos, desconfianza interna y riesgos reputacionales importantes. Por el contrario, cambiar el enfoque en las descripciones para promover valores como la integridad, el trabajo en equipo y la responsabilidad puede permitir atraer talentos que contribuyan a un ambiente saludable y sostenible. De cara al futuro, se prevé que más empresas y reclutadores tomen conciencia de estas dinámicas y ajusten sus estrategias comunicativas.